Capítulo 1
La decadencia.
(Janeth)
18/Octubre/1934. Mi nombre es Janeth Lilia Wester Real, segunda hija de Will Wester y Bistritz Real. Tengo 9 años y además de vivir con mis padres comparto casa con 12 personas de mi familia, pero eso me gusta, estar con las personas que amo.
Aun que nuestro nivel económico es alto, vivimos en una casa que da un aspecto atemorizante. La vivienda es muy grande, pero hace mucho que la casa adopto un tono oscuro.
Vivimos cercas de un pueblo, pero mi madre me prohíbe visitarlo y está un poco retirado ya que la casa está escondida entre un pequeño bosque.
Leyendas antiguas dicen que 2 enamorados murieron en este bosque. Su historia dice que los padres prohibieron a los dos chicos volver a verse, pero ¿qué tiene de diferente esta historia a las típicas como Romeo y Julieta u otras historias de amor? En que los enamorados llevados a la locura deciden matar a sus familias. Cada integrante sin dejar uno vivo.
Un tiempo después la feliz pareja se había mudado al bosque donde decidieron vivir sus dulces vidas, pero no sabían lo que pasaría. Una noche la feliz pareja fue atacada por la gente del pueblo que se enteró de lo sucedido, el pueblo trato de tomar justicia por su cuenta, la pareja de enamorados sabiendo que no tendrían salvación decidieron cortarse el cuello uno a otro, así se unirían a un más.
Pero como todas las historias de terror es una leyenda antigua y falsa.
Estaba en mi cuarto viendo hacia la ventana mientras las gotas de agua caían de aquel árbol antiguo. Me encantas las veces que llueve y en este pueblo es lo que más pasa. Me gustan los días cuando hace sol, pero me siento más cómoda en este tiempo lluvioso.
Tocaron a mi puerta muy fuerte, la única que golpea la puerta así es mi tía Mina.
Me levante a abrir la puerta, ya que Mina es muy estricta y no le gustan los malos modales.
Mina: Janeth no entiendo por qué el tardar. No te cuesta nada levantarte más rápido.
Janeth: lo lamento tía Mina.
Mina tomo su cabeza y suspiro.
Mina: la mucama dijo que te encontró tratando de abrir la puerta. ¿esto es cierto?
Janeth: Lo lamento tía, pero eso no es vedad.
Mi querida tía coloco sus brazos en su cadera.
Mina: ¿Entonces ella es una mentirosa?
Janeth: No, no estoy diciendo eso.
Mina sacudió el polvo de mi hombro con su mano con guantes blancos.
Mina: No lo vuelvas hacer, ¿está bien?
Mi tía sonrió levemente y volvió a su cara habitual. Salió de mi habitación.
Mina: ¡Date una ducha!
Mina tenía su vestido blanco de la parte superior y negro con lentejuelas de la parte inferior y sin mangas. El cuello del vestido de Mina era demasiado apretado que hacia levantar su cuello y no podía faltar sus guantes blancos hasta los codos.
Mi tía jamás a seguido la moda de estos tiempos, ella crea sus propias vestimentas.
Siempre me ha gustados el tipo de vestido que utiliza mi tía, además de su cabello lacio de color amarillo claro no como el mío que es más fuerte y siempre tiene que estar amarrado hacia atrás.
Después de bañarme baje a la cocina.
El mucamo se dirigió hacia mí.
Dylan: Como amaneció hoy señorita Janeth.
Una sonrisa sincera se desprendía de su cara. Me parecía una persona que disfrutaba de todo lo que le daba la vida y lo contagiaba.
Janeth: Muy bien ¿y usted señor Dylan?
Dylan: este día es perfecto como todos.
Llego a la habitación Dania la novia de Asmodeo Wester el hermano menor de mi padre. Con cigarrillo en mano se colocó en la pared.
Dania: Es enserio Dylan, me dan mucha flojera tus comentarios.
Acerco su cigarrillo a su boca. Dylan volvió a sonreír no importándole las palabras de Dania.
Dania: Dile a mi amorcito que me lleve uno de los automóviles el rolls royce silver ghost.
