Me aflojaba la corbata mientras bajaba la pantalla del portátil y suspiraba con un peso menos encima. Miré la hora en mi móvil, pronto seria la hora de comer. Salí de mi habitación y no vi a nadie, pero había sobre la mesa una nota. Axel decía que bajaba un momento a comprar algunos ingredientes.
- ¿Le di dinero o cogió él? – me pregunté- Bueno, supongo que se las apañará- me encogí de hombros mientras Blue se posaba sobre la mesa.
- Dinero, dinero- pio
- Ahora que lo pienso, pronto acabarán sus clases y empezará sus vacaciones de verano.- medité.- Todo son problemas, eh…- suspiré.- También espero que no se forme revuelo por que los dos pasemos tiempo juntos, seguro que los reporteros se pirran por inventarse historias absurdas- suspiré de nuevo
- ¿No dicen los japoneses que al suspirar se escapa la felicidad?- escuché mientras se cerraba la puerta.- Ya estoy de vuelta- dijo Axel llegando con una bolsa en manos.
- Bienvenido- le seguí con la vista.
- Hoy comeremos unos filetes de pavo, muy saludable, y unas patatas fritas- me dijo mientras me pasaba una patata y empezaba a vaciar la bolsa- ¿Sabes pelar patatas?
- ¡Claro que sí!- respondí mientras cogía la patata y un pelador.
Axel se reía al verme pelando a cachos la patata, con cero de práctica y menos mil de elegancia.
- No te rías- hice pucheros mirando hacia el dichoso tubérculo.
- Bueno, bueno, la practica hace al maestro ¿no?- comentó sacado un sartén y los utensilios que necesitaba de la cocina.
- Veo que ya te has adaptado a mi cocina, ya sabes dónde está todo.- observé
- Estuve revisando todo para saber si necesitaba alguna herramienta para preparar el postre, pero está muy bien equipada. Con todo y sin estrenar nada…- lo último me pareció que sonaba con reproche.
- Ya dije que lo mío no era la cocina, normal que no usara nada…- seguía peleándome con la patata.- ¡¡Por fin!!- alcé la patata pelada, Axel soltó una suave risa.
- Muy bien- dijo dándome una palmadita en la cabeza.
Nos divertimos bastante haciendo la comida y en acabar de comer nos pusimos en serio a preparar el postre prometido. Axel me hizo recoger el pelo en una coleta y ponerme un delantal. Ambos vestidos con mandil y con las manos lavadas empezamos a preparar ese brazo de gitano. Axel daba las indicaciones y yo intentaba seguirlas. No era nada fácil.
- Ahora echa la harina en el bol poco a poco, mientras voy removiendo.- me indicaba.
- Vale- incliné la taza que contenía 120g de harina sobre las claras batidas y azucaradas.
- Cuidado, no tan de golpe…- suspiró en ver la nube de harina que formé al echarlo.
- No sirvo para esto…- recogí la harina que había caído fuera del bol.
- Va, no te pongas así, nadie sabe hacer las cosas bien al principio.- comentó- prepara la bandeja del horno, mientras acabo de mezclar esto.
Me sentía algo inútil al no saber hacer cosas tan simples, pero teniendo en cuenta que nunca cociné por mí misma… Aun así me estaba divirtiendo bastante, y Axel no parecía reprenderme por mis fallos, así que a veces bromeaba con algunas cosas. Bueno, no le hizo mucha gracia que me fuera comiendo lo que sería el relleno del postre antes de untarlo en el bizcocho, pero… oye estaba bueno…
- Ha costado, pero mira, no tiene mala pinta- comentó Axel espolvoreando azúcar glasé por encima.
- Pues hagamos la cata- comenté sacando los platos.
- Después, ¿Puedo llevar un trozo para que lo pruebe Furio?- comentó dejando el delantal en la cocina.
- Claro, si no me lo como yo todo antes- bromeé.- Veo que has hecho buenas migas con él.
- Bueno, es un señor muy agradable.
Nos sentamos a mesa para disfrutar del postre. Y aprovechar para hablar relajadamente.
- Por cierto, mi escuela queda lejos de aquí así que…- empezó a formular la frase Axel pero quedó a medias como si no supiera como concluirla.
- No te preocupes, por las mañanas te puedo llevar yo, me pilla de camino. Mi manager ha conseguido que me cogieran fija en la revista de moda VAL, así que tengo que ir todas las mañanas.- le informé.
- Creo que ya es mucho abuso de tu amabilidad…- agachó la cabeza.
- ¡Qué va! Ya te he dicho que paso cerca, así que no pasa nada.
- Muchas gracias, pero no hace falta que me dejes delante, con que me dejes dos calles antes… mejor…- comentó rascando el plato con el pequeño tenedor.
- De acuerdo.- respondí pero no entendía el porqué de eso, pudiendo dejarle en la puerta, ¿Por qué dejarle caminar? Pero como era su decisión pues que así fuera.
- Chloe me ha dicho que tendré mucho trabajo, este verano, cuando empiece las vacaciones.
- Eso está bien. Pero, ¿Ya tienes pensado que vas a hacer al acabar el curso?
- Pensaba seguir modelando, y dejar de estudiar.
- Nada de eso, eso es una tontería. ¿Cuántos cursos te quedan?
- Hem… En acabar este, uno más donde tendré que elegir si quiero ir a la universidad…- comentó.
