El día de ayer le prometí a mi amiga que hoy iríamos al cine en la tarde. Así que guarde ropa dentro de la maleta. Metí mi celular y mi diario dentro de la maleta. No necesitaba nada mas.

En clase me quede dormida. Ya le pediré después a mi amiga que me preste sus apuntes.

Al termino del día todo marchaba a la perfección y fui a cambiarme de ropa. Sin embargo, al meter la mano en la maleta, me di cuenta de que no estaba mi diario.

Comencé a pensar donde lo pude haber dejado, pero no se me ocurrió ningún sitio. Pasaron las horas y los nervios crecían.

-Y si lo dejaste en tu casa- Dijo Ana.

-Es imposible, ¡Jamas salgo sin mi diario!- Dije cuestionandola.

A pesar de que Ana me ayudo a buscar y no fuimos haber la película. Ella no se enfado conmigo.

-Espero que lo encuentres- Dijo Ana.

-Yo también lo espero- Dije con los ojos lagrimeando.

Llegue a mi casa aun deprimida. Ni siquiera fui a comer. Entre en mi cuarto y vi mi diario sobre la cama.

Mejor le digo a Ana que mi mama, me lo confisco y que heroicamente lo recupere. Si le digo la verdad, posiblemente se enoje.