Sin poder creerlo todavía, Miila pasó a formar parte del equipo de unidades en el nivel 1, en consecuencia, se le pidió dejar el departamento que compartía con su hermana para mudarse al edificio correspondiente, sin suficientes habitaciones, el general le mandó vivir con Juhan.
-Bueno, aquí estamos- Dijo el chico con un tono desairado luego de caminar junto a su nueva compañera, cargando una caja que contenía todas sus cosas.
-¿E-esta es tu habitación?- Exclamó sorprendida.
-Si, lo siento… Las habitaciones del nivel 1 no son tan grandes ni tan lujosas como las del nivel 10-
-N-no, el cuarto está bien… pero…-
-¿Pero?- Insistió Juhan.
-Sólo tienes una cama- Dijo Miila con preocupación y rubor en sus mejillas.
-¿Quieres compartirla?- Le dijo el joven volteando a verla de forma juguetona.
-¡Claro que no! ¡No lo dije por eso!- Le gritó ella de vuelta.
-Es broma, Miila, relájate- Respondió Juhan entrando a la habitación y colocando la caja sobre la cama –La cama es tuya, anda, ponte cómoda-
Miila comenzó a desempacar sus cosas mientras su compañero estiraba los brazos luego de haber cargado la caja todo el recorrido.
-Bien, tenemos libre hasta mañana ¿Quieres hacer algo?-
-No.-
-¡Oye oye! No me has dicho bien quien eres- Insistió el joven intentando iniciar una conversación.
-Soy Miila, es todo lo que por ahora necesitas saber- Le respondió sin voltear a verlo mientras continuaba sacando sus cosas, entre las que resaltó una fotografía enmarcada-
-Oh, esa es la chica del departamento donde vivías, vi su identificación en la puerta ¿Es tu amiga?-
-No… Es mi hermana menor- Contestó Miila manteniendo su mirada en la fotografía, en ella estaba su hermana llevándola en la espalda mientras ella parecía avergonzada intentando bajarse-
-Que gracioso, una hermana menor alzando a la mayor, por cierto…- Añadió Juhan bajando la ceja y analizando la imagen –No encuentro parecido entre ustedes-
Miila pareció relajar su actitud defensiva lanzando un suspiro, aun manteniendo la fotografía en la mano, sonrió empezando a conversar con Juhan.
-No eres el primero en decírmelo, la verdad es que si, somos muy diferentes… Pero es mi hermana…- Pareció divagar por un momento en sus recuerdos –Solíamos jugar y conversar por horas, era mi mejor amiga-
-¿Era?- Enfatizó él.
-Los últimos meses ha estado muy extraña, ha cambiado mucho… Creo que sólo es porque estamos creciendo-
Ambos se quedaron callados un momento, notando que la conversación había afectado el ánimo de su compañera, Juhan tomó confianza para quitarle la fotografía de la mano
-Bueno, ¿Qué te parece si ponemos esta foto aquí?- Dijo alegre poniéndola en una repisa justo a un lado de la cabecera de la cama -Te invito a comer ¿Qué te parece?-
Miila se quedó pensando un momento y luego de aceptar su invitación, ambos salieron del edificio con rumbo al estacionamiento.
-¡Aquí vamos, Dos solteros en busca de aventuras en la ciudad!- Exclamó Juhan una vez que ambos subieron a su auto deportivo.
-¿Qué no íbamos a comer?- Preguntó Miila cortando el momento.
Una vez que la chica se relajó un poco, Juhan tomó confianza de inmediato para llevarla a diferentes lugares luego de comer, dejando incluso estacionado el auto para caminar por el área comercial de la ciudad, donde visitaron algunos museos sobre la historia de NTi, una heladería e incluso una tienda de mascotas, donde, para evitar que su nueva compañera se sintiera incómoda de vivir con él, le compró un perro “chaperón” un cachorro pastor alemán de color negro.
-Puedes entrenarlo para cuidarte, sólo no le enseñes a matarme, por favor- Bromeó él al entregarle el perrito a la chica en las manos.
Una vez que comenzó a caer la noche, ambos regresaron al edificio, Juhan se apresuró a cambiarse para dejar todo el departamento a disposición de Miila, saliendo del baño ya con su pijama puesto, sacó una cama de acampar para ponerla en el suelo.
-Creo que debería decir “Gracias por lo de hoy”- Dijo la chica rompiendo el silencio.
-Al menos eres educada- Sonrió Juhan –No hay de qué, podemos salir las veces que quieras- Contestó moviendo al perro que deambulaba la habitación suavemente con el pie para sentarse sobre la cama de acampar-
Luego de cambiarse y ponerse su ropa de dormir, la chica se sentó en la cama pensando mientras acariciaba al perro que buscaba acomodarse junto a ella.
-Ah… oye- Preguntó Juhan sorprendiéndola pues parecía estar durmiendo y habló de pronto
-¿No te vas a quitar los lentes para dormir?-
Miila regresó a su actitud defensiva luego de esa pregunta.
-¡Déjame en paz! ¡Eso no te importa!-
-No sé por qué, pero esperaba una respuesta así…- Murmuró el joven sonriendo y regresando a su posición para dormir.
Luego de varias horas, ya entrada la madrugada. Miila se incorporó en la cama, se sentía muy extraña, quitándose los lentes volteó a ver a Juhan, que dormía profundamente.
Su perro despertó al sentirla moverse, ella lo acarició para que no hiciera ruido y al voltear a verlo, la luz de la luna que entraba por la ventana iluminó una par de cicatrices en su cara, haciendo que el pequeño animal se asustara.
-Tranquilo, sé que luce muy mal, pero no me duele- Murmuró ella volteando a ver por la ventana
-Parece que hoy tampoco puedo dormir- Dijo cargando a su mascota para salir de la cama –Vamos a dar un pase, sólo no hagamos ruido para que Juhan no despierte-
Tras caminar por los pasillos, ambos subieron las escaleras, la joven quería respirar aire fresco así que salió a la azotea del edificio, sorprendiéndole que la puerta estaba abierta. Al asomarse pudo notar una silueta que observaba a través de la cerca hacia el movimiento nocturno de la ciudad.
-Yedaky ¿Qué haces aquí?-
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