(Hipatia)
17/Marzo/2029
3 Veces más, 3 veces más era lo que mi padre día con día me repetía antes de golpearme por no hacer bien lo que me decía, por practicar mal, por no saber defenderme en artes marciales, por no tocar bien la nota en piano o simplemente por equivocarme en algún signo en alguna problema matemático, decía que la perfección humana no es algo imposible, que simplemente los humanos eran flojos para obtenerla. Los sentimientos eran inútiles para él, parafraseando lo que siempre me decía era: Tienes que ser fuerte, el mundo jamás te ayudara, te tienes que ayudar tú misma.
Lo odio, pero tengo que admitir que me ayudo demasiado en muchas partes gracias a lo que me enseño, aunque mi madre murió cuando tenía 4 años siempre la recordábamos, pero a mi padre le dolía mas y decía que el pasado tenía que quedarse ahí o nos consumiría, pero como le puedes decir a una niña de 4 años que deje de llorar y que se concentre más en sus estudios.
Pero ya quedo en el pasado y el anciano se marchó hace dos años cuando tenía 15 años.
Ya eran las 1:30 de la tarde iba camino a casa de la tía Mónica, cuando me topé con otro cartel, otro estudiante más desaparecido en esta ciudad, era lo que no entendía.
La maldita Abadía Mayor tiene el poder para buscarlos y preocuparse, pero solo pide a su deidad y no hacen nada, se lavan las manos como Poncio Pilato antes de su muerte. Gire la cabeza solo para encontrarme los 14 carteles más de muchachos desaparecidos, la Abadía Mayor se alcanzaba a ver desde la calle donde estaba, casi toda la ciudad alcanza a ver la Abadía Mayor ya que es una pieza arquitectónica inmensa, Todas las Abadías Mayor son 4 veces más grandes que una cancha de olímpicas. Con tanto poder que tienen, dinero y seguridad solo las utilizan para ellos.
Mientras los noticieros no cubren la información a detalle, parece que no quisieran encontrar a esos jóvenes y ya no quiero hablar de El pacto jerarca.
Después de sentir una gran frustración por esos jóvenes, algunos amigos míos que desaparecieron seguí caminando, no quería demorarme más. Sentía un tranquilidad, pero a la vez una inconformidad, cada paso que daba sentía una mirada directa hacia mí, giraba la cabeza cada que podía para revisar que nadie me persiguiera, pero no era así.
Gire la cabeza por última vez antes de golpearme con el señor Will.
Señor Will: Lo lamento muchacha, no la alcance a ver.
Hipatia: No, no se preocupe fue mi culpa, estoy un poco preocupada solamente.
Señor Will pregunto cuál era mi preocupación, respondí sobre las personas que estaban desapareciendo, en su cara también se veía preocupación a lo que replico.
Señor Will: Lo se hija, esos pobres muchachos eran tan jóvenes.
Me despedí ya que quería llegar lo antes posible a casa. Ya estaba a punto de llegar, caminaba viendo hacia abajo y cantando una antigua melodía que aun recordaba de mi madre. Levante la cabeza y en la punta de la calle logre definir una silueta, era un hombre con traje y pantalón negro, al igual que camisa y zapatos oscuros, lo iba a ignorar, pero me di cuenta que llevaba una máscara negra con miles de cristales alrededor de esta que brillaban con el golpe del sol. El hombre o mujer que estaban debajo de esa mascara me veía fijamente, movió la cabeza un poco y comenzó a saludarme muy lentamente, corrí sin pensarlo a la casa y la cerré con llave.
Sentí la mano de alguien en mi hombro entonces reaccione y trate de golpear a la persona en el estómago, pero esta detuvo mi golpe y tomo mi cabeza y la estampo contra la pared.
Mónica: ¡No puede ser! Lo lamento muchísimo querida, no quería hacerlo, pero solo reaccione cuando intentaste golpearme.
Era solo mi tía Mónica, el golpe fue tan fuerte que mi cabeza me dolía, mi tía me pregunto si me encontraba bien y me preparo un remedio natural. Mientras lo preparaba le conté acerca del señor de la máscara.
Mónica: ¿Segura que lo viste querida? No sería algo que fabrico tu mente, como yo cada día me despierto con la pesadilla de que mi cabello ondulado y rojizo desapareció y soy…calva.
Como siempre el cabello de mi tía era antes que todo, ¿Qué pasaría si alguien lo cortara? Jajaj no quisiera saber del pobre diablo que si quiera tocara el cabello de Mónica, me sentía más tranquila al escuchar las palabra de mi tía que siempre me sacaban una sonrisa.
