V
Todo paso tan rápido que los semis nos sabían que tan real era lo que sucedía, no había dolor, ni miedo, estaban olvidando lentamente todo, no sentían rencor ni remordimiento, solo eran dos cuerpos que caían la vacío de la frontera, desechados como basura.
Cuando por fin tocaron tierra, con el último esfuerzo Kriel se arrastró para dormir sobre el pecho de su hermano, lentamente iba perdiendo el conocimiento, se percató que de las sombras los Kurs se estaban acercando, a Kriel le dio igual ya nada importaba.
A lo lejos se escuchaban el repicar de unos tacones y el sonido de la vaina de la espada por el movimiento del caminar de una persona, eso fue suficiente para despertar a los semis, cuando tomaron conciencia, estaban sumidos en la niebla y lo único que podían ver era a una mujer con una espada y a una pequeña que jugueteaba entre la niebla.
- Vamos Krisal toquemos algo – exclamó la niña – quiero aprender algo de música
- Claro pequeña lo primero es sentirla – respondió Krisal – eso es señal de que estas vivo.
Pero cuando intento entonar algo, no podía lograr que saliera ningún sonido, eso era extraño para él.
- Krisal una pregunta – le hablaba la niña mientras le jalaba el ropaje – y si no estás vivo ¿puedes sentir la música?
En ese momento Krisal se percató que no estaba respirando.
- No debería sorprenderte – continuo la niña – incluso antes de estar aquí habías dejado de sentir, en pocas palabras Krisal nunca sintió la vida, ósea que no tocaste música verdadera.
No lejos de allí Kriel se enfrentaba a un problema más factico, pues el despertar de ella fue la reacción al ataque de Luna con su espada, por alguna razón Kriel no podía desenfundar sus espadas.
- ¡QUE CLASE DE GUERRERO DEPENDE DE SU ARMA! ¿acaso no sabes qué pasa cuando el arma es separada del guerrero?
Kriel no entendía que sucedía así que intento hacer un poco de tiempo.
- ¿Quién se atreve a atacar a una virtud? ¿acaso no le temes a la ira de dios?
Luna continúo atacando y Kriel solo podía esquivar los ataques.
- ¿virtud? – continuo Luna – la virtud es hacer algo bien, pero tú no has hecho nada bien, ¿crees que un guerrero es como una espada?, crees que ser guerrero es ser herramienta, pero un guerrero no es la herramienta de nadie.
Kriel aún no entendía nada, sin embargo la niebla se puso más clara y Krisal pudo ver a Kriel a pesar que está aún no se había percatado que su hermano estaba cerca.
- ¿Qué pasa Krisal? – pregunto la niña – al fin comprendiste por que no puedes hablar, te daré una pista “s.e.m.i”.
En ese instante Kriel recibió un golpe directo de la espada de Luna, al ver esto Krisal, grito tan fuerte que sonó la voz más hermosa que había escuchado, tan hermosa que ni dios la había oído.
- Entonces pequeña ¿Cómo es que te llamas? y ¿Cómo es que?... – pregunto Krisal –
- Jajajajajaja mi nombre es Lana, sabes señor alado no se puede estar vivo si no se siente y la mejor forma es admitir, abrazar y valorar lo que más se quiere, tú tienes a Kriel, eso jamás cambiara.
Kriel no sentía dolor alguno a pesar que había visto como la espada había atravesado su pecho, sin embargo se echó a reír, no lo podía creer.
- Así que al final no soy una herramienta, ¿por qué tome la decisión de morir?
En ese momento Luna guardo su espada se acercó a Kriel y le dio un cabezazo.
- ¿Sentiste eso? – pregunto Luna –
- Jajajajajajajajaja ya entendí las herramientas no sienten solo existen para ser manipuladas…
Cuando Kriel termino de entender eso, Luna le dio la espalda y se fue caminando hasta que la niebla, la oculto, en el momento en que Krisal descuido a la niña también desapareció y un ruido de una multitud que no se podía ver comenzó a sonar cada vez más fuerte y conforme el volumen aumentaba, una luz incandescente invadió el lugar donde estaban Kriel y Krisal.
Los dos tomaron una bocanada de aire y despertaron, cuando se dieron cuenta estaban rodeados de Kurs de todos los rangos y formas, en el momento que se disponían a exterminar a los Kurs, de la multitud salió un anciano, que sabía comunicarse en la lengua de Neoumbra y dirigiéndose a los semi dijo.
- Bienvenidos, debo decirles algo, luego de eso me pueden matar si quieren.
VI
Sin pensarlo mucho los semis decidieron escuchar al viejo, sin embargo este solo les indico que los siguiera, conforme iban adentrándose en territorio Kurs, comenzaron a aparecer ruinas que denotaban que en esos lugares existió una civilización avanzada, tal vez más que Neoumbra, de pronto entraron en una especie de templo que aún conservaba la mayoría de la estructura, luego el anciano tomo un fuego de color verdoso y lo lanzo dentro de un recipiente de metal, lo que ilumino todo el lugar.
- Sean bienvenidos, ese es el lugar sagrado donde comenzó todo – repuso el anciano – por favor escuchen lo que les diré.