Dania salió de la casa. Me parecía una persona muy molesta, además no le gusta estar con mi tío por amor solo por el dinero. Comí un poco de chocolate. Me acerque a la ventana. Observe a Dania mientras se acercaba al coche, arrojo el cigarrillo. Al verme se despidió de mi con una sonrisa fingida y diciendo adiós.
Encendió el coche y se fue.
La lluvia parecía estar más fuerte. Tocaron a la puerta y Dylan fue a abrí muy deprisa mientras acomodaba su vestuario. Mi altura no me permitía ver quien era.
Dylan: dígame caballero ¿a quién busca?
Persona: Acabo de llegar a este pueblo y el señor Dimitri me envió aquí.
Mientras Dylan atendía la puerta mi padre venia bajando de las escaleras.
Will Wester: Déjalo pasar Dylan.
Dylan se movió a un lado y la persona paso. Era un joven de cabello café y delgado. Camino hacia mi padre y estrecharon su mano.
Persona: Mi nombre es Armando, el señor Dimitri dijo que era amigo suyo y que podría quedarme aquí una noche. Estoy de paso.
Will Wester: Si, me lo comento por teléfono y por supuesto que te puedes quedar esta noche.
Mi padre llamo a la mucama y al mucamo con las manos.
Will Wester: lleven las maletas del joven al 3 cuarto de visitas, algo me dice que le encantara estar aquí.
(Armando)
17/Octubre/1934. Tendré que dormir temprano ya que tengo que tomar el tren que parte a las 5:10 al amanecer. Y hospedarme en un tonto pueblo olvidado.
Escuche que tocaron la puerta. Era el señor Dimitri el cual me hablo de una casa escondida en un bosque, pero que dicha casa no tenía pierde ya que estaba a la entrada del bosque. No tan escondida.
No podía implorar más, era lo único lo tomaba o lo dejaba y mi tiempo está contando, tengo que llegar rápido a la ciudad que está cerca de ese pueblo.
Dimitri: Necesito una respuesta, muchacho.
Armando: Lo lamento señor, y claro que acepto dicho lugar.
No quiero ir a un pueblo sucio y antiguo. La buena noticia es que al llegar temprano a mi objetivo más pronto seré reconocido en miles de lugares.
Después de mucho pensar en este pueblo logre conciliar el sueño. Pero una pesadilla me despertó. El sueño que me hizo saltar de mi cama y tomar de mi cómoda un crucifijo que tenía en este, fue al ver un señor con traje y una mujer con un vestido blanco, ambos reían sin parar y sus ojos estaban en blanco, la mujer tomo mi mano y se convirtió en una bestia que mordió mi brazo. Mientras tanto el señor reía como loco al ver a su mujer destrozándome.
Por alguna razón me invadió la curiosidad y quería saber el nombre del pueblo apenas siendo las 2:30 de la mañana. Salí de mi cuarto ya que estaba por el momento como inquilino del señor Dimitri en su mansión.
Me perdí entre miles de habitaciones, no encontraba la habitación del señor Dimitri.
Siendo honesto, el señor Dimitri no parece de la edad que tiene y eso también me da un poco de miedo. Su edad es de 50 años, su cara y cuerpo parecen de 25, talvez sea por ser europeo o yo que sé.
Seguía tratando de encontrarlo. En una de las habitaciones estaba una mucama viendo por la ventana. Decidí preguntarle a esta mujer si podía indicarme el camino a la habitación del dueño.
La mujer era de una edad avanzada.
Armando: Disculpe señora.
Al girar su mirada hacia mí, vi el horror. Sus pupilas eran blancas y su mirada seca al igual que sus expresiones, como si fuera un cuerpo sin vida. Salí corriendo de aquella habitación sin voltear a ver atrás.
Al entrar a mi habitación corrí a mi cama. ¿Qué fue eso? ¿Qué le sucedía en la mirada? Mi cara estaba muy pálida, pero lo peor es que no me había dado cuenta.
Alguien me estaba observando dentro de mi cuarto. Tome la vela, pero esta apenas quitaba la oscuridad que intentaba sumergirme en ella. No veía quien me miraba, pero se sentía muy pesado.
Movía mi mano con la vela hacia todas partes. Escuche una carcajada de un niño pequeño. Mi cuerpo no me respondía que fue ese sonido, ¿un niño? ¿aquí?
