Mathias

- Vamos – dijo el hombre que al parecer es mi padre

- Bien, vamos – dijo la mujer que al parecer es mi madre

Nos llevaron a fuera de la casa y nos sentaron en el piso, mi padre se alejó y mi madre me levanto de las manos y empezó a avanzar no sabía qué hacer, no podía moverme como yo quería mi madre me querría llevar con mi padre que estaba un poco lejos de nosotros pero cada vez nos acercábamos más a él, pero yo no querría ir con el querría ir por la cosa redonda con dos colores, me solté de una mano, caí , me levante como pude sin ayuda y las personas que estaban ahí se emocionaron, no lo entendía, mire la cosa redonda de dos colores que estaba a un lado de mi padre, empecé a moverme en esa dirección.

- No lo toques, deja que venga hacia mí - ¿hacia él? Pero no iba con él, camine más rápido, caí unas tres veces pero me levante y seguía ya estaba donde mi padre pase a un lado de él y llegue donde la cosa redonda, la cogí con mis manos pero era más grande y pesada así que me caí de espaldas con la cosa redonda en las manos recibiendo un golpe en la cabeza.

- ¡¡MATHIAS!! – dijeron mama y papa corrieron donde yo estaba y trataron de quitarme la cosa redonda, no los deje, sí, me dolía la cabeza pero no iba a llorar

-Vamos dame el balón - ¿balón? así se llama la cosa redonda

- AAAAHHHH!!! -mis padres y yo nos giramos por donde gritaban mis hermanos, mis padres fueron a verlos y trataban de calmarlos yo fui donde estaban ellos gateando con la pelota delante mío tratando de que no se fuera, llegue donde mis hermanos les enseñe la pelota y pararon de llorar, deje el balón a un lado y los abrace.