III
Mientras los semis tenían la oportunidad que pacientemente habían ganado, dios aprovecho para hacer una reunión con los coros y los Arcs, una vez todos reunidos descendió ante todos los presentes. En total eran cuatro coros y cuatro Arcs, los de más alto rango, además de ellos también estaban los Metatron, el motivo de la reunión aun no era del todo claro, para todos en el lugar, la razón eran los semis y estaban a punto de saber si estaban en lo cierto.
- Los he reunido aquí a todos – expuso dios mientras se paseaba entre los citados – ya que es el momento de acabar de una vez por todas con los Kurs.
Todos en la sala se sorprendieron por el anuncio de dios, de repente quería acabar con los Kurs, cuando en sí mismos no eran una amenaza y las incursiones de los mismos no eran tan significantes como para que representaran un peligro.
- ¡Oh su majestad! no pretendo oponerme – repuso Triath el más fuerte de los coros – pero ¿porque su grandiosidad, pone sus bendecidos ojos sobre seres tan insignificantes?
- Es cierto ¡señor entre señores! ¿acaso son tan peligrosos como para que mi señor los tenga en cuenta? – agrego Ametron el más fuerte entre los Arcs –
Dios se detuvo y su mirada afable cambio a una más seria, en ese momento aplaudió y toda la habitación se tornó oscura, poco a poco fueron materializándose elementos, mientras dios explicaba a los presentes.
- ¡verán hijos míos! Lo que ven en estos momentos es lo que sucedió hace mucho tiempo atrás, mucho antes que cualquiera de ustedes existiera, por tanto presten atención…
De repente se ve una luz que desciende sobre la oscuridad, con forme descendía se veían edificios y seres muy similares a los Kurs.
- …cuando descendí a este mundo sumido en la oscuridad me di cuenta que algo estaba mal y que todo lo que estaba sumido en él debía ser purificado e iluminado…
En ese momento tres seres de esa oscuridad que se veían como los más fuertes en comparación a los demás, intersectaron a la luz mientras bajaba.
- …pero esa oscuridad no iba a desaparecer y opuso resistencia, en ese momento mando a sus líderes más fuertes, los cuales eran fieros, pero no podían ante la luz de la verdad absoluta…
De pronto todo se ilumino, en ese momento todos se dieron cuenta que la luz era dios y bajo sus pies yacían tres sujetos, alrededor del vencedor se agolparon los súbditos de los vencidos y se los llevaron lejos del lugar.
- …cuando vencí a los emisarios de la oscuridad, sus siervos no aguantaron mi luz y se llevaron los cuerpos de la presencia, la sabiduría y la visión, luego de eso cree este mundo y a mis hijos, para que me acompañaran en mi gloria.
Luego de ello dios volvió a aplaudir y la sala volvió a la normalidad, al hacer eso volvió a dirigirse a los citados en el lugar diciéndoles.
- Ahora hijos míos es el momento de llevar la perfección de nuestro mundo hasta el último rincón de la existencia y para ello debemos llevarle nuestra luz a los Kurs, ahora preparen todo, esto debe suceder cuando la luna de cobre inicie mañana
Uno a uno los coros y los Arcs dejaron la sala, hasta que solo quedaron dios, un Arc y un coro, conocidos como Evirail e Irvath respectivamente, de pronto Irvath rompió con el silencio incomodo que había quedado.
- ¿para qué nos convoca? Señor mío
Dios tomo del hombro a sus dos hijos y respondió.
- Necesito a toda costa que detengan a Kriel y a Krisal, ellos por ningún motivo deben ir a la contienda, no importa que hagan deténgalos.
- Pero mi señor – objeto Evirail – ellos como hijos suyos deben ir, su fuerza será de utilidad, además ¿Qué pasara si quieren enfrentarnos? ¿qué deberíamos hacer?
Dios puso una mirada seria, con un toque de resignación y agrego.
- No importa si deben asesinarlos, nada se debe interponer en nuestro objetivo divino… ahora déjenme solo por favor.
Cuando estuvo solo, el silencio resultante se sintió diferente, además un frio penetrante invadió la habitación, en ese momento se escuchó el sonido de unos tacones acompañado por el sonido característico de una espada dentro de su vaina al menearse, de pronto dios giro y exclamo.
- Bienvenida Luna, me alegra tanto verte, ha pasado tanto tiempo.
La chica lucia diferente a los ángeles, no poseía alas, no parecía temer a dios, su vestimenta era muy distinta y aquella ley que afectaba todo aquel que se acercaba a él con un arma, tampoco surtía efecto alguno.
- Dios hace muchos eones presencie con mis hermanas la batalla con las virtudes Kurs y cómo te lo dije en esa ocasión, tu prepotencia te puede jugar en contra.
Dios intento atacar a Luna pero su intento fue en vano, Luna solo siguió sin moverse para huir o contra atacar.
- Aun no sé porque los espejos permiten que hagas estas cosas en este mundo, pero no puedes ocultar el sacrificio por tus logros para siempre.
Dios no dijo nada, solo vio impotente como Luna se desvanecía mientras más se alejaba por el pasillo, luego de ello llamo a una paloma le susurro algo y la envió a volar.
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