> Yo
- La Muerta
- No me cargaste el cuaderno en la valija y acá nos tenés, escribiendo en la compu.
> Sabés que tarde o temprano voy a hacer el cuaderno este donde escribo, un libro, ¿verdad?
- Eso está por verse.
> Y no, no “te” traje el cuaderno porque ya suficientemente pesada es la compu.
- Ok ok, vayamos al grano, el combatiente de guerra, el que te dijo qué más había en la casa esta toda mugrosa que alquilaron. Porrr favor, sacalo de tu cabeza, estás de vacaciones, no quiero que vayamos por todo Génova pensando en eso, tenés tu pedazo de e-papel para escribir, ya escribilo de una buena vez.
> Ok, mi tema es que no se cómo explicarlo ¿cómo decís que un combatiente de guerra te dijo cómo encontrar el papel higiénico?
- Así, tal cual, seguí.
> Tiene una altura mediana, como mi altura más o menos. El pelo no tan corto, un poco desprolijo. Tiene una sombra de bigote marcada, pero no se si tiene barba, quizás sea una sombra. Me acaba de decir que es de la primera guerra, no se cómo terminó acá. Cuando le pregunté me dijo que era su casa, un pedazo de este departamento era su hogar. No se separa de su fusil, no por estar en guardia sino por costumbre, ni siquiera está cargado. Era de su amigo, y dice que le trajo suerte. Quedó herido de gravedad en la guerra, no sabe cómo volvió, si lo trajeron o cómo. Parece joven, unos 25 años o menos. Los hombres se veían más adultos antes, supongo.
Me lo encontré revisando la cocina, pero me dijo que no me asuste que no nos iba a molestar, que es un buen muchacho. Le gusta que escriba sobre él, me va contando cosas a medida que escribo. Le gusta sentirse acompañado, y que alguien después de un tiempo lo reconozca.
Le pregunté cómo es que si es un “fantasma” (me corrige, entidad) es que puede caminar por el piso, teniendo un “límite”, es decir, si puede atravesar las paredes, y eso. Pero me dice que los espacios del mundo físico son diferentes al espacio de él.
Dice que a veces se encuentra con otros, pero no mucho, cada uno tiene su espacio y su tiempo. Pero que hay más en el barrio. Algunos son molestos, se ríe, diciendo que “son italianos”. Y dice que no jala las patas, que eso es puras bobadas.
Carlo Esteban, que el padre era medio español. Nos está dejando espacio, se retiró para que estemos tranquilas, que mañana me contesta el resto.
-Y no te sentís mejor habiéndolo dicho?
>Un poco, sí. Pero bueno, sabés que soy complicada. Podemos dejar acá por hoy?
- Ay pero qué vaga, escribiste sólo una carilla y no te duelen ni los dedos ni las muñecas, todo porque estás perezosa
> No es eso, es que estoy cansada. Y si fuera de pereza, para eso son las vacaciones, digo. Más después de estar toda la noche sin descansar viajando en micro.
-¡Pero valió la pena!
> No lo niego, fue hermoso. Hermoso y doloroso como cada momento de mi vida.
- Como si tuvieras todos los días la oportunidad de ver los Alpes desde un micro...
> Qué bueno que te hayas olvidado del dolor de oídos que me dio.
- Ni de eso, ni del ardor de la depilación, ni de la garganta con arena, ni de la cabeza, ni de la curita en la teta.
> Hoy tenés muchas ganas de enumerar cosas.
• El piano
• El chocolate con cognac
• El presumido de becquer
• El rey sol
• Tu chica la pirata
• Las piezas de porcelana falsas
• La gente antigua de Gaiman (este es un clásico, serías una boluda si lo evadís)
• Danielle y Frederick?
> Y arrancamos con las listas. Evitaría lo último.
- Por falta de veracidad, si, lo sé. Pero son cosas que deberías contar, todo eso que tenés ahí metido en la sesera haciendo ruido. Todos estos puntos son tan buenas historias como las del fantasma italiano. Sigo:
• El recuerdo de la jarra blanca de la nona
> Es discutible
- Si si si, es todo discutible, lo sé, entiendo. Pero no sólo que no está de más sino que te va a ayudar a poner todas las piezas en su lugar.
>Ok, siento que me estoy perdiendo algo, ¿Qué piezas? ¿y cuál sería el objetivo?
- Tu vida, tu existencia, tu espíritu, el porqué de todas las cosas. TODAS.
> Y lo necesitaría por…?
- Ni más ni menos, para no volver a repetir errores.
> No sé a qué errores te referís, pero supongo que no me disgusta del todo la idea, o estoy rendida y cediendo. Mi objetivo con vos era tener entrada directa al inconsciente, y mirá lo que me terminás insistiendo en hacer “recuerdos” de otras vidas…
- Creeme, es más interesante y divertido de esta manera.
>¿Realmente no querés que haga un libro con todo esto?
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