El chico estaba a punto de abrir mi libro. Lance el libro original a su cara y afortunadamente logre dar en el blanco.
El chico estaba muy molesto. Es normal debió doler ese golpe. Pero tranquilo, eso no dejara marca. Solo dolerá un rato.
El chico comenzó a darme un enorme sermón, pero no estaba prestando atencion a lo que decia.
Camine normalmente ignorando cada cosa que el decia y cogi el diario del piso. No creo que lo vuelva a ver, asi que no importa que le ignore.
Miré el contenido y me di cuenta que era ese maldito libro. Ana debió darse cuenta de que no estaba haciendo el deber y no me dijo que había regresado el libro correcto a la estantería. ¡Yo fui quien la cago!
De regreso en el lugar había otro chico.
-Eduard, Te juro que esa perra estaba loca, me arrojo un libro en la cara y se fue sin disculparse- Dijo David.
-David, Deberías ir a la enfermería, para asegurarnos de que no sea grave- Dijo Eduard.
Mi corazón de Shipper quería crear una historia, pero no era el momento. Primero debía disculparme y después pedir el libro.
-Me disculpo por lo de antes, pero yo necesitaba el libro- Dije arrepentida por actuar sin pensar.
-Porque no le pediste a David que te lo diera, en vez de golpearlo con el libro- Dijo Eduard.
-Porque estaba a punto de leerlo, y tenía que detenerlo a toda costa- Dije exaltada
-¿Este libro es importante?- Dijo David
-Si- Dije al instante con seguridad
El chico inmediatamente arrojo el diario por la ventana. Y cayó sobre el cesto de ropa sucia de los futbolistas.
-Ahora ve a buscarlo, ¿No era importante? - Dijo David con una sonrisa.
ESE CABRON, ¡QUE BASTARDO, HIJO DE ****!
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