"Mi abuela y Yedaky permanecieron conversando en la planta baja por algunas horas, aunque desperté varias veces y escuché sus voces, no pude poner atención a lo que hablaban, me sentía muy cansada luego de trabajar tanto en la tienda, sin embargo, este giro en mi vida es una sensación agridulce, por un lado, mi abuela se iría lejos de casa, pero al mismo tiempo Yedaky ahora viviría conmigo"
-¿Quién es usted?-
Miila empezó a soñar consigo misma observando a una persona desconocida que le daba la espalda. Caminando para acercarse, de pronto miró que esta persona sacaba un arma para apuntarse a sí misma en el pecho.
-No... No lo hagas... ¡Espera!- Le decía Miila intentando correr pero al tiempo que ella avanzaba, en realidad se alejaba. Cuando estaba muy lejos, escuchó un disparo y vio como el cuerpo de esa persona caía al suelo, aparentemente sin vida.
-¡No! ¡Yedaky! – Gritó desesperada intentando correr sin resultado dentro de su sueño.
En ese momento, la abuela de Miila entró a la habitación pero fue Yedaky quien sin pensarlo se adelantó a ver a la chica que gritaba en medio de su pesadilla.
-¡Miila! ¡Aquí estoy!- Le gritó Yedaky acercándose a la cama para tomarla de la mano.
Miila frunció el ceño y abrió los ojos despacio, intentando controlar su respiración agitada, en el momento que despertó y vio a Yedaky, se aferró fuertemente a su cuello y empezó a llorar.
En ese momento, Yedaky sintió algo como un pinchazo en el pecho, ignorando lo más posible el dolor que sentía, la consoló unos momentos.
La abuela de Miila permaneció observando con una sonrisa la situación.
-Abuela- Dijo Miila limpiando sus lágrimas y separándose un poco de Yedaky –Lo siento, yo solo-
-Estás en buenas manos, hija. No tienes que disculparte por nada- Le contestó la anciana mientras acariciaba la cabeza de la chica –Hacía tiempo que no tenías un sueño que te inquietara tanto, es curioso que esta vez llamaste a Yedaky en vez de a mí, creo que estoy un poco celosa- Concluyó riendo.
–Abuela... Dime... ¿Por qué aceptaste que Yedaky se quedara aquí cuando apenas se conocen?-
La mujer se acercó a la ventana y abrió la persiana, le pareció ver a Arsen al otro lado de la acera mirando hacia la casa, pero lo imaginó solamente.
-Porque vi lo que Arsen te hizo, es muy tarde para que yo pueda protegerte de él, así que confiaré en que Yedaky cuidará bien de ti-
Miila se quedó seria unos momentos, las lágrimas se asomaron una vez más en sus ojos
–Perdóname abuela, no quería preocuparte-
La anciana se acercó para acomodar le fleco de Miila y besarle la mejilla. –No estoy preocupada, todo lo contrario- Dijo volteando a ver a Yedaky con una sonrisa algo triste –No dejes que ese joven la toque, por favor-
La abuela de Miila se acercó a la puerta, una vez ahí, se despidió deseando las buenas noches para luego salir de la habitación.
-Lo siento, Yedaky... No era mi intención que ahora mi abuela te diera esta responsabilidad- Suspiró sentándose en su cama –Mañana que ella se vaya a la ciudad, tú puedes hacer lo que quieras, no quiero ser una carga para ti-
Yedaky intentó disimular el dolor que experimentaba en el pecho, no había sentido molestias así de fuertes antes, permaneció en calma hasta llegar al punto donde no pudo seguir fingiendo.
-¿Qué te parece si tratas de dormir? Dejaremos esta conversación para después, necesitas descansar- Le dijo levantándose para salir también de la habitación.
-¿Pasa algo? – Preguntó Miila notando extraño su comportamiento –Normalmente te la pasas bromeando con todo lo que te digo- Insistió acercándose para revisar la herida -¿Te duele?
El dolor se intensificó de pronto haciendo que Yedaky se pusiera a la defensiva, retrocediendo para evitar que Miila se aproximara –Es cansancio, Miila, hoy fue un día pesado, la mudanza y todo eso me tiene sin energía, es todo-
-Al menos déjame ver...-
Yedaky tomó la mano de Miila y la alejó mostrando una actitud más agresiva
-Dije que necesitas descansar, estoy bien- Concluyó caminando hacia la puerta.
-Buenas noches- Se despidieron.
Al salir, Yedaky no pudo contener más el dolor, recargándose en la puerta intentó respirar profundo para después dirigirse a su habitación.
-Creo que solo me agité demasiado... Fueron demasiadas emociones-
La herida dejó de doler de la forma repentina en que comenzó a causar molestias, luego de una ducha y un nuevo vendaje, Yedaky se recostó en la cama intentando apaciguar sus pensamientos, la responsabilidad que ahora llevaba quizá era muy grande.
-Yedaky, ¿puedo entrar?- Se escuchó decir al otro lado de la puerta.
-Sí, adelante-
La abuela de Miila entró con un álbum fotográfico en las manos –Perdona la hora, sé que es tarde pero necesito mostrarte algo antes de marcharme en la mañana- Le dijo colocando el álbum sobre la cama.
Yedaky permaneció poniendo atención, tratando de cubrir su pecho con la sábana, con la mano que tenía libre, empezó a hojear el álbum, deteniéndose en una foto que le llamó la atención donde se apreciaba un par de niños cargando cajas con flores.
-Ese es Arsen, Miila y él se conocen desde niños- Comenzó a explicarle la anciana.
-Arsen...- Murmuró Yedaky con una expresión de molestia – Ese tipo es un...-
-Siempre había sido un buen chico, pero, luego de ver como trató a mi nieta... No estoy segura de qué pensar ahora-
-Arsen tiene mucho tiempo siendo así con ella, señora- Le interrumpió Yedaky –No conozco toda la historia, pero en sólo estos días he visto de lo que puede ser capaz-
La anciana se mostró preocupada, llevando la mano a la cabeza suspiró –No puede ser, Miila nunca mencionó nada – Añadió poniéndose un poco ansiosa – Ahora que recuerdo, hubo muchas ocasiones en que volvía con golpes pero nunca me imaginé que... No es posible que me venga a enterar una noche antes...-
-No es necesario que se ponga así, no es posible denunciarlo por la situación de Miila ¿Verdad? Entonces, solo es cuestión de resistir hasta que ella sea su hija oficialmente, así la policía podrá tomar cartas en el asunto-
-Lo dices de una forma tan tranquila- Respondió la abuela de Miila –Hablaré con Gary para que él también te ayude durante ese tiempo, de esa forma estaré más tranquila, llamaré lo más seguido posible y...-
-Creo que su única preocupación debe ser recuperarse, si en todos estos años usted no estuvo enterada y Miila pudo manejarlo sola, créame que ahora que lo sabemos, las cosas ya no serán tan sencillas para ese tipo-
-Tienes razón, aunque Arsen pertenece a la familia más influyente del pueblo-
-¿Su familia es la más influyente del pueblo? – Exclamó Yedaky en un tono sarcástico
-Este pueblo es demasiado pequeño entonces- Agregó en tono de burla.
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