A la mañana siguiente, Ingrid y Viktor regresaron a la habitación donde yacía el príncipe. La chica aún seguía molesta, más le llevaba el desayuno que había cocinado.
─Buenos días, alteza, ¿se encuentra mejor? ─preguntó Viktor que se sentaba en una silla.
─Sí, mejor. Buen día ─volteó hacia la chica con una sonrisa temerosa, no quería hacerla explotar como el día anterior.
Sentaron al príncipe sobre la cama, el curandero comenzó a sanar ambos brazos del chico por lo que Ingrid le acercó un líquido extraño espeso.
─Bebe esto, pero no lo huelas.
─Sniff… Uugh.
─ ¡Te dije que no lo olieras! Aaash.
─Fue instintivo, lo siento ─bebió el líquido, trató de no devolverlo, sabía horrible ─. Ngh.
─Bien, ahora debes comer esto ─la muchacha le acercó un plato hondo con un engrudo burbujeante.
Raidha no pudo evitar hacer muecas de desagrado mientras se lo acercaba, pero al probarlo no tenía mal sabor ─. Mmn, se ve horripilante pero no sabe mal. ¿Es esto una especie de… alimento curativo?
─Solo la bebida. Ahora que está despierto y puede comer, su recuperación será más rápida ─Viktor terminó con los brazos del joven, prosiguió con las heridas de la espalda y le susurró ─. El resto es obra de Ingrid.
<< ¡Oh no! dije que era horripilante>> la miró tembloroso ─. ¡Estaba delicioso Ingrid! ─dijo falsamente feliz. Con desprecio, ella solo le volteó la cara ─. De cualquier manera… gracias por la comida ─ahora hablaba en tono sincero. Después de un breve silencio ─. ¿Qué le han dicho al imperio sobre mí? me refiero a que… ahora que estoy despierto, seguro me preguntarán cosas; deberíamos contar la misma historia, ¿no creen?
─Totalmente de acuerdo ─dijeron los otros dos.
─Solo hemos dicho que le encontré en el agua inconsciente al borde de la muerte, sin saber nada más sobre quién es o de dónde viene ─dijo Viktor y Raidha se mostraba pensativo.
─ ¿Y bien? ¿Quién eres rapaz? ─preguntó Ingrid.
─ ¿Qué tal?… Hola soy Raen, fui abatido por un terrible dragón del mal quien atacó mi hogar.
─Jajaja, por un dragón del mal ─reía la chica.
─Suena creíble, considerando sus heridas ─Viktor se dio cuenta de algo ─. Ah, una cosa más… no debe decir que puede usar kivets.
─ ¡¿Eh?! ¿Por qué?
─Ninguno de los habitantes de este pueblo tiene la habilidad de controlarlas ─añadió con tristeza.
─ ¡Oh! ─Raidha dirigió su mirada hacia Ingrid. << Entonces ella tampoco puede… >> Regresó la vista hacia el sanador ─. Salvo usted.
─Salvo los soldados del imperio y yo.
─Hmmn… ¿Qué pasa si se llegan a enterar de que controlo agua y hielo?
El ambiente se tornó desmoralizador, la sonrisa de Ingrid se esfumó ─Iré a lavar los trastes ─tomó los utensilios y se marchó de la alcoba.
─Me temo que nada bueno, solo no lo haga, ¿está bien?
─De acuerdo, no lo haré ─suspiró. << ¡Rayos!… ahora ¿cómo saldré de este pueblo?>>. Rascó la parte de atrás de su cabeza en decepción y notó algo extraño ─. ¡Wow! ¿Qué pasó aquí? ¡¿Mi cabello creció tanto en este tiempo?! ─sujetaba con sus manos su cabellera, previamente era corta y ahora le llegaba a la mitad de su espalda.
─Me temo que soy responsable de eso, es un efecto secundario de mis tratamientos curativos.
─Oh… no sabía que podía pasar algo así.
─Solo sucede cuando tus poderes son débiles y patéticos como los míos.
─ ¿Eh? << ¡uh-oh! hice que se deprimiera… no…>>.
─Seguro que debe estar acostumbrado a tratamientos de alta calidad ─se podía sentir un aura taciturna en la habitación que emanaba del médico.
<< Mnnn… es cierto, mis heridas siempre han sido curadas por la Reina Arleene>>. El chico tomó la mano del hombre ─. No piense de esa manera Don Viktor, soy muy afortunado de que fuera usted quien me encontrara y salvara. También, creo que con mi cabello así, despistará al imperio sobre mi verdadera identidad, ¿No lo cree?
─Ah… cierto, esa es buena idea.
•◊◊◊•
En los días consecutivos, lentamente Raidha iba recuperando su salud, sus piernas recobraron su fuerza y pudo caminar de nuevo sin problemas; aunque todavía no le habían permitido salir de donde estaba viviendo. En ese tiempo confirmó que las intenciones de sus salvadores carecían de malicia. Un nuevo amanecer comenzaba, el príncipe se disponía a desayunar cuando Ingrid le detuvo.
─ ¡Hey Raen! ¿A dónde crees que vas?
─ ¿Eh? a la cocina.
─No lo creo jovencito ─molesta señaló la habitación de él.
─ ¿Por qué no? ─veía con desconcierto su cuarto, no entendía ahora qué le incomodaba a la chica.
─Tío Vik dijo que hoy podrías salir al pueblo.
─ ¡Oh sí! ─dijo con entusiasmo ─. Y que tú me darías el recorrido.
─ ¿Sabes lo qué significa? ─una vez más señaló la alcoba desordenada. Raen negó con la cabeza ─. Significa que ya no estarás postrado en la cama todo el día; por lo tanto no puedes marcharte sin haberla tendido y doblado tu ropa de dormir ─lo regresaba a la fuerza para que hiciera su tarea.
─ ¡¿qué?! ¿No se supone qué hay alguien encargado para esas actividades?
─ ¡Jajajaja! sí, ese eres tú ─se burlaba la chica ─. No bajes hasta que hayas terminado.
A regañadientes, hizo como pudo lo que le ordenaron. Después de un largo rato, bajó a la cocina de la posada donde ya estaban Viktor e Ingrid terminando sus alimentos.
─ ¿Qué te demoró tanto, Raen? ─preguntó sarcásticamente la chica.
─ Nada ─hizo una mueca, saludo a Viktor y se sentó en la mesa, esperando a que le trajeran su comida.
Viktor se levantó de su asiento y le sirvió al príncipe ─Aquí tiene.
─Gracias.
─Tío, ¿Pero qué hace? ─dijo molesta.
─Él necesita comer ─señaló al chico.
Ingrid suspiró ─Veo que ninguno de ustedes entiende la situación en la que estamos ─los hombres se voltearon a ver entre ellos, ciertamente no comprendían la situación ─. Les guste o no, todos los privilegios de este chico se terminaron. Si quiere mezclarse con nosotros y no lo descubran; debe hacer lo mismo que nosotros. Ya no está inválido, él puede alimentarse.
─Pareces celoooosa Ingrid, jeje.
─ ¡¿QUÉ?! ─lo fulminó con la mirada.
─Pero ella tiene razón, don Viktor. Huff, tampoco debería hablarme con tanto respeto.
─Exacto, aquí Raen no es nadie importante.
<< Caramba, no necesitas ser tan severa, ya entendimos>> pensaba el joven mientras tomaba un bocado.
─Entiendo, de lo contrario se darían cuenta de que es alguien especial.
<< Ves, tu tío es más agradable>> asentía Raen mientras seguía comiendo.
Viktor e Ingrid terminaron de desayunar, se preparaban para comenzar con sus labores diarias.
─No olvides limpiar tus platos, antes de irnos ─le dio unas palmaditas en el hombro. El otro solo volteó sus ojos.
<<Esto será más difícil de lo que esperaba>>.
Más tarde, Ingrid estaba lista para dar una vuelta por el pueblo junto con el chico, pero lo vio parado frente al fregadero de la cocina.
─ ¿Aún no terminas?
─Es la primera vez que tengo que hacer esto, ¡No sé cómo se hace! ─la chica soltó una gran carcajada ─. ¡No te rías! ─dijo avergonzado ─. Mejor enséñame… por favor ─su rostro estaba rojo de la pena.
─Está bien ─removía las lágrimas de sus ojos.
Terminada su hazaña de limpiar platos, Raen estaba listo para conocer el pueblo. Los dos salieron por la puerta trasera de la cocina, que los llevaba al patio; cubierto en la mayoría por césped. Lo primero que se veía era el océano, había una mesa con bancas de madera donde solían ver el amanecer, también había una cerca; la posada fue construida a la orilla de un acantilado en la zona más alta del pueblo. Del lado derecho hacia abajo se podía ver una pequeña zona costera, un túnel corto que llevaba a la ensenada; el camino que llevaba a este lugar era algo irregular y rocoso. Del lado izquierdo a lo lejos se divisaba el puerto del pueblo, había un par de navíos pequeños desembarcando.
─Esta vista es maravillosa.
─Verdad que sí, aunque es lo único bello de este lugar… ─dijo con un semblante triste ─. Ahora veamos el pueblo. Te lo advierto, no esperes nada comparado con tu ciudad llena de lujos.
Salieron por la puerta frontal de la Posada, las casas que estaban junto a ésta, formaban un pequeño círculo, en el centro, habían restos de fogata y unos troncos a su alrededor. Los muros de piedra y madera de las edificaciones se veían desgastados, solo el camino principal estaba empedrado, lo demás estaba cubierto por tierra con algunas porciones de pasto. Un grupo de muchachos de diversas edades se acercaron a Ingrid y su acompañante.
─ ¡Miren, es el Niño Dragón! ─exclamó uno de los chicos.
─ ¿Yo soy el Niño Dragón? ─preguntó Raen a Ingrid.
─Sip, así te han estado llamando todos.
─ ¿Te dio miedo enfrentar al dragón? ─habló uno de los niños más pequeños.
─Erm… Sí un poco, cuando me di cuenta de que no podría vencerle.
─ ¿Qué idiota se enfrenta a un dragón sin poder controlar alguna kivet? ─preguntó Leo: un chico ligeramente mayor a Raen, de cabellos marrones y dos lunares pequeños bajo su ojo izquierdo.
─Uno al que le gusta usar ropa de niña ─habló el chico que parecía ser el líder del grupo. Todos los muchachos soltaron carcajadas.
─ ¡¿Me diste ropa de niña?! ─le preguntó exaltado a la chica. Vestía zapatos y un pantalón normal, pero traía una camisola blanca femenina, una túnica encima que permitía ver el cuello de ésta, lo cual era el objeto de burla.
─Bueno sí, era obvio que la ropa de mi tío te quedaría extra grande ─le murmuró.
─Tal vez también deberías pedirle a Ingrid que te preste broches para sujetar tú cabello ─dijo de nuevo Rozen, el líder: un joven de unos 20 años, tenía un corte de cabello “undercut” (1), portaba un pañuelo alrededor de su cuello.
─O una florecita para adornarlo ─dijo Isaac: otro de los muchachos del grupo, de la misma edad que el príncipe, de cabello rubio, usaba el mismo corte que el líder solo que terminaba con una coleta y sus ojos eran azules. Una vez más, todos soltaron carcajadas.
Molesto y avergonzado se quedó en silencio con sus brazos cruzados, esperando a que los demás se calmaran.
─Muy graciosos. En vez de burlarse, si tienen ropa que no usen, deberían dársela.
─Jaa, lo siento Ingrid. Él no es mi amigo, tampoco uno de nosotros, ni mi problema.
Tres soldados escucharon el escándalo que causaban los muchachos, por lo que se acercaron para poner orden.
─ ¿Qué están haciendo aquí?, ¡HUH! ─dijo uno de ellos.
─ ¿No deberían estar en las minas? ─preguntó otro soldado.
─ ¡A trabajar! ─gritó uno más.
Los alborotadores no tuvieron opción más que marcharse.
——
(1) Corte Undercut: básicamente solo tiene cabello en la parte de arriba de la cabeza, el resto es muy corto y se va desvaneciendo o es nulo. También le conocen como corte pompadour/pompa, no me gustaba como suena este nombre así que se quedó en una de las variantes en inglés.
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