Zamy y Nemanja caminaba y Zheri tenía que irse.
— ¿Te vas?. —preguntó Zamy a Zheri.
— ¡Esperaba a que nos acompañaras al centro comercial! — le dijo Nemanja.
— Lo siento. Pero tengo que salir con mi novia y he estado haciendo un regalo hace una semana y llegaré a terminarlo.
— ¡Es verdad! ¡Nuestro amigo se ha enamorado! —le dijo Zamy en tono divertido para molestarlo. Zheri se sonrojaba y se despedía. Tenía cosas que hacer.
Llegaba a su casa. Vivía junto a su abuelo en la casa. Su padre vivía en Polonia y su madre era de Copenhague. Zheri se fue de Polonia hace 8 años, específicamente a los 9 años.
— ¡Ya llegué abuelo! —gritó Zheri mientras entraba a su casa.
Dejaba su bolso en el sofá. El abuelo tenía 61 años aunque estaba en muy buena forma apesar de su avanzada edad. Podía caminar como un joven de 20 años como él solía decir.
— ¿Como te fue en la escuela Zheri? — preguntaba el abuelo mientras salía de su habitación. Estaba leyendo el diario y lo tenía en sus manos.
— Fue un buen día —respondió Zheri. — ¿Has visto el cuadro que estaba en la mesa.—agregó.
El abuelo fue a su habitación y trajo el cuadro que mencionó Zheri. Era un dibujo que Zheri estaba dibujando. Su abuelo siempre ha apoyado a Zheri ya que el solia ser un gran artista pero abandonó sus sueños. El abuelo se veía reflejado sus sueños en Zheri.
— Está pintura está increíble, ¿Que harás con ella? — preguntaba el abuelo.
— Hoy estoy de aniversario con mi novia y le quise regalar un cuadro dibujado a mano de ella y yo. — respondió Zheri. Conoce a su novia desde que llegó a Odense y siempre ha sentido atracción por ella. Siempre solía ser muy detallista.
— Yo a tu edad también hacia lo mismo. Le dediqué a una persona muchas obras de arte — le dijo el abuelo recordando su pasado.
— ¿Se las regalaste a la abuela?
— A decir verdad, era otra persona aunque estoy muy viejo para recordar. —respondió el abuelo.
Zheri tomó el cuadro y fue a terminarlo. Mientras que el abuelo regresó a su habitación.
Pasaron las horas y Zheri fue hasta el parque central de Odense en donde se juntaría con su novia a las 18:00 PM. Zheri estaba ahí desde las 17:30 PM con su cuadro en las manos que había terminado. Los minutos pasaban y ya eran las 18:00 PM. Estaba esperando ansiosamente a su novia para desearle un feliz aniversario. Tenía planeado salir al cine. Pasaban los minutos y aún no llegaba. Quizás se retrasó un poco pensaba Zheri. Ese retraso ya era de una hora. Pasaban y pasaban los minutos y Zheri aún estaba esperando. Dejaba mensajes al teléfono de su novia pero no eran leídos. Zheri se quedó esperando.
>>Atty Milberg<<
Eran las 20:00 PM. Atty solía visitar el Parque Central de Odense en donde había un lago en el cual se concentraban unos peces. Atty como gran amante de los animales iba a alimentar a los peces. Solía hacerlo muchas veces. Era una manera de despejar su mente de los malos pensamientos y vibras que le daba el mundo. Tomaba su suéter color lila y su bufanda roja y se iba al parque. Caminaba por las calles mientras observaba los alrededores. Pensaba en muchas cosas y a la vez en nada. Su mente era una constante cascada de pensamientos.
La noche de algo fría. Las luces iluminaban el paisaje verde del parque. Un lugar repleto de vegetación y áreas verdes que poseía un gran lago en medio del parque que lo atravesaba un hermoso puente.