- Pues aun tienes un año para pensar, no tires tu vida solo por modelaje. Seguro que hay más cosas que hacer y que se te dan bien. No tienes por qué estar exclusivamente en una cosa.
- ¿Me lo dices desde la experiencia propia?
- Si y no… Creo que los recuerdos de la escuela deben de ser increíbles, nunca fui a una.- me apoyé en el respaldo de la silla mientras acababa el bocado de bizcocho- siempre tuve profesores privados que venían a darme clases a casa. Mi padre es muy estricto, así que nunca me dejó ir a escuelas por eso cuando me puse a trabajar de modelo a sus espaldas, pues aproveché para entrar en la universidad.
- Eso es increíble- comentó con tono de emoción.- Con todas las practicas que nos hacen a nosotros… tantos simulacros de exámenes y eso…
- Ya, pues tú te quejas de eso y yo siempre quise experimentar que era estar en una clase con compañeros, profesores alocados, actividades extraescolares, viajes de estudios y…- suspiré mientras acababa de limpiar el plato con el tenedor.
- Bueno, ahora que estas en la universidad, algo puedes ver ¿no?
- No es lo mismo…
- Oye y… ¿Por qué duermes en la habitación más pequeña de la casa?- preguntó de golpe cambiando de tema radicalmente. Me pilló de imprevisto formando un momento de silencio.
- Buena pregunta- corté otro cacho del postre- Mi padre insistían que hay que apreciar lo que se tiene y saber respetar lo humilde. Por lo que él, en muchas ocasiones, nos hacía vivir con algunos empleados de confianza para que nunca nos creyéramos superiores. Pero claro, creo que cogí esta manía porque su secretaria tenía la manía de cerrarme en un armario cada vez que intentaba huir de casa…
- Espera, espera… La secretaria te cerraba en un armario y tu padre, tan estricto como dices que es, ¿no hizo nada?- comentó haciendo un gesto con la mano.
- Nunca se lo comenté.- recogí mi plato mientras veía a Axel frotándose la frente, no sé si asimilando lo que acababa de decir o si estaba haciendo un facepalm. Por lo que concreté más- Esa mujer aún sigue trabajando para mi padre, y con tantos años de experiencia es difícil de sustituir. Si a eso se le añade que es su amante… pues… ya ves porque no dije nada.
- Vaaaaleeee…. Eso es raro…- dijo mientras recogía su plato- yo me esperaba una respuesta más mona, no se…
- Por ejemplo, ¿qué me da miedo dormir en una habitación grande yo sola?- dije, aunque en parte, eso podría tener algo de verdad. Tenía muy malos recuerdos de las habitaciones grandes de las casas de mis padres.
- Por ejemplo, sí. Eso se vería adorable.- respondió.
- Pues si me invitas, no vería problema a dormir si me acompañas- bromeé y en verle sonrojarse me dio por querer meterme con él un poco más, pero pensé que ya sería excederme.
- Tú…- se cortó por un momento- ¿Tú tienes pareja? es decir novio oficial.- preguntó desviando la mirada.
- Tenía- respondí vagamente al recordar a Montbleu.- Pero dejemos esos temas. En acabar de limpiar los platos ¿quieres echar una partida a algún videojuego?
- Ehm… No sé, no entiendo de eso. Seguro seré muy malo…
- No te preocupes, solo es para pasar el rato.
Mientras él limpiaba, yo le bombardeaba a preguntas del estilo ¿te gustan los juegos de disparos y guerra? ¿Quieres historia compleja? ¿Prefieres minijuegos? Y así, para saber que juego podríamos jugar. Al rato pareció explotar.
- ¡Ya! A mí me basta con que me enseñes tu sala de videojuegos y vía.- alzó las manos- si eso miro como juegas…
- OKEY- me levanté y le agarré del brazo- Vamos, e intenta no tocar nada.
Yo parecía la más emocionada de enseñarle mi colección. Abrí la puerta junto a un “¡chanchaaann!” La sala era el doble que su habitación, solo que más alargada, con dos ventanas y dos puertas. Entre las ventanas una gran tele de plasma y justo debajo mis diversas consolas, playstation, Xbox, Wii… Alrededor de las paredes estanterías y cristaleras llenas de juegos, figuritas coleccionables y otros merchandising, como mi antigua Game boy o la primera playstasion… Todos los juegos bien colocados en sus estanterías, ordenados por consolas. En el centro de la sala un sofá frente a la tele, dos puffs azules y una pequeña mesita de cristal para colocar los aperitivos. Al final de la sala una larga mesa con tres pantallas de ordenador, junto a su teclado, ratón y diversos joysticks.
- Tengo de todo y de todas las generaciones de consolas y juegos- dije mientras entraba- ¿Qué tal?
- Increíble, la de cosas que hay aquí… ¡Seguro vale una fortuna!- comentó observando una figura de Link sobre Epona que tenía guardada en una vitrina.
- Eso no es lo importante, sino el valor que yo le doy- protesté- Pero todo lo pagué yo- hice pucheros.
- Vale, vale…- sonrió mientras seguía mirando- Tienes estos juegos ordenados como si fueran libros… que orden… ya podrías hacer lo mismo en tu habitación…
- No tienen punto de comparación…- reproché.- ¡Ahora juguemos alguno! Tengo algunos cooperativos o de estilo juego familiar y tal…
- Vaaaleee….- suspiró pesadamente.- Si eso te contenta… Pero solo un rato.
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