La biblioteca estaba sola, lo que fue bastante conveniente para Noha, no quería ser observada mientras estuviera buscando información. De hecho, no quería ser observada por nadie en ese lugar; por eso se había ocupado de mantener el perfil más bajo posible. Había asistido a unas 4 clases desde que había ingresado, se ocupó de que los profesores no supieran su nombre y apenas reconocieran su rostro. Estaba allí para ayudarse a sí misma. Le gustara a su padre o no, debía entender un par de cosas antes de largarse de allí.
La biblioteca de Veaux estaba muy bien organizada, a primera instancia parecía una catedral gótica, con techos altos y vitrales de colores con terminaciones cóncavas típicas de esas estructuras.
Noha caminó los pasillos buscando la categoría que buscaba, los pasillos estaban divididos en todas y cada una de las materias que se dictaban en la institución, matemáticas, biología, historia, etc. Cada categoría tenía sub-divisiones dependiendo del qué se estuviera buscando. “Historia de las armas, historia de la vida, historia de la humanidad según “X” autor, y esta a su vez se encontraban organizadas por orden alfabético.
Caminó largo rato hasta que al fin encontró lo que buscaba, “Desarrollo y evolución histórica de los Alesios”. Se ubicó en una mesa que estuviera lo más alejada posible de todos para poder concentrarse sin ser interrumpida; uno que otro paso se escuchaba al fondo pero era lo normal. La única manera de que estuviera totalmente sola es que la biblioteca estuviera cerrada, y violar la seguridad de cualquier recinto de Veaux tenía un costo, eso ya lo había confirmado.
Leyó la introducción del libro y se le hizo familiar, era básicamente lo que había leído siempre, lo que tía Jara se encargo que no olvidara. Eran “recipientes” pero a través del tiempo las cosas había empezado a cambiar… pasó hoja tras hoja echando vistazos rápidos tratando de encontrar algo que le diera respuesta a lo que estaba ocurriendo.
Desde que había llegado a Veaux empezó a perder control de su cuerpo. Tía Jara le había dado información suficiente como para mantuviera el control necesario sobre sí misma, la entrenó para que pudiera hacerle frente a cualquier situación extraña que pudiera presentársele. Pero no entendía lo que estaba pasando; de momentos se sentía en un limbo, se perdía, sentía como la esencia de su alma se desvanecía dejando su cuerpo vacío, igual que, un recipiente… Cuando lograba despertar del trance se encontraba en lugares diferentes, sin tener idea de cómo había llegado hasta allí. Sin recordar absolutamente nada.
¿Cómo era posible que un cuerpo vacío pudiera moverse? ¿Sí se desvanecía ella también lo hacían los otros? ¿Alguien la estaba manipulando? ¿Estaba corriendo peligro? Demasiadas preguntas y muy poco tiempo para investigar, su estancia en veaux sería corta, podía sentirlo.
El libro iba en orden cronológico, era bastante grande, daba una breve introducción sobre los Dalios y este era el punto de partida para entrar en tema sobre los Alesios. Los primeros en nacer, —ese tema ya lo conocía— términos básicos para entender como cambiaba el cuerpo de un chico que era convertido en Alesio, dado que a diferencia de los Dalios, los Alesios no nacían, se hacían. Lo controversial que se volvió el tema a medida que los siglos fueron pasando, la esclavitud, la revolución francesa, y aun no encontraba nada que le diera respuesta.
Miro el celular, llevaba más de una hora allí. Siguió revisando, esta vez ojeando las páginas más despacio. Tenía que encontrar algo antes de irse porque no existía la posibilidad de que pudiera sacarla para leerlo en su habitación.
—Calixto, Euridia… Talos, Mederis…
Se detuvo en esa página y empezó a leer…
Mederis dama de la edad media,
Alesia de un personaje famoso [Nombre omitido]
Entre sus habilidades destacaba la lectura de la palma, visión de futuro, y algo único conocido como “El despertar”.
El despertar; Habilidad de la cual no se obtuvo ningún otro registro —anterior o posterior— Mederis tenía la capacidad de despertar las capacidades Dalias de un humano común. El como lo hacía son datos desconocidos, el único registro que se guarda son cartas de ella hacía su mejor amigo Javier, un noble de la corte española con quien mantuvo correspondencia durante el periodo de este en corte.
Mederis estaba siendo acusada de bruja si no le concedía habilidades o “poderes mágicos” al rey.
Entre los padecimientos de esta por poseer un alma Dalia estaba una artritis reumatoide, lo que alentó su acusación de bruja; pérdida de visión progresiva y desvanecimientos.
La artritis reumatoide es un padecimiento típico en los Dalios y Alesios de edad, sin embargo, Mederis contaba con 42 años al momento de su ejecución.
La pérdida de visión progresiva es típica en los Alesios que poseen habilidades de visión o adivinación, ya que se deduce, que el despertar del tercer ojo mitiga la vista.
El desvanecimiento es algo que ocurre muy rara vez, pero se conoce hasta ahora que algunos Alesios —cuando no pueden soportar un alma muy poderosa— tienen sesiones de desvanecimiento, en estos momentos el alma original del portador suele perder esencia dejando el cuerpo o recipiente vacio. En el caso de Mederis al estar el recipiente vacio era ocupado por la contraparte habitante en su ser, siendo este el primer caso registrado de lo hoy conocido como “trastorno de personalidad múltiple”
—Disculpa ¿Te interrumpo?
Noha sintió un escalofrió recorrerle todo el cuerpo. Había una sombra negra sobre ella. Se giró despacio tratando de mantener la compostura.
Un chico sonriente la miraba.
—¿Te he asustado? Perdóname ¿Tú eres Noha?
—Así es —Noha respiro profundo al notar que no era un rostro conocido—. ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Te conozco de alguna parte?
El chico hizo su sonrisa más amplía.
—No. —Extendió la mano—. Mi nombre es Teodoro Malkart, pero prefiero que me digan Ted.
Comments (0)
See all