Pasaron 30 minutos en silencio, no sabía qué hacer. ¿Fue acaso mi cabeza? Me quede con este pensamiento, talvez lo imagine. Sin darme cuenta me quede dormido.
4:00 de la mañana. Tengo que levantarme para dirigirme a la estación. Dimitri entro de nuevo al cuarto.
Dimitri: La mucama pide disculpas por cualquier tipo de reacción que produjo sobre ti –Me acerco una pequeña bandeja con alimentos.
Dimitri: Ella quiso preparar esto para ti, antes de tu partida.
Armando: Muchas gracias señor Dimitri y de mi parte podría decirle que pido disculpas por mi reacción.
Dimitri: Si, no se preocupe, la anciana tiene una enfermedad en los ojos.
El señor Dimitri salió del cuarto. Entonces recordé porque hace algunas horas intenté buscarlo.
Armando: ¡Señor!
Dimitri volvió a entrar.
Dimitri: ¿Si?
Armando: ¿Cuál es el nombre del pueblo?
Su mirada cambio al igual que su expresión. Una expresión alegre, pero alegre de maldad y recuerdos.
Dimitri: El nombre de dicho pueblo es Vallum –Cerro la puerta con furia.
18/Octubre/1934. Está a punto de llegar mi tren. Una parte de mi me dice que no entre al tren, pero es mi única oportunidad de que todos me reconozcan.
Mi pie dejo de tocar el andén. Ya estaba en el tren, avanzando poco a poco dejando todo atrás. Es lo que he esperado mucho tiempo.
7:28 de la mañana. Por fin he llegado a este pueblo. Todo tiene tonos oscuros, además muchos sancudos están a la orden del día al parecer. Espero marcharme pronto.
Un carro llego afuera del pueblo. Una voz del interior del coche salió –Es usted Armando.
No lo estaba preguntando, lo estaba afirmando. La puerta de atrás se abrió y la voz se volvió a escuchar –Adelante joven lo llevare a la casa de los Wester.
La lluvia comenzaba a caer. No tenía más que hacer así que decidí entrar al coche.
El coche comenzó a avanzar hacia adentro del pueblo. Las personas del pueblo volteaban a observar el coche mientras susurraban. Uno de ellos con su expresión me decía no.
¿Qué estaba pasando? Si importarme ignore a las personas. El coche a medio pueblo cambio su dirección directo al bosque.
Ya habían pasado 20 minutos. Por fin veía la casa a lo lejos. La verdad es que tiene un aspecto atemorizante, pero es gigante como para que vivieran 25 personas en este lugar.
Al acercarme lo suficiente observe a una mujer hermosa saliendo de la casa. Esta mujer tenía puesto un abrigo muy lujoso y una falda un poco larga, sus cejas algo largas, y un cabello oscuro perfecto. La mujer subió a un coche y salió del bosque.
Antes de salir del auto la voz de adelante volvió a dirigirse a mí –Recuerde señor, el mundo pasa por una época muy violenta.
Desconcertado de lo que dijo no sabía que contestar, sabía lo que ocurría en estos tiempos.
Armando: Lo se señor, sé que este no es de las mejores épocas de este siglo.
Sin más de que hablar salí del coche y corrí a la puerta de la casa. Unos segundos después de tocar, un señor abrió la puerta.
Señor: dígame caballero ¿a quién busca?
Armando: Acabo de llegar a este pueblo y el señor Dimitri me envió aquí.
Mientras conversaba con el odioso señor, Will bajaba por las escaleras. El señor Will es igual a Dimitri, son de avanzada edad y se ven más jóvenes que yo mismo.
Will Wester: Déjalo pasar Dylan.
Dylan se movió a un lado por fin y logre pasar para librarme de la lluvia. Al ver a mi alrededor solo logre ver a una niña de cabello amarillo fuerte y agarrado con una trenza que pasaba por enfrente de su cabeza formando una corona. Ojos grises. El vestido de la niña era negro con calcetas blancas y zapatos negros.
Para estar pasando todo el mundo por una época muy dura a esta familia parece no afectarle.
Camine hacia el señor Will y estreche su mano.
Armando: Mi nombre es Armando, el señor Dimitri dijo que era amigo suyo y que podría quedarme aquí una noche. Estoy de paso.
