J....
Me alegra volver a ver tus cartas en mi buzón. De verdad que las echaba de menos.
¿Sabes? Leí la carta en cuanto la recibí, y me atrevo a decir que en mi vida había soltado risa tan amarga como la que te dediqué esta noche.
Me han roto el corazón dos veces esta noche, y joder, como me duele decirte que el que más daño me ha hecho has sido tú.
¿Te acuerdas de cómo llegaste a mi vida? Madrugada del 30 de diciembre, sino me equivoco. C (ese ser humano de Murcia que después de mí, creo que no tomó muy buenas decisiones respecto al amor. O eso me dicen sus amigos.) Había roto conmigo esa madrugada y me la pasé llorando en un baño.
Es irónico pensar que el mismo día que otro C me hace daño, tú desees irte de mi lado. ¿Que pasa J? ¿Tú solo me duras un C o que? (Lo siento, perdón por el chiste malo, pero apenas dormí está noche llorándote)
No la llames carta "del inicio del final" por favor. Endúlzame un poco el veneno a la próxima que me lo hagas tragar.
¿Sabes? He releído esta carta como unas 6 o 7 veces. Y siempre me paro en ese "Incluso puede que jamás llegue". Cada vez que me paro ahí, mi mente te imagina haciendo las maletas para irte sin avisar y lo único que sale de entre la comisura de mis labios es "Teóricamente tú no eras tan hijo de puta como para hacerme esto". Supongo que al final sí que eras tan hijo de puta para dejarme (lo siento, te quiero, de verdad que lo hago. Pero estoy muy enfadada contigo, apenas he dormido esta noche. Así que hoy por hoy, eres un hijo de puta que me ha hecho muchísimo daño y que encima no me ha dejado dormir. Es decir, hoy para mí eres un hijo de puta pelirrojo amante de Sabina al que por desgracia le tengo muchísimo cariño.)
¿Solo esperas una carta? ¿En serio? ¿De verdad crees que tan poco te quiero? No, pregunta mejor; ¿En serio quieres deshacerte de mí? ¿Has pensado siquiera en el daño que me estás haciendo? Estoy llorando otra vez ahora que te escribo. No quieres que te haga llorar, pero lamento decirte, que si caigo yo, caerás tú conmigo también.
¿Al final no pisarás Madrid? ¿Aunque sea por tí, no por mí? Me cuesta admitirte (porque es una cosa ridícula), que siempre he esperado conocerte algún día. Llevarte un día a "La Romana" y ver esa sonrisa y ese brillo en los ojos que jamás me pertenecieron; oír por primera vez tu voz.
Ahora me has quitado esa ilusión, ¿Pero quién sabe? Quizás algún día nos encontramos de casualidad en alguna parte, pero dime ¿Te acordarás de mí?.
Fue real, fue mutuo. Fue una locura, nuestra y solo nuestra. Y de verdad, fue compañía.
Confirmado, la carta llegó a mis manos. ¿Lo que pienso de ella? Que es una daga envenenada que me atraviesa el corazón, clavada, por nada más y nada menos, una de las personas que más quiero. Esto sí es dolor. Dime, cariño mío, mi amor de biblioteca ¿Qué buscabas confesar?
Nos odiamos, nos queremos... No sabemos que sentimos por el otro, somos de esas personas extrañas que viven constantemente en esa línea tan fina que separa el amor del odio.
No me preguntes cómo congeniamos, porque yo tampoco lo sé, pero las mejores amistades no tienen porque tener una explicación. Hay cosas que pasan y punto.
¿Tanto cambié tu vida? Tú, la mía la cambiaste, a lo grande sin ir más lejos. ¿Sabes? Espero haberte influenciado bien, te mereces una buena vida. Espero que lo sepas tan bien como lo sé yo.
¿Porque tendría que estar allí fuera brillando? Una persona tan jodida como yo, no merece brillar. Solo soy una loca, encerrada en su habitación que llora y escribe narrativa como consecuencia de sus delirios.
