Raen había ganado su primer combate en el torneo de destrezas, su nuevo oponente ya estaba definido; Paolo un soldado de control de fuego. En lo que se limpiaba el cuadrilátero para la siguiente ronda, los participantes estaban decidiendo que armas y accesorios que utilizarían en el evento. El soldado tomó rápidamente un escudo y una espada larga de doble filo. Raen veía todas sus opciones, después de unos minutos, se decidió: cogió una lanza, dos espadas de madera que puso en su cinturón, un par de granadas de humo rudimentarias, un escudo pequeño que colocó en su espalda y un escudo gigante de más de la mitad de su estatura.
─Oye chico, no te emociones. ¿Crees que te podrás mover con todo eso? ─preguntaba Jullien.
─Claro que sí ─dio media vuelta y se tropezó con el gran escudo cayendo sobre él ─. Woops, jeje, lo estaba probando…
─Hmph, no perdamos más tiempo ─decía enojado Paolo.
─Estimados generales, señoras y señores, los contrincantes están listos para comenzar ─la multitud se alocaba ─. ¿Volverá a ganar Raen? o ¿será que Paolo se convierta en el nuevo triunfador? ─algunos seguían en shock, otros aclamaban al soldado.
─ ¡Tú puedes Raen! ─gritaban sus amigos.
─Doble o nada ─Rozen seguía apostando a favor del príncipe.
─Listos… ¡Comiencen! ─nuevamente sonó la campana y Jullien despejó el cuadrilátero.
Paolo corría hacia su oponente, llevaba sus puños cubiertos en llamas, el chico sujetó el escudo gigante con ambas manos cubriéndose. Recibió el primer impacto el cual hizo que retrocediera un poco, el calor era intenso.
─Te convertiré en cenizas ─soltó otro golpe de fuego.
Raen volvió a cubrirse y la colisión causó de nuevo que retrocediera ─. ¡Ah! por favor en cenizas nooo ─una tercera vez se repitió la dinámica. <<Ok, esta distancia debe ser suficiente>>. El muchacho estaba cerca de la orilla del ring, asomó la espada de madera por un lado del escudo, su enemigo no dudó y disparó una bola de fuego incendiando el arma. Humo salía de la espada, la tiró al suelo detrás de él.
─Parece una batalla acalorada, el joven Raen está acorralado, ¿es este el final del Niño Dragón? ─comentaba Jullien para hacer ambiente.
Murmullos se escuchaban entre la multitud, decían que su triunfo anterior había sido mera suerte, muchos cambiaban sus apuestas en favor al imperial, otros le decían que se rindiera. Jethro observaba fijamente los movimientos de Raen, los demás amigos estaban preocupados; esta pelea era totalmente opuesta a la anterior.
<<Vamos Raen, tienes que ganar o… seré pobre de nuevo>> Rozen mordía sus uñas por la angustia.
Raen tomó la lanza y de igual manera, solo asomó la punta, su oponente de nuevo la incendió.
─ ¿Te cansaste en la otra pelea y por eso no te mueves?
Tiró al suelo la lanza, se colocó encima de ella cerca de la punta en llamas y con su brazo disponible, jaló hacia arriba para trozarla. Agitó la parte en llamas un poco para dispersar el humo y la colocó detrás de él. La madera de ambas armas consumiéndose fue formando una pantalla de humo, cubriendo a los espectadores de esa dirección de sus movimientos.
─Si no haces nada pronto, perderás la batalla y ese escudo no te protegerá por siempre ─Paolo tomó una respiración profunda, apuntó ambos puños hacia su oponente; se preparaba para darle el golpe final. Al exhalar chorros de fuego atacaron al príncipe.
─ ¡La paciencia es una virtud de la que careces! ─le gritaba mientras trataba de mantener su posición y hacer un pequeño agujero en el suelo, trabó lo que quedaba de la lanza de manera que sostuviera el escudo gigante.
─ ¡Cierto! por eso terminaré esto de una buena vez ─incrementó el poder de sus llamas, el calor aumentaba horriblemente y el escudo estaba por romperse.
En los palcos se preguntaban, qué rayos pretendía hacer; excepto Yago, él estaba feliz de ver al mocoso en esa situación ─. Es un mocoso estúpido, ganó solo por suerte, pero ya se le terminó ─mofaba el general.
<<Bien, solo tengo una oportunidad, debo ser rápido. Si esto falla, tendré que ejecutar el plan B, y no quiero hacer eso en este encuentro>>. Sacudió su sudor de la frente, cubrió su boca y nariz con su pañuelo protector de la neblina de las minas, sacó las granadas de humo y las hizo estallar.
¡BOOM!
La mitad del cuadrilátero se llenó de humo eliminando toda visibilidad. Paolo detuvo su ataque, sacudía sus flamantes manos tratando de disipar la pantalla cegadora.
─ ¿Dónde estás insecto? ─buscaba de un lado a otro, divisó la silueta del yelmo del chico ─. ¡Llegó tu fin! ─Paolo lanzó una bola de fuego en dirección de lo que creía era su presa.
De pronto Raen salió del humo lejos de su oponente.
─Hmmn, creo que te equivocaste Yago, ese niño no es nada tonto ─hablaba Melchior <<Que interesante>>.
─Volverá a ganar, jajaja ─reía Louis.
El ataque derribó la silueta pero se dio cuenta de que no era más que la otra espada clavada en el suelo sosteniendo el casco ─. ¿Qué demonios? ─se volteó y vio al chico corriendo hacia él.
─Caíste en mi trampa.
El humo desaparecía, Raen le aventó el escudo. Paolo con su brazo lo desvió, dejando su torso descubierto; el chico ya estaba en el aire lanzando una patada. Directo en el pecho golpeó al imperial y éste cayó al suelo fuera del ring. Por segunda vez hubo un silencio, el asalto había terminado… sonó la campana. El príncipe se levantó riendo, Paolo estaba furioso; como mal perdedor lanzó un flamazo en dirección al ring, Raen se agachó esquivándolo.
─ Vamos Paolo, ya perdiste. Pero ¡por las barbas de mi abuelo!, no esperaba este resultado… ─se acercó al chico ─. El ganador de este round es… aunque no lo crean… ¡Raen! ─alzaba su brazo junto con el del muchacho.
─ ¡Wooohooo! ─Rozen brincaba de alegría.
Esta vez más gente se alegraba por el chico, incluso algunos soldados aprobaban el resultado.
─ ¡Kyaaah! Flor… lo logró de nuevo, jajaja ─Ingrid abrazaba a su amiga.
─Raen es increíble ─decía Floralia.
─Sí, ¿Cómo lo hace? ─estaban asombrados Isaac y Leo.
Jethro le lanzó una mirada de aprobación a Raen y su pulgar arriba.
─WRAAAH, ¡Carajo! esto no está pasando ─arrojaba al suelo su tarro de vino, Yago estaba tan enojado que le saltaban las venas dela frente.
─Bien, bien ¿Quién se anima a retar nuestro joven triunfador? ─los soldados se veían entre sí, comenzaban a dudar ─. Hahaaa, Raen, parece que los has intimidado un poco ─Jullien y el chico se miraron y se sonrieron ─. ¡Vamos, vamos! esto aún no se termina ─el cuadrilátero ya estaba limpio y listo para el siguiente combate.
─ ¡Uno de ustedes pelee contra él! y hágalo picadillo ─Yago gritaba fúrico a los tres comandantes.
─Yo iré ─se ofreció Gahiji (1) quien saltó de los palcos y aterrizó con elegancia en el ring.
Raen ya estaba listo, había tomado un escudo y una espada de madera, estaba por colocarse de nuevo el yelmo; pero al ver quien era su próximo oponente, lo regresó al suelo.
<<Hmph, que este sujeto se ofrezca a la pelea, significa que Yago debe estar muy enojado>>. Miró hacia donde se encontraban los generales.
De la armadura de su brazo, el soldado con poderes kivet de acero, creó una espada metálica y se abalanzó directo al muchacho distraído.
─ ¡Ah! ─alcanzó cubrirse con el escudo, pero este objeto tenía cubierta y tornillos de metal. Gahiji movió bruscamente su brazo hacia la izquierda y Raen salió disparado hacia esa dirección ─. Ugh ─caía al piso, pero no fuera del ring.
─ ¡Wow!… Eh… ¡esperen! umn… ─Jullien no sabía qué hacer, aún no había iniciado oficialmente el asalto.
─ ¡¿Qué esperas? inicia la pelea! ─exclamaba enojado el general Yago.
─Sí señor ─hizo sonar la campana mientras huía del escenario ─. ¡Comiencen!
─Tch, esto no es bueno ─Raen aventó lejos el escudo. Trató de quitarse el resto de armadura que traía puesta, seguido perdió el control de sus brazos y comenzaba a pegarse a él mismo en la cara ─. Ugh… aagh… cht… ─después de varios puñetazos, logró desabrochar las piezas de armadura de uno de sus brazos. Con rapidez se quitó las demás piezas metálicas de su cuerpo y se alejó de su oponente <<Uff, estuvo cerca>>.
Gahiji sonreía confianzudamente, ahora que el chico no tenía protección podía atacar en serio. Del suelo se levantaron todas las piezas de acero y se transformaron en numerosas puntas de flechas filosas. Raen aún tenía la espada de madera, la usaba para desviar los objetos que le atacaban; no obstante eran muy veloces, demasiados y muy afilados. Intentaba acercarse a su enemigo, pero las puntas de flechas comenzaban a dar en el blanco, frenando su avance. Le atacaban por el frente, por la espalda, por los lados, no podía detenerlos todos con una espada de madera que estaba por quebrarse.
A pesar de estar preocupados por él, sus amigos le animaban. De igual manera los espectadores gritaban palabras de aliento.
─ ¡Enséñale Niño Dragón!
─Ya le ganaste a dos, ¿qué es uno más?
Los ataques no paraban, la espada no pudo más, se partió en dos. <<Ahora ¿qué harás Raen?>> Se preguntaba Jethro, quien no había perdido de vista al muchacho.
─Hasta aquí llegaste, mocoso ─reía Gahiji, detuvo los ataques y todas las puntas de flecha rodeaban acechando al jadeante muchacho.
─ ¡Eso es lo que quería ver! Jajaja ─al fin se mostraba feliz el general.
─Aww, el chamaco está llegando a su límite ─compadecía Louis.
<<Aagh… por todos los cielos, estoy muy fuera de forma. Apenas es el tercer oponente y pareciera que ya hubiera vencido a 30. Cht, bueno… es hora de que funcione el plan B>>. Tiró la empuñadura y lo que le quedaba de su arma, con el pie, pisó la otra parte de la espada de madera haciendo que saltara del suelo, la cachó con la mano y corrió directo a su oponente…
<<Plan B: Cuando tu oponente porta una kivet y es más fuerte que tú…>>.
Las flechas se dirigían a gran velocidad hacia el príncipe. Esta vez dejó que le golpearan y continuó corriendo, unas se le encajaron en los brazos, otra en la pierna, una más en el abdomen.
─ ¡¿No las está esquivando?! ─Sennet se acercó a la orilla del palco emocionado, Melchior le miró ─. Ah, lo siento señor ─regresaba a su lugar avergonzado.
<<… debes igualar las probabilidades de ganar…>>.
Raen logró acercarse, con la espada atacó al rostro del soldado, Gahiji le esquivó; sin embargo, todas las flechas metálicas en el aire cayeron al suelo.
Clank, clank, Clank.
─Ooh, un giro inesperado ─decía Melchior.
Una vez más todos los espectadores estaban sorprendidos.
<<…quitándole su kivet>>.
Al ser atacado al rostro con la espada, enfocó la mirada en el objeto, no vio que con la otra mano, Raen desenterró de su pierna una de las flechas; rompiendo el bolsillo donde guardaba su kivet de acero.
Se preguntarán ¿cómo rayos sabía dónde la guardaba?, bueno pues cuando era asistente de Don Vik, le tocó sostener y doblar los uniformes de los soldados; ahí descubrió los bolsillos secretos donde podrían esconder las piedras. Gahiji, al igual que Sennet y Marlon, era uno de los soldados que siempre acompañaban a alguno de los generales; por lo que cuando Raen se dispuso a liberar a Minawoods, prestó más atención a los escoltas.
——
(1)Gahiji: solo quería mencionar como se pronuncia su nombre en esta historia, Ga.ji.gee
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