TIC TAC TIC TAC
Que molesto reloj
-¿Cuánto tiempo piensas hacerte el muerto?
El tendedero habló
-¿ya se fueron?
-Hace ya 1 hora más o menos
-¡Bien! –Levantarse- no solo me degolló, ¡también me atravesó varias veces con su espada! Que cruel, ¿quería asegurarse de que estuviera muerto? ¡Bien! ¡Morí! O me hice el muerto, ¡pero lo hago jodidamente bien! Estoy orgulloso de mi mismo.
-¿Por qué no peleaste?
-¿Estas de broma?, ¡lo pensé! Realmente lo hice, la 2da vez como que no quería morir, me dije mí mismo, "la ropa no es barata, si sigue así mi camisa tendrá más agujeros que la víctima de un pistolero", y CASI me defiendo, pero luego, oh, luego la chica dijo "sol" y se me fueron las ganas de resistirme.
-Cobarde
-¿Qué? Ejem, Blacklist N#3 sol y luna, las mercenarias más buscadas del reino de skip.
Así es, ¿Qué podría hacer? Las personas dentro del gran libro blacklist son los rufianes más buscados y más peligrosos del reino, ser el número 3 de 100 personas es una gran proeza.
-¿Y tú no eres parte de ella?
-¿A qué te refieres?
-¡Vamos! no creo que alguien como tú, que fue rebanado dos veces no sea parte de dicha lista.
-*silbido* n-no sé a qué te refieres *silbido*
-¿Me estas tomando el pelo mocoso?
No hagas bromas sobre su calvicie, RESISTE, ¡no hagas bromas sobre su calvicie!
-*tragar saliva*, no es un gran honor, solo soy un mero 43 sin título.
Tome una bolsa que tenía a un costado y me fui del lugar, recorrí las calles concurridas de un pueblo llamado EDE aun lleno de sangre, desafortunadamente no era broma cuando dije que la ropa no era precisamente barata, me dispuse a buscar un sitio donde comer, después de todo, sol y luna seguramente ya se han de haber ido hace un buen rato, digo, un asesino no se queda en el sitio del crimen ¿no?, encontré un pequeño puesto frente a una fuente que parecía vender barato, no sé porque, solo lo parecía, me senté en una mesa ya que no había barra, ¿qué puedo hacer? Soy un solitario, mire el menú y pedí algo dentro de él.
-¡Señorita! ¡Sírvame una barra de pan rellena carne, y una taza de café por favor!
-¡A la orden!
Que señorita tan bonita, tal vez ella y solo ella sea la razón por la que este lugar tiene tantos clientes, luego de un rato me llego la comida, olía...bien... con la surte que tengo este día es lo mínimo que podría pedir, el olor, pero es hora de darle un ¡bocado!.
-AH...
Quede con cara de poker, con la boca abierta con el pan dentro de ella y sin mover ni un musculo.
-AHHH.
Ellas estaban casi igual, apuntándome con cara de poker, lentamente mientras caminaban hacia mi cambiaron su expresión de poker a disgusto, ¡piensa rápido!
-H-hello, comó estar señorita, ¿le puedo auidar en algo?
¡DIABLOS! Que mal acento, llegando a la mesa y luna me miraba como si fuera algo peor que un esclavista y sol, solo se echó a reír.
-¿Porque sigues vivo?
-Si le dijera a todos por qué no puedo morir creo que me podrían matar de verdad, dime ¿tú le dirías a alguien la copa de tu bra? Son cosas que se mantiene en secreto.
Tomaron asiento en mi misma mesa, sol seguía riendo como loca, pero el tono de conversación cambió.
-Nos contrataron para matarte.
-*Bocado* Pues... el que lo hiso... sabía quién era yo, les vieron la cara de... tontas.
-Igual que tú.
-Yo solo las vi ingenuas y fácilmente manipulables, si me hacia el muerto, ustedes lo creerían, ¿Cómo llegaron a ser las numero 3 con tal mentalidad?* Bocado*
-Nunca fallamos un trabajo.
-Pues siempre hay una primera vez.
Quedamos en silencio unos minutos mientras yo masticaba mi comida, solo había tención en la mesa, sol ya dejo de reírse, tampoco es que la broma era TAN buena, pero era momento de arreglar las cosas pacíficamente ya que no podía pelear.
-Entonces...¿Qué quieren de mí?
-Que mueras.
-Eso es difícil, pero tengo en mi bolso un libro de "como matar el aburrimiento", podríamos hacer un trueque.
-HECHO.
-Sol no te metas en esto.
Sol bajo su cabeza.
-Bien solo me iré.
Le entregue el dinero a la mesera, tome mi bolso y me dispuse a irme de lugar.
-Espera, No te dejaremos ir.
Luna tomo mi brazo derecho, y lo apretó con tal fuerza lo rompió, ¿tan importante era para ella que yo muera? ¿O ese era su orgullo manifestándose?, igual no exprese dolor alguno en mi rostro, esta era una situación seria, cualquier indicio de una broma estaba fuera de discusión, sin importar quien estuviera alrededor, la conversación tomo un camino que daba igual si nos escuchan o no.
-Déjame, ¿Qué harás? ¿Seguirme y tratar de matarme cada vez que puedas? ¿En cada lugar? ¿En cada momento? ¿Con o sin testigos? ¿Para luego quedar decepcionada ya que no voy a morir por ello? No es porque no seas buena en tu trabajo, es que no puedes hacerlo.
-¡Cállate!, te seguiré hasta el fin del mundo, te matare una y otra vez, día tras día, noche tras noches, en cada momento que pueda, te torturare, te despedazare, miembro por miembro, te sacare los ojos, sentirás tanto dolor que desearías estar muerto, te sacare el porqué de tu habilidad para poder matarte de una buena vez y para siempre.
-¿Me torturaras? Lo siento, llegas un poco tarde para eso.
Le di una mirada fría, tan fría como el fondo del mar, ella, no, ambas se quedaron atónitas, solté mi mano, mi humor callo por los suelos, no es por nada en particular, pero ser el objetivo de alguien no es que me haga mucha gracia, ser molestado todos los días no es algo que nadie quiera en su vida.
-Nos vemos
FIN
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