Regresé a casa con la pregunta de mi profesor aún rondando en mi cabeza: “¿Qué es lo que desean para su futuro?”, y con la hoja de papel que aquel hombre mayor me había dado, guardada en el bolsillo de mi abrigo. Después de dejar mi mochila en la silla de mi escritorio, dejé que mi cuerpo de desplomara sobre las sabanas de mi cama con todo su peso, desordenando en un instante la cama.
Mire al techo pensando en lo que podría haber en la hoja de papel que, hasta ahora, no me había atrevido a desdoblar para leerla. Quería leerla, pero no había logrado calmar mi mente en el parque como me había pedido el señor Andrés. Sabía que debía de ser algo importante y profundo como las palabras que me había dedicado en el parque.
Pensé un momento más en nuestra conversación, y recordé la pregunta que mayor curiosidad me causaba: ¿Alguna vez, te has preguntado el por qué de lo que haces cada día? Esa pregunta me confundía, pero al mismo tiempo me daba la impresión de que era la clave de lo que aquel hombre mayor intentaba decirme, a pesar de que no podía entender lo que trataba de explicar. Respiré profundamente, conté hasta diez, y finalmente tomé la hoja de papel en mis manos para leerla. La desdoble mientras me daba cuenta de la letra algo torcida pero legible, y comencé a leer lo que había escrito:
El camino en la vida:
Si una persona hace algo, debe recordar su razón.
Cuando una persona está perdida en el camino de la vida,
Debe recordar cuales son los deseos que quiere cumplir.
Si una persona ha olvidado los motivos por los que empezó algo,
Debe recordar: "¿Por qué...? ¿Para qué...?
¿Por qué hago esto...? ¿Para qué quiero esto...?”
Si uno no puede recordar los deseos que lo impulsan a actuar,
Se perderá en el camino de la vida y jamás llegara
Al final del camino por el que deseaba transitar.
Si una persona intenta llenar el vacío que alguien más dejó,
Dejará un hueco en donde él o ella debieron haber estado.
Si uno intenta llenar su vida con los pendientes que alguien más dejó,
Su presente se perderá de vista, y no podrá ver los pendientes que uno mismo deja.
Por ello, uno no debe dejar a un lado sus propios deseos.
Los deseos que nos impulsan a lograr algo,
Los deseos que nos dan valor y un lugar al cual llegar.
Aquellas personas a quienes deseamos llegar,
Aquellos logros que deseamos alcanzar,
Debes recordarlos, o nuestro camino se perderá.
Manténganlos en mente, y al final lo lograrán.
Leí la nota varias veces. Algunas partes me parecían tener sentido, pero otras no podía entenderlas por completo. Solamente podía saber, que en ella estaban reflejadas experiencias como las que aquel hombre intentaba transmitirme, pero sentía que algo no podía entender del todo. Pero eso mismo me había hecho sentir el deseo de comprenderlo. Intenté pensar en ese momento en las preguntas que decía esa misma nota, para intentar cumplir con el mismo método que el señor Andrés había tratado de usar en el parque ese día:
¿Por qué quería ver al señor Andrés nuevamente?
Para preguntarle sus experiencias que le inspiraron a hacer ese pensamiento.
¿Para qué quería saber de esas experiencias?
En esta ocasión, para saciar mi curiosidad, y comprender mejor lo que intentaba transmitirme.
Con esas respuestas, creía entender mejor tanto una parte de lo que la nota intentaba transmitirme, como una parte de lo que el señor Andrés había tratado de decirme esa misma tarde: Intentar saber la razón de lo que hacemos, para saber lo que realmente estamos tratando de lograr.
Solo me quedaba descansar un poco esa tarde, antes de cenar y dormir. Y al día siguiente, vería nuevamente al señor Andrés en el parque para tratar de comprender mejor ese pensamiento que tanto me hacía sentir curiosidad.
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