Sentada en la banca que estaba frente al lago. Las migas de pan se dispersan por el lago. La mirada de Atty estaba totalmente perdida entre el movimiento de los peces. Mientras veía su reflejo en el agua solía pensar. Se cuestionaba por su apariencia. Odiaba cada parte de su ser y deseaba ser diferente.
— Esos peces se mueven libremente sin ser rechazados por sus similares, desearía ser un pez —decía Atty en voz baja. Ya eran las 21:00 PM y la noche se hacía mucho más fría. Atty estaba tranquila viendo a los peces y con sus audífonos aunque ya se hacía tarde por lo que decidió irse a su casa. Mientras caminaba y salía del parque miraba a los lejos a un chico. Estaba de espaldas por lo que no pudo ver su rostro aunque se veía que algo cansado. Al parecer llevaba varias horas ahí. Atty sintió curiosidad y se dirigía hacia donde estaba él. De pronto el mensaje de su madre diciendo que se fueras casa ya que la cena ya estaba lista frenó su paso. Pero no dejaba de llamar su atención aquel chico sentado en el parque. Atty se iba a su casa pensando en eso aunque cuando llegó a su casa ya no le tomó importancia.
>>Zheri Siszceck<<
Eran las 19:30 y aún no llegaba. Zheri esperaba sentado pacientemente. Era un día especial para él ya que cumplía un año junto a su novia. Aunque si novia aún no llegaba.
— ¿Donde estará Vienna? —se preguntaba a si mismo. Estaba muy preocupado por ella. Tenia miedo que le haya pasado algo. Más que su cita, le preocupaba que ella estuviera bien. No había nada más importante para él que su novia Vienna. Pasaban y pasaban los minutos. Eran las 20:00 PM y Zheri seguía ahí. Vienna no contestaba los mensajes. No sabía dónde estaba. Zheri metió si mano en su entre su chaleco que traía puesto. Sacó un collar color dorado con el nombre "Vienna" grabado en él. Eran aproximadamente las 21:48 PM y Zheri decidió ir a la casa de Vienna a ver si estaba ahí. Se levantó de su asiento y pudo ver una chica caminando que iba saliendo del parque. Por un momento pensó que era Vienna pero el color de su cabello era negro y con una cola de caballo y puntas rojas, era diferente al cabello color caoba de Vienna. Además su estilo era algo diferente. Esa chica usaba ropa que Vienna jamás usaría. Zheri se levantó y se fue a la casa de Vienna. Estaba algo lejos pero la preocupación de Zheri era muy grande.
Eran las 22:10 PM y Zheri estaba afuera de la casa de Vienna. De pronto un automóvil se acercaba y Zheri decidió esconderse. Del automóvil se bajaba Vienna junto a sus amigas. Habían dos amigas junto a Vienna. Eran las chicas que Atty se había topado anteriormente.
— ¡Adiós Vienna! ¡Te veo mañana! —le decía una de sus migas mientras caminaba en dirección a su casa. Vienna entraba a su casa. Al parecer habia ido de compras con sus amigas. Zheri observaba a Vienna y se preguntaba a si mismo el porqué no asistió al parque. Era una fecha especial para ellos aunque justificó la actitud de Vienna pensando en que quizás lo había olvidado solamente. Obviamente no era así y Vienna sabía perfectamente que día era. Aunque Zheri estaba muy cegado para darse cuenta. O más bien para asumir que las cosas no iban funcionando hace algunos meses.
Al dia siguiente Zheri iba rumbo a la escuela muy triste. Llegaba a la escuela y buscaba a Vienna aunque no la encontraba. Iba a esperar hasta el recreo para hablar con ella. En la noche no le contestó los mensajes. Estaba muy callado y mirando al suelo durante toda la clase y sus amigos lo notaron y le preguntaban pero Zheri no respondía. Era la hora del recreo y Zheri buscaba a Vienna. Caminaba por la escuela y la encontró sentada junto a sus amigas. Estaba siempre rodeada de sus dos amigas. Vienna adquirió mucha popularidad en la escuela debido un suceso ocurrido el año anterior y obviamente hizo que bien a cambiara su forma de ser. Ya no era la misma que solía ser y Zheri obviamente no estaba contemplado en el cambio de Vienna.
