(Janeth)
19/Octubre. Al parecer el huésped se marchó. Revise el cuarto donde se quedó anoche. El sujeto no sabía agradecer al parecer, muchas cosas estaban botadas en el suelo, la cama desordenada y un olor un poco desagradable estaba en este cuarto.
Salí de ahí. Comencé a bajar las escaleras. Entonces se escuchó unos pequeños golpes en la puerta. Creí que tal vez era el joven, y que pediría perdón por todo.
La mucama abrió la puerta. Detrás del marco de la puerta estaban 3 personas.
La mujer que estaba en medio entro diciendo –Esta casa… es una lástima. Sin pedir permiso siguió. Al verme un sonido de impresión salió de su garganta –Ella es la pequeña hija de Will y Bistritz, ¡que hermosa!
La señora era más grande que sus dos acompañantes una mujer y un joven. La señora la vestía un gran manto blanco con negro y lo que parecían ¿cráneos sufriendo?
Los dos jóvenes de atrás solo observaban la casa. La jovencita utilizaba un traje negro al igual que el joven y un pantalón oscuro.
No sabía que sucedía o porque estaban aquí estas personas. La mujer anciana se acercó a mí.
Anciana: No temas querida, mi nombre es…
Bistritz: ¡Ándela Márquez!
Mi madre estaba en las escaleras. Al parecer mi madre conocía a la señora y parecían tener un pasado. Pero mi madre no expresaba felicidad más bien rencor.
Ándela: ¡Bistritz! Mi hermosa hija falsa –La señora intento abrazar a mi madre, pero esta lo impidió.
Bistritz: Hija ve a tu cuarto.
Subí las escaleras. La mujer toco mi cabello y sonrió. Una vez arriba comencé a caminar lentamente, quería saber quién era.
Bistritz: Que hace aquí, salga de mi casa.
Mina estaba en la parte baja. Mi tía vio a la anciana y aunque no la alcanzaba a ver escuchaba lo que le dijo.
Mina: Usted que hace aquí.
Ándela: miren ustedes 2 perras inútiles se van a callar y escucharan la razón por la que estoy aquí, y si creen que estoy aquí porque quiero no es así. Ahora siéntense o las matare antes de si quiera puedan abrir su boca para hablar.
La anciana al parecer se enojó. Mi madre y mi tía Mina se sentaron en el sillón.
Ándela: Las siguientes palabras que diré yo Ándela Márquez son las palabras dichas por los 3 Jueces. Testigos son Meliá sovockof, Alejandro piñeda.
Meliá y Alejandro: Testigos somos –Estos dos después de lo dicho sacaron un cuchillo blanco con plateado, y cortaron la palma de su mano.
La sangre salió y cayó en el suelo. La herida que se hicieron se fue cerrando poco a poco hasta quedar cerrada.
Ándela coloco una mano encima de otra. Con un tono más serio en su voz.
Ándela: Algo malo sucedió, y tenemos que arreglarlo.
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