En ese momento el anciano le dio un soplo al fuego y del humo y hollín que emanaba comenzaron a salir figuras.
- Hace mucho tiempo – continuo el anciano – unos segundos después que se creó este multiverso que todos conocemos como Arcverso, nacimos los Kurs, al principio éramos animales, pero poco a poco fuimos adaptándonos hasta llegar al punto de auge que pueden evidenciar en nuestras ruinas, pero toda civilización decae y nosotros no fuimos la excepción…
De repente la habitación se llenó del humo y la única iluminación era la producida por la llama verde, lo que permitió ver más dinámicas las figuras de humo.
- …Nosotros nombramos seis virtudes, no fue un acto de diferenciación especial, simplemente ellos trasmitían lo que aprendían y los Kurs somos agradecidos, así la presencia, la sabiduría, la visión y la verdad tomaron la batuta de nuestra tierra, pero algo sucedió.
De pronto Krisal y Kriel se sintieron mareados, debido al humo, por lo que intentaron escapar pero por más que intentaban hacer algo no surtía efecto, en ese momento el anciano se acercó y les dio un poco de esencia, pero en ningún momento interrumpió la historia.
- Un día la verdad subió más allá de las estrellas, un lugar al cual no se podía ir, ya que pocos seres aguantan la información de los espejos, sin embargo cuando la verdad descendió, cometió el error de los dioses, el error de creer que su visión del mundo es absoluta, por fuera era el ser más resplandeciente, incluso más que las demás virtudes, pero por dentro estaba muerto.
De pronto Krisal interrumpió al anciano.
- Un momento ese ser… ¿acaso no es?
El anciano cerro lo ojos en señal de resignación y profundo dolor.
- Así es, dios, es un Kur, uno que se descarrió y no conforme con la realidad que nosotros aceptamos creo un mundo a su imagen, con sus reglas, con su verdad como absoluta y para asegurarse de que su utopía tuviera sentido absorbió la habilidad de las otras virtudes, por eso es omnipresente, omnisapiente y lo ve todo.
Krisal y Kriel se sentían mal por todo lo sucedido, pero no sabían que decir o hacer.
- Nunca entendimos por qué motivo nos atacó, pese a que las otras virtudes intentaron hacerlo entrar en razón, lo que hizo dios fue asesinarlos, pero en el momento que los absorbió y sus almas se fusionaban, en ese instante mostraron el futuro y desde ese momento dios sabía que un día una anomalía en su plan perfecto, seria nefasta.
En ese momento Kriel se acercó al anciano con mucho arrepentimiento con ánimo de disculparse y de nuevo la secreción apareció en sus ojos, el anciano con sus dedos limpio el líquido del rostro de Kriel, luego le sonrió cálidamente y le dijo.
- Tranquila señorita, no llores por algo que no tienes culpa.
En ese momento Kriel se sorprendió y se quedó atónita por un tiempo.
- ¿llorar? Así se llama – pensó Kriel – todo este tiempo llore sin saberlo, eso quiere decir que no soy una herramienta, las herramientas no sienten y esta sensación libera, pues no agrada a nadie, solo al alma que lo entiende y aquel que lo hace.
El anciano se dirigió a Krisal.
- Saben me doy cuenta porque están aquí, al parecer ustedes son lo que fallo en el plan de dios, sobre todo porque sensaciones como esa se convirtió en algo que solo los Kurs hacen, en este mundo.
Krisal le hizo una reverencia al anciano, una que nunca le había hecho a dios.
- Anciano – exclamo Krisal – le agradezco por darnos respuestas, pero debo decirle que dios se prepara para atacarlos y eventualmente exterminarlos, nosotros en estas condiciones no podemos hacer nada, somos inútiles.
El anciano soplo el fuego y todo volvió a la normalidad.
- Saben aún pueden ayudar, pero los Kurs hacen las cosas por su propia iniciativa, si aceptan yo me comprometo a hacer un poco de tiempo, pero antes deben confiar en mí, en un Kur que hace unas lunas era un enemigo.
Krisal y Kriel se tomaron la mano y le hicieron una declaración al anciano.
- Yo Kriel la virtud del silencio, doy mi palabra que seré la herramienta y maestro del pueblo que me acogió luego de haber sido desechada.
- Yo Krisal el coro, no, la virtud de la soledad, doy mi himno y mi alma por aquellos que me dieron una segunda oportunidad.
El anciano sonrió, tomo un cuchillo un tanto extraño y corto sus venas, la sangre cayó sobre un sello y se abrió un portal.
- Espere toda mi vida por este momento, se los agradezco – susurro el anciano con la poca fuerza que le quedaba – recuerden lo que la niña y la espadachín les enseño, lo que está dentro del portal los espera.
Antes de entrar en el portal en señal de respeto, Kriel y Krisal dejaron sus armas con el anciano, luego de entrar al portal, un ave se posó en el hombro del anciano y este le susurro algo, al hacerlo el ave voló al lugar más alto y comenzó a graznar, logrando que más aves volaran en todas las direcciones a través de la niebla que ya había cubierto Neoumbra y llegaba a los territorios Kurs.
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