— ¿Que ocurre Vienna? Ayer te estuve esperando y no apareciste —le decía Zheri a Vienna mientras se acercaba. Sus amigas se reían intentando disimular. Ella sabían que Vienna había dejado plantado a Zheri por ir de compras junto a ella. Para las amigas de Vienna, Zheri Solo era un perdedor.
— ¡Ayer tuve que salir! —le respondió Vienna sin culpa alguna. Sin saber que Zheri la esperó durante horas sentado a que ella llegara. Zheri solamente miró al suelo y dijo:
— Entiendo. Perdón por molestarte.
— Te perdono. —contestó Vienna. Zheri agachó su mirada y caminó. Sus amigos llegaron rápidamente donde estaba él.
— ¿Que ha sido eso Zheri? —preguntó Nemanja. — ¿Que más necesitas para darte cuenta que esa chica solo está jugando contigo?
— ¡Silencio Nemanja! ¡Ella solo se olvidó, a cualquiera le puede pasar! —respondió Zheri.
— ¡Vamos amigo, solo está jugando contigo! Desde que Vienna ganó popularidad ya no te habla, te ignora a menudo e incluso su madre te odia porqué no eres alguien con dinero! —decía Zamy.
— La madre de Vienna Solo busca dinero, al menos te llevas bien con su padre pero eso no es suficiente. Vienna ya dejó de tomarte importancia —le decía Nemanja a Zheri. Sus amigos intentaban hacer recapacitar a Zheri. Su relación no iba a ninguna dirección y no podía seguir aferrado a ese amor.
— Las cosas cambiarán. Estoy seguro que las cosas cambiarán y Vienna volverá a ser como antes. —decía Zheri. No quería dejar ir a Vienna aunque eso significaría lastimarse a sí mismo. Ya era la hora salida y los alumnos de la Escuela Germana comenzaban a salir. Vienna salía junto a sus amigas y se unía una chica de cabello rizado rubio. La chica más hermosa de la Escuela que se juntaba con Vienna.
— ¿Sabrina? ¿Irás con nosotras al centro comercial? —le dijo Vienna a la chica.
— Tenía pensado ir al centro comercial y ya que ustedes también irán sería bueno acompañarlas. —respondió Sabrina.
— Oye Sabrina. Te perdiste la cara de Zheri cuando le preguntó a Vienna el porqué lo dejó plantado. —le dijo una de las amigas de Vienna a Sabrina. A ellas no le agradaba Zheri y no entendían porqué Vienna estaba con él. La chica popular estaba con un chico promedio. Sabrina era alguien que se preocupaba mucho por la moda y su apariencia. Tenía una forma de ser muy reservada aunque no le gustaba mucho la atención. Sabrina caminaba mientras miraba algo distraída. Solía acompañar a las chicas pero no tomaba en cuenta lo que hablaban. Ella solía ser amiga de Vienna have mucho tiempo, pero el cambio de Vienna no le agradaba mucho.
— ¡Oye! ¡Espera! —
Una voz se escuchaba. Una chica corría tras las chicas. Sabrina se volteó y era la chica que se toparon el día anterior. La misma chica con esa expresión pálida. Era Atty quién estaba corriendo tras ella intentado hablar con alguna de ella por alguna razón.
— ¿Otra vez tú? ¿Que quieres? —preguntó Vienna haciendo señales de desprecio hacia la chica.
— ¡Se te ha caído esto! —dijo Atty que tenía una billetera en sus manos y miraba a Sabrina. Al parecer a Sabrina se le habían caído sus pertenencias y Atty se las devolvió.
— ¡Oh, gracias! ¡No me di cuenta cuando se me cayeron! — dijo Sabrina algo sorprendida. En el fondo estaba agradecida de que le haya devuelto sus pertenencias.
— ¡Que linda acción! ¡Ahora lárgate de aquí o tendré que quitarte! —le dijo Vienna a Atty. Esa chica común estaba invadiendo su espacio.
— ¡Lo siento mucho! —le dijo Atty mientras le entregaba las cosas a Sabrina con un tono asustado. De inmediato le entregó las cosas a Sabrina y se marchó algo tímida y asustada. Sabrina miraba a Atty. En el fondo estaba agradecida con ella.
Mientras tanto Zheri caminaba hasta su casa. Su abuelo salía de su habitación a darle la bienvenida.
— ¿Que tal tu día?. —preguntó el abuelo.
— ¡Fue una mierda!
— No deberías usar ese vocabulario frente a tu abuelo.
— Lo siento abuelo. Fue un día muy malo.
— ¿Esa chica te dejó?
Zheri miró a su abuelo algo confundido. Su abuelo siempre sabía que decirle y pensó en pedirle consejos.
— ¿Que haces cuando una chica deja de mostraste interés?. —le preguntó Zheri a su abuelo. La mirada del abuelo se centró en Zheri y rápidamente tomó una silla y se sentó junto a Zheri. Iba a comenzar una charla.
— Sabes Zheri, no siempre la persona que creemos amar es el amor de nuestra vida. A veces debemos saber sufrir para prepararnos para amar de verdad. —le dijo el abuelo.
— ¿De qué hablas abuelo?
— Ya viste lo que pasó con tu abuela. Cuando nació tu padre ella se fue porqué yo no fui su verdadero amor. Supongo que ella se enamoró de alguien más y nos dejó.
Zheri miraba a su abuelo. El lo conocía. El abuelo de Zheri lleva mucho tiempo solo aunque eso jamás le afectó. Su mujer lo dejó cuando nació el padre de Zheri.
— ¿Crees que debería dejarla? —preguntó Zheri.
— Siempre debes luchar por amor Zheri. Pero asegúrate que la chica por la cual luchas sea la correcta.—le dijo el abuelo a Zheri. Obviamente el era mayor y tenía más experiencia. Zheri lo escuchó y le encontró sentido a sus palabras.
— ¡Muchas gracias abuelo! —le dijo Zheri. Siempre sabía que decirle cuando estaba triste. Zheri decidió salir un rato al parque a despejarse. Solía siempre visitar el parque en las tardes. Ese lugar era especial para el, ahí fue en donde conoció a Vienna hace años. Se posaba en el puente y miraba abajo donde estaba el lago. Ahí donde estaban los peces. Miraba el agua y recordaba muchas cosas. Recuerdos junto a Vienna cuando eran niños y decidió ir a buscar el cuadro y dárselo de regalo. Se puso en marcha hacia su casa. Caminaba de manera apresurada mientras miraba al suelo. No miraba si alrededor. Sólo pensaba en llegar rápido.
Mientras caminaba había una chica que caminaba mirando al suelo. Estaba pensando e iba con audífonos. Al parecer había algo que la tenía incómoda. Sus cuerpos se cruzaron por la calle aunque ambos iban mirando hacia abajo. Las líneas paralelas que cruzaban sus caminos hacia diferentes direcciones se enmarcaban en el viento. Cada uno iba en dirección diferente pero una sensación extraña recorrió el cuerpo de ambos. Como si una fuerza evitara que se alejaran. Ella miró hacia atrás sin explicarse el motivo y solo vió la espalda de ese chico. Fue solo una sensación extraña y siguió su camino. El chico sintió algo y también se volteó. Reconoció ese cabello. Reconoció que era la chica del parque de esa noche pero tenía prisa y también siguió su camino. Sus caminos fueron en direcciones distintas pero no sabían que sus caminos estaban destinados a encontrarse otra vez.
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