Will Wester: Si, me lo comento por teléfono y por supuesto que te puedes quedar esta noche.
El señor Will llamo a su servidumbre.
Will Wester: lleven las maletas del joven al 3 cuarto de visitas, algo me dice que le encantara estar aquí.
Los empleados me llevaron a mi habitación de una noche, la casa por dentro era aún más grande. Pero el aspecto atemorizante olvidad era el mismo.
Antes de entrar a la habitación vi a dos gemelas a lo lejos viéndome asustadas. Al tratar de observar mejor las dos niñas de unos 15 años desaparecieron.
Dylan: Aquí están sus maletas señor.
Armando: si, como sea.
El cuarto tenía una pequeña mesa al frente de la cama y una silla. Era perfecto para seguir escribiendo y seguir con mi historia de crimen.
La realidad estoy aún más emocionado porque pueden mandar mi historia a nivel mundial.
La niña de abajo llego a mi cuarto. Toco la puerta abierta.
Niña: Disculpe señor, pero de su bolsillo salió esto y callo en el piso.
Le arrebate el papel de la mano. Era la ubicación de donde tenía que ir para que vieran mi libro.
Armando: Lo lamento por quitarte así el papel, pero es muy importante para mí.
Niña: No tiene por qué pedir disculpas si es tan importante.
Armando: ¿Cuál es su nombre pequeña damita?
Janeth: Janeth Lilia Wester, mucho gusto.
Se veía que la pequeña era muy tímida. Salió de la habitación y se fue.
(Will Wester)
18/Octubre. Parece que esta vez no tendremos que salir a cazar. Mi esposa es una mujer de pensamientos abiertos
Bistritz: ¿Quién es el joven?
Will: Es enviado por Dimitri.
Bistritz: espero que sea de pensamientos diferente o su estancia en esta casa acabara antes de lo propuesto.
Will: Amor tranquila, así es la sociedad de ahora.
Bistritz: Si, una sociedad tonta la cual ven a la mujer como un objeto que vale menos que una piedra y a dos hombres que se quieren como una abominación.
Me acerque a ella y bese su hombro.
Will: Tranquila, el muchacho solo se quedará un día. Además, sabes que no todas las familias son iguales.
Bistritz: Solo espero que en un tiempo más adelante todo cambie.
Will: Me encanta tu forma de ser, fría y siempre viendo lo malo del mundo, aparte de que siempre vistes a la moda.
Bistritz voltio sus ojos hacia mí.
Bistritz: Lo digo enserio y yo me encargare de enseñarle a respetar con mis propias manos.
Bistritz salió de la habitación. A mi esposa jamás le gusto que otra gente se quedara en casa. Un tiempo más tarde salí de casa para arreglar unos problemas con mi empresa.
Estaría afuera de casa un tiempo, pero llegaría a tiempo para la cena.
(Bistritz Real)
18/Octubre. Yo no estaba dispuesta a comer eso, así que decidí ir al pueblo.
El bar “Magnes”, uno de mis mejores lugares para cazar. Este lugar está lleno de hombres ahogados de dolor, tratando de olvidar sus pecados con alcohol. Hombres urgidos por tener sexo con cualquier mujer que pase por enfrente.
Entre al bar y como siempre me recibió el señor Magnes uno de los amigos de la familia. Di un beso en su mejilla.
Bistritz: ¿Cómo está el día hoy Magnes? Dame buenas noticias.
Magnes: Mi hermosa Bistritz, hoy está usted de suerte muchos hombres de 30 años.
Primero tendría que ver el área. Me dispuse a sentarme en la barra.
Magnes: El de la mesa 6 de arriba, tiene dos días viniendo aquí, al parecer su novia lo dejo por un millonario.
Mi cuerpo voltio con sutileza a ver a el noble hombre. Era ideal para mí. Mentón alargado y una boca hermosa. Me levanté de mi asiento y subí esas escaleras.
Al llegar a la parte superior me dirigí a la mesa de adelante. Pasaba mi mirada sobre su piel para llamar su atención. Un tiempo después se dio cuenta y comenzó a mirar mi cuerpo.
Se levantó de su asiento y se dirigió hacia mí.
Hombre: ¿Qué hace una mujer tan hermosa aquí sola?
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