Las niñas terminaron de asearse y salieron del agua, Eagle les indicó sin voltear a verlas que en la carreta había un par de cambios de ropa. Una vez que se vistieron, Miila se emocionó tanto que tomó a Aksa de las manos y dio un par de vueltas de alegría
— ¡Mira! ¡Nuestra ropa es igual — Exclamó sonriendo
La otra niña se miró reflejada en el agua cristalina del río, quedándose perdida unos segundos, al momento de ver a Miila pararse a su lado, mostró una risa tenue.
Eagle estiró la red a unos metros de ellas, sacando una cantidad pequeña pero suficiente de peces —Con esto podremos comer por unos dos o 3 días — Les dijo acercándose a la orilla, recibiendo a su hermana en su brazo, con el otro subió la red con los peces enredados en ella a la caja de la carreta.
—Ahora si, estaban bastante sucias y sus ropas no tenían remedio —
Aksa se quedó quieta a la orilla del río, mirándolo con atención mientras subía a Miila a la carreta.
—No te quedes ahí ¡Ven! — Le gritó extendiendo la mano, en el momento que se puso a su alcance, la levantó y la puso también dentro de la caja de la carreta junto a su hermana.
—Ya terminamos, debemos regresar antes de que empiece a caer la tarde, además — Agregó poniéndose la mano en el estómago —Tengo hambre, ustedes también ¿Verdad? —
Tomando la carreta, regresaron a Kairos, en su mente, el joven aún se preguntaba si había sido buena idea lo que estaba haciendo “No sé quién es esta niña” Pensó volteando a ver de reojo como las niñas estaban aferradas a la orilla del vehículo, mirando hacia el camino que tenían delante.
— ¿Mataste a un monstruo con sólo un cuchillo? — Exclