Era una gran novedad en la rutina diaria tan monotonía que vivía en su pequeño apartamento en la ciudad. Durante una revisión espacial, un grupo de astronautas descubrió una serie de asteroides que se pensaba que pasarían cerca de la tierra. Los astronautas tomaron fotos de los objetos que se aproximaban y enviaron las mismas como un mensaje urgente a la nasa. No podían predecir cuál era la ruta final que los haría pasar cerca de nuestro planeta. La distancia era lo que los ponía más ansiosos, ya que los últimos patrones de dirección género la computadora generaban una trayectoria que creo una preocupación del grupo de científicos que observo el objeto que se acercaba. Gracias a unas imágenes tomadas por la estación espacial, los científicos pudieron descubrir que se aproximaba a y que tenían una alta probabilidad de chocar directamente a con la tierra. Los altos grados del gobierno se enteraron rápidamente y todos parecían generar preparativos para el inminente impacto. Pero la población permanecía en la absoluta ignorancia del peligro que pueda causar el paso cercano de estos astros espaciales.
Pero como era de esperar, la noticia de la lluvia de estrellas no era noticia importante. Reproducida en un periódico cualquiera en la esquina inferior de la página. Mientras que los noticiarios solamente parecían estar atentos a la situación de una cosecha seca, las alteraciones en las mareas más alta de lo usual que se reportaron en múltiples océanos en diferentes océanos en todo el planeta. Y dando una oportunidad única en las becas entregadas para la educación de 20 niños pobres que no tendrían un futuro destacado de otra forma. Se sentían orgullosos de sus donaciones, pero todos desconocían que la vida estaba a punto de cambiar dramáticamente en solo lo que parecía un pestañeo. Ninguno lo vio venir, ninguna nación vio los pequeños destellos más relevantes en el planeta, la radiación de estos astros estaban afectando los sistemas de comunicación, además de que la temperatura estaba aumentando con el paso del día.
La lluvia de estrellas fue únicamente un pequeño anuncio en un periódico cualquiera, una noticia que paso sin más importancia entre otras más llamativas. Ignorar esta potencial amenaza para los científicos fue lo más normal, pero la realidad era que sería su mayor error.
La vida de Amala Robrar era común. Es la segunda hija de una familia de trabajadores. Con un bachillerato en educación. Trabajando con niños enfermos huérfanos en un orfanato. Se dedicaba a su trabajo 100% de su tiempo. No se preguntaba que faltaba en su vida o porque sus mañanas parecían un poco más oscuras con cada día que pasaba. Su familia había muerto hace varios años y solo era ella contra el mundo. Desde la niñez aprendió que su singularidad física era algo que llamaba la atención, tanto para bromas o por envidia, con una larga, abundante cabellera rojiza, muy extraña en una familia de cabello negro, ojos bicolor, rosa y marrón, con su estatura rozando los 6 ‘0’. Estaba tan acostumbrada a las miradas extrañas que ya no pestañeaba ni las reconocía, cuando pasaba paseaba por la ciudad o iba de salón en salón enseñando sus materias.
Así que en el día que causo el cambio en el mundo, el que resulto ser un domingo por la mañana, más correctamente a las 11;00 de la mañana. Había decidido que iba a tener un día tranquilo y fue muy temprano, siguiendo la tradición familiar, de madrugar para ir a comprar provisiones al supermercado. De esta forma evitaba filas y aglomeración de personas. Condujo de su casa a la tienda en tiempo récord. Al entrar en su vecindario, pudo ver personas que se sentaban en los jardines de sus hogares, algunos con gafas para observar el comienzo de la lluvia de estrellas que seria en dos horas. Sin embargo, Amala solo estaciono su vehículo en el estacionamiento frente a la casa. Apago el mismo, se volteó para tomar su cartera y las llaves de su casa. Cerro la puerta con la llave y camino alrededor del carro para llegar al baúl que tuvo que abrir con la llave.
Ella ya tenía un plan muy llamativo para ese día. Una vez que hubo acomodado todo lo que compro para la quincena en las alacenas. Subió a tomar un baño, buscando en sus gavetas una muda de ropa comida para poder tomar un merecido descanso en su tina. Media hora después, bajaba las escalera con una sonrisa en el rostro y se dirigió a la cocina tomando el paquete de papitas que había sobre el mostrador. Su atención regreso a la televisión, mientras acomodaba todo y en el control presionaba el botón para activar Netflix y poder dar iniciada su día de películas familiares de una sola persona. Con una sonrisa, se acerco a las ventanas para cerrar las cortinas, iba a tener un maratón de películas y no iba a permitir que nada en el exterior lo cambiara. Antes de llegar la lluvia que anunciaron de estrellas, ella tenía un plan muy interesante para ese día. Sentarse en su pequeño sofá y ver películas hasta caer dormida en una habitación sumida en la oscuridad debido a las cortinas.
Su tranquilidad se vio momentáneamente agitada por la llamada de una amiga del trabajo. Soltando un largo suspiro, la mujer pauso su película, estiro el brazo para tomar el teléfono, estaba cansada para idear una excusa para ignorarla del momento. Así que lo contesto.
- Amara (Hablo la mujer en el otro lado del teléfono) ¿Estás viendo la lluvia de estrellas? (Pregunto con emoción en la voz) Es hermoso (Dijo)
- No(Suspiro) Estoy viendo una película (Respondió Amara)
- ¿Película?, Pero está hermosa este cielo y tú estás viendo una película (Se rio ella) Eres tan única, querida (Se rio más fuerte)
- Me enseñas el video que sé que estás grabando en este momento (La escucho decir en voz baja que no se lo mostraría)
- Nos vemos el lunes (Se despidió riendo de nuevo)
4 películas después, y amara se encuentra acostada en el sofá dormida, mientras la luz de la televisión que reproducía automáticamente una película tras otra seguía iluminando de forma tenue la habitación. Del borde de las ventanas donde las cortinas no parecen estar cubriendo bien el vidrio que daba al exterior, se podía distinguir una luz dorada que tenue se reflejaba en los bordes apenas visibles de la ventana.
Los meteoritos que habían entrado en la atmósfera comenzaron a emitir un humo denso dorado que se extendía por el espacio aéreo. Las personas curiosas estaban en sus porches y carreteras observando este fenómeno. El humo era inofensivo, dijeron los científicos. No parecía crear ninguna reacción al contacto a respirar Las personas caminaban entre este y lo respiraban. En la mañana del domingo, las personas que habían estado en expuestas se sentían cansados y tenían una tos que se presentaba cada 10 o 12 minutos como reloj.
Nadie sospecho que esto solo escalaría a más. Se imaginó que esto únicamente era el comienzo de algo más. Jamás estarían preparados para lo que venía a continuación.
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