Después de ayudar a mi tía con la casa y terminar mis tareas, comencé a investigar en mi computadora acerca de las desapariciones, solo encontraba información básica, hasta que di con una página algo curiosa.
Revise uno de sus videos llamado “La verdad de la Abadía Mayor”
Una canción algo siniestra comenzaba y una voy comenzó a decir.
-La Abadía Mayor, para muchos un lugar de prosperidad donde existen las jerarquías santas, para otros una mentira envuelta. Es lo que vengo a hablar con ustedes, no se dejen engañar por esas personas existen secretos… secretos que solo saben los 9 Santos padres de luz, sus cleros, episcopados, cardenales y patriarcas.
Para mí el simple hecho de que los cleros y episcopados tengan más poder que un santo padre de luz y le digan que tiene que decir en frente de las cámaras es muy sospechoso, pero más es que cuando los 9 Santos padres de luz se juntan entonces se forma El pacto jerarca y sus decisiones son más poderosa que las de los reyes con sus distritos.
Habrán los ojos, sigan al ojo del saber, el ojos del saber es el verdadero camino a la luz, una luz verdadera, una luz hermosa que es para todos.
Ahí acabo el video, solo son locos tratando de llamar la atención con sus conspiraciones ante algo que es obvio que no existe, pero son sus vidas y a mí no me importa. Seguí un tiempo más en la computadora conversando con mis amigos y describiendo mis relatos, relatos que se recibían muy bien y con un libro publicado de esos relatos llamado “Una chica buscando ser normal” libro que recibió hermosas críticas y con el cual me llevo a realizar presentaciones.
Pero todo eso acabo, hoy en día solo público por medio electrónico. Si darme cuenta ya era tarde, no perdí más tiempo y decidí dormir después de cenar.
-Tienes que tener mucho cuidado.
Un voz repetía lo mismo cada momento, en mi mente me pregunte ¿acaso ya era de día? Mire hacia todas partes y me encontraba en una habitación distinta, estaba alado de dos señores, uno de ellos estaba sentado en la cama tomando de la mano a otro, por sus atuendos oscuros, extravagantes y uno de ellos de cuero eran de la Abadía Mayor. La puerta comenzó a sonar fuertemente mientras preguntaban por un Diacono ¿Cómo llegue a aquí?
De la nada el más grande los dos hombres me tomo de los hombros y comenzó a moverme bruscamente mientras decía -¡Tienes que encontrar la forma de encontrar la verdad!
Me desperté sudando, era solo un mal sueño.
18/Marzo/2029
Me levante rápido de la cama, sin pensarlo ya que era muy tarde para las clases. Llegando a clases el profesor se molestó porque llegue tarde a clases. Al llegar a mi asiento Lana me sonrió y yo devolví el mismo gesto. Paso el tiempo ya estábamos casi por acabar, antes me dirigí a los baños de la escuela, cuando termine me encontré afuera de estos otra vez a Lana, con una hermosa sonrisa me saludo y no despego la mirada de mi hasta que me aparte, en ese momento me sentí muy entusiasmada. Al terminar las clases mis amigos me pidieron acompañarlo ya que la mayoría del grupo iría a comer cercas, todos subimos en el coche de uno de mis amigos y nos dirigimos hacia donde todos estarían.
El tiempo pasaba y todo eran carcajadas, durante media hora hasta que la vi llegar, al parecer Lana también había llegado con sus amigas. Se sentaron junto a nosotros y comenzamos a hablar, ella sin dudarlo comenzó a entablar una conversación conmigo, todo en ese momento fue muy hermoso, pero volvía a sentir la misma sensación que tuve ayer, sentía la mirada pesada de alguien hacia mí. Comencé a incomodarme y Lana me pregunto
Lana: Lo lamento si te estoy incomodando.
Rápido negué lo que dijo, ella no me hacía sentir incomoda, todo era por culpa de esa sensación, unos momentos después ya no sentía esa presión en mí, no creía en nada de eso, las personas percibimos lo que pasa a nuestro alrededor sin saberlo.
Ignorando lo que me paso seguí hablando con ella, cada momento fue único y especial hasta que mire atrás de ella, afuera del local en la calle final se encontraba otra vez la persona con la máscara y esta vez alguien más igual a él estaba a un lado, ambos mirándome.
Estaban tan lejos que no distinguía lo que pasaba, note que ambos metieron sus manos en su traje, estos sacaron pistolas y las apuntaron hacia nosotros, sin pensarlo tome a Lana y la arroje hacia el suelo y me coloque encima de ella. Fue el momento más incómodo ya que no pasó nada, todos nos veían preguntándose qué había pasado.
Hipatia: No puede ser lo lamento.
Después de terminar de decir esto comenzaron a dispar hacia el local, vi como muchos de mis compañeros cayeron con miles de hoyos en su cuerpo, algunos alcanzaron a tirarse al suelo. Uno de los enmascarados entro buscando a alguien en específico, me pregunto cómo ninguna de las balas le atravesó, parecía una ilusión, tres de mis compañeros decidieron hacerse los héroes y trataron de contenerlo.
Al primero lo golpeo en la cara matándolo al instante, y los otros dos les disparo directo en la cabeza, el hombre enmascarado continuo buscando. Me levante y corrí hacia él, antes de llegar me arroje detrás de unas mesas sabía que no alcanzaría a llegar directo hacia él ya que me dispararía antes. Comenzó a disparar en la dirección que me escondí, afortunadamente para mí las mesas estaban juntas lo que me permitió llegar por sorpresa y desarmarlo.
El hombre no dudo y lanzo su puño contra mi pecho, prometía que ese fue el golpe más fuerte que alguien me dio, parecía que tenía sementó en esos guantes.
Lo golpe dos veces en la cara, pero la máscara parecía resguardarlo de mis golpes, el me devolvió los golpes en la cara propinándome tres de ellos el ultimo logre pararlo y golpe su pierna quebrándola. El gigantón cayo en cuestión de segundos, pero aún seguía dándome pelea, se protegía de mis golpes y me los devolvía con más fuerza, alcance a ver la garganta descubierta y aproveche para golpearlo con el puño derecho.
Al dar el golpe el hombre ya no aguantaba más, de la nada saco una fuerza increíble y con un solo golpe me arrojo hasta el otro extremo. Dos más de sus compañeros llegaron y lo sacaron del lugar mientras seguían disparando.
Por fin se fueron – ¡Lana! ¿Estás bien?
Lana se levantó con mucho miedo y corrió a abrazarme.
Lana: Eres mi heroína Hipatia ¿cómo hiciste eso? ¿De dónde lo aprendiste?
Sonreí y me acorde de mi padre. Lana me ayudo a buscar a mis amigos y afortunadamente estaban bien solo uno de ellos murió, cuando las ambulancias llegaron 10 estaban mal heridos y hubo 9 muertos.
-¿Quiénes eran esos locos?
Mis amigo pregunto esto muy molesto, Lana seguía sorprendida y le conto a mis amigos lo que hice, pero ellos ya saben acerca de mi antiguo entrenamiento.
Llegue a casa y decidí no contarle a mi tía nada de lo que paso, esas personas deben de estar atrás de mi ¿pero cuál es su razón?
Me sentía muy nerviosa y no sabía qué hacer con esto, pensaba en irnos de este lugar ya que puede ser peligroso para nosotras. Escuche la voz de mi tía –Ni siquiera lo pienses, no nos iremos de este lugar.
¿Estaba hablando en voz alta? O cómo fue que escucho todo.
Mónica: Somos más fuertes que ellos, no lo olvides y un grupo de tontos no nos sacaran de esta casa, mi casa.
Hipatia: Tía, pero esto puede ser muy peligroso para ambas.
Mónica: Eso no te debe preocupar, estamos más preparadas, recuerda que soy hermana de tu padre, ambos recibimos un entrenamiento aún más fuerte por parte de tu abuelo.
Me preguntaba porque todos ellos entrenaban tanto, cual era esa cuestión por cada generación entrenar a sus hijos para pelear.
Mónica: Recuerdo a tu abuelo como quería que destacáramos por encima de todos, por supuesto siempre lo hacíamos, pero jamás fue suficiente para él, ahora vete a descansar que la pelea debió de ser agotadora.
¿Qué le pasa a esta familia? mi tía lo tomo demasiado a la ligera sabiendo que no sabemos con quién tratamos. Esto me parece muy surrealista, más de lo que ya era. Comenzó a sonar una especie de silbido, al ver hacia la ventana de mi cuarto vi como un vidrio más grueso comenzó a colocarse, esto era parte de un mecanismo, al parecer mi tía tenia esto y jamás me lo conto.
Baje para ver que estaba haciendo mi tía y escuche que hablaba por el teléfono –Si al parecer ya comenzó lo que dijo mi hermano.
Corrí hacia mi cuarto ¿Qué es lo que está pasando? No entiendo nada de esto.
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