Cartas tardías.
Cartas sin rumbo
Cartas sin horas ni días.
Cartas encontradas y algunas pérdidas.
Algunos versos desordenados.
Algunos besos robados.
Estás son las rimas que en su día me reclamaste.
Madre mía, creo yo mejor esto que tarde.
Sigo perdiendome en tus mensajes
En tus canciones y sus compases.
Pero quiero que cambien tantas cosas.
Que sí los sueños fueran limitados, hace mucho que ya los habría acabado.
Porque son demasiados sueños para un cuerpo tan pequeño.
Demasiadas desilusiones para un corazón tan desecho.
Cómo el tuyo.
Cómo el mío.
Cómo el nuestro.
Comments (0)
See all