-Esta historia comenzó en mi juventud. Era en los días cuando era más joven de lo que eres tú. En aquella época, era un niño a quien le encantaban los dibujos y soñaba con llegar a ser un artista, ya fuera como los pintores del renacimiento que habían marcado su lugar en la historia con cuadros impresionantes que han transcendido a través del tiempo y las épocas al reflejar las épocas en que vivían en sus obras, o como los escritores de muchos comics que seguramente puedes reconocer hoy en día, y te aviso que en aquella época eran una novedad que causo gran cambio en las actividades de quiénes éramos jóvenes en aquellos días.
-¿No son dos cosas muy diferentes?
El señor Andrés recuperó un poco de su sonrisa picara y volteó hacia mí.
-Chico, puede que te parezca algo muy diferente, pero ambos son arte por igual. En ese entonces deseaba poder dibujar con toda mi alma, pero fue cuando el camino de mi vida se desvió de mis propios deseos, y comencé a tomar un camino diferente.
En ese momento, la sonrisa del señor Andrés comenzó a desvanecerse nuevamente.
-En aquella época, tenía un hermano mayor que ya se encontraba en la universidad. Él era el orgullo de nuestro padre, y podría decir sin temor a equivocarme que también era su favorito. A diferencia de mí que soñaba con ser un artista, mi hermano soñaba con ser un empresario exitoso con simple y fría lógica. Pero a pesar de ello, seguía siendo un miembro de nuestra familia, y trataba a nuestros padres con la misma familiaridad y afecto que recibía.
El señor Andrés volteó su rostro hacia el cielo, y la frase que dijo me ayudó a comprender mejor de lo que trataba aquel pensamiento.
-Pero fue entonces cuando tuvo un accidente mortal. Para nuestra familia fue un gran golpe al corazón, pero para nuestro padre fue como si perdiera una parte de quien era. Comenzó a distanciarse de los demás, y comenzaba a divagar en las conversaciones hablando de cómo serían las cosas si mi hermano hubiera vivido, y de cómo había logrado llegar tan lejos, sin fallar en ninguno de sus exámenes en todo el tiempo que había estado en la universidad. Había perdido a su mayor orgullo, y a pesar de que le prestaba más atención a mi hermano, tampoco había sido el tipo de padre que marginaba a su otro hijo. Pero a pesar de ello, el fue una persona que prefería el punto de vista de alguien que mira un negocio tal como mi hermano, en lugar de una visión artística como la que yo buscaba en aquella época. Y fue por eso que tomé una decisión que pudo haber parecido lo correcto en ese momento, pero que a la larga descubrí que no era más que un error.
El señor Andrés soltó un suspiro y dio una pausa antes de seguir.
-Después de un año, llegó el momento en que debía elegir si entrar en una universidad, o trabajar con un artista que había conocido en aquella época y que podía ayudarme a cumplir mi deseo; Sin embargo, aquello fue lo que hizo que mi decisión fuera más difícil de lo que esperaba, y tomé la decisión que me llevo a lo que soy hoy en día. Tomé la decisión de ir a la misma universidad que mi hermano, y tomar su misma carrera universitaria para tratar de regresarle a nuestro padre su orgullo de antes.
En ese punto, entendí la razón del pensamiento que me había dado, y también porque me dio esa nota de papel en ese momento. Y desde lo más profundo, sentí que debía escuchar lo que aún quedaba de la historia del señor Andrés.
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