Hay muy pocas industrias que han sido tan poderosas en el mundo como lo fue Fuego Del Mañana. Una empresa de armamento cuyas ganancias eran mayores a toda la fortuna de la familia Rumble.

Esta gran empresa nació en 1850, como un taller de cañones; pero cuando la guerra civil Norteamericana estallo en 1860, el jefe de “Fuego Del Mañana” comenzó a construir armamento muy poderoso que le vendió a los Yanquis del Norte. Con su ayuda la guerra civil termino con la derrota del Sur y el final de la esclavitud.

Después de la guerra civil la industria de “Fuego Del Mañana” comenzó una industria basada en la construcción de armamento moderno. Intervino en más de un conflicto armado, vendiéndole sus productos al ejército Norte Americano. Finalmente, en 1900, era una empresa de gran prestigio y enormes recursos monetarios. Su dueño se llamaba Steve Anderson y su aspecto físico era todo un misterio; pero era claro que ese hombre era uno de los empresarios más extravagantes que jamás se hubiese conocido. Su vestimenta era demasiado aterradora. Durante la primer guerra mundial visito las trincheras Inglesas, en donde era visto como un sujeto enorme, vestido de negro con un saco verde oscuro. Sin embargo lo que más aterrorizaba era su horrible máscara de gas, que parecía el rostro de un mosquito. En donde debían estar sus ojos, parecía haber una negrura completa que dejaba ver un pequeño color rojo de vez en cuando. Ese hombre era el más rico del mundo en aquel entonces. Finalizada la primera guerra mundial, la industria “Fuego Del Mañana” facilito la venta de armas durante la guerra civil Española. Tanto los rebeldes como el ejército de Franco eran sus compradores.

Sin embargo Steve Anderson sabía que otro gran conflicto se avecinaba, cuando en 1938 Hitler se estaba convirtiendo en un dolor de espalda para muchos países Europeos. Si existía una probabilidad de un nuevo conflicto entonces más le valía estar preparado, pronto sabría de un proyecto muy interesante titulado como el proyecto A