Efectivamente, seríamos dos idiotas tercos, que bailarían un vals a doble pie izquierdo. No te lo negaré, pero, ¿De verdad crees que nos importaría?
¿Cómo te pudo afectar mi discapacidad a ti?
Cuando hablo contigo, yo también sigo viendo a mí "amor de biblioteca". ¿Que crees que hubiera pasado si yo solo hubiera sido un poquito más mayor? Si no tuviera 15 y tuviera 18, por poner un ejemplo.
Hay una cosa que seremos eternamente el uno para el otro. "Ex de esencia". Nunca fuimos nada pero ahí hubo una especie de magia inexplicable. Admítelo.
Me alegra saber que te di un poco más de esperanza en la humanidad (y quizás también en el amor). Tú me devolviste mucha de la esperanza que había perdido, pero aún me falta demasiado camino por recorrer. Tú lo sabes, yo lo sé.
Ahora las estrellas no serán iguales sin ti. Ya no.
Este poema fue lo que me hizo llorar más (por cierto, sigo llorando).
¿Porque? ¿Porque tienes que irte? ¿Que hay tan malo en mi manera de querer?
Te lo pido, te lo suplico sin vergüenza, con las rodillas en el suelo: Quédate por favor, después de estos malditos seis meses de bromas raras, teorías y confidencias, deberías saber extremadamente bien que eres de entre las pocas personas a las que no quiero dejar ir.
Pero eso por desgracia, no está en mi mano, sino en la tuya. Me duele pensar, que ya puede que no reciba un mensaje tuyo/carta semanal, o que ya no voy a escuchar tu guitarra nunca más. Me estás matando, pero sigue siendo decisión tuya.
Ya sabes que nunca entendí el anagrama del viraje meritanz, si no me lo explicaste en esta "última carta" ¿Significa eso que aún queda un hueco para mí en tu extraña vida?
Es gracioso pensar en cómo esto empezó solo como un juego de niños, y al final nos acabamos necesitando a tal calibre. Le debemos mucho a SLOWLY ¿No crees?
Me pasó igual, y no lo planee. Pasó sin más. Quizás cuando las vea, cuando escriba sobre ellas, solo sea capaz de acordarme de ese chico tan extraño con el que conocí el secreto de mi corazón de cuco.
No quiero que sea esta la última carta, tampoco que lo sea la de Navidad. Quizás te escriba una vez por semana, aunque no te conteste sencillamente para decirte "Hola. No me he muerto. Te echo mucho de menos. Adiós". Así sin más.
En esta carta, que no sé si te molestarás en leer, quiero dejarte un último regalo:
Tantas cosas que fueron.
Y tantas otras que nunca pasaron.
Tantas fantasías que creímos y soñamos.
Las cuales en realidad, por incapacidad nuestra jamás se convirtieron.
Si te vas, la ciudad donde me crié, esa cárcel de cemento en la que vivo, intransitable será.
Porque encontraré tus frases en el bordillo y en la calle no deseo llorar.
Quizás algún día me despierte, y tú jamás te hayas ido.
Tus cartas seguirán ahí, sabiendo a café.
A ese café idóneo, perfecto; a ese café encontrado por ti.
Ahora que te vas, no podré volver a escuchar nuestras canciones.
Pero sabes lo terca que soy.
Sabes que me atormentare.
En esta carta, te mando un beso.
Un último abrazo.
Unas últimas letras al estudiante de Linares para pasar el mal trago.
Adiós amigo.
Adiós antiguo amor no correspondido.
Adiós al desconocido con conocimiento.
Considera esto un 'hasta pronto".
Porque no pienso destruir 8/7 meses de amistad con tan poco.
Atte: La chica de las estrellas fugaces. La chica que era solo para ti. Hoy las otras dos personalidades no firman.
PD: Espero leerte pronto <3
Comments (0)
See all