"Tengo una gran herida dentro de mi corazón, pero jamás he intentado sanarla, el porqué...no lo sé, igual no quiero intentarlo. Creo que quiero ser víctima de mí mismo y nunca aceptar el hecho que fui yo mismo quien no permitió que alguien me quisiera"...

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Un tiempo muy largo.... como alrededor de 4 años, estuve perdidamente enamorado de una chica, se llamaba Yamanaka Asumiko.

Después de graduarme de la universidad entré a trabajar en la compañía de mi tío, el presidente Suzuki Eika, pero a pesar de esa "ventaja" comencé en la compañía desde un puesto bajo, la sección de asuntos generales, fue allí donde la conocí a ella...

Ambos trabajábamos en la misma área. En ese entonces yo era muy ingenuo y joven...creía que el amor verdadero existía, y así de esa ilusión ambos notamos que teníamos muchas cosas en común y... "nos enamoramos".

Comenzamos a salir, aunque nuestras citas no eran la gran cosa... siempre "nos quisimos".

Al tiempo cuando me sentí seguro de nuestra relación, reuní valor para proponerle matrimonio. Ese fue el mejor día de mi vida... sin embargo ahora se ha convertido en un feliz y doloroso... recuerdo.

Aquella noche de salida del trabajo las luces de las calles eran perfectas, anduvimos tomados de las manos por el camino de costumbre. Con una mano sujeta a la de ella y con otra escondida en el bolsillo...en donde sostenía una pequeña caja rosa...... esperaba el momento indicado. No estaba seguro de cuál sería el momento apropiado hasta que aparecieron los fuegos artificiales de un festival cercano a donde nos encontrábamos.... aproveché aquella oportunidad para besarla y decirle...

— "Mi amor, te quiero" —Al mismo tiempo sacando la pequeña caja y abriéndola....las palabras que había practicado durante dos semanas al fin salieron —"¿Quieres ser.....mi esposa?".

....Fui tan ingenuo...... Al ver su expresión ya sabía la respuesta.... ¿Por qué fui tan tonto?

Ella con una gran sonrisa dijo —"Claro, yo te amo"

Fui tan feliz en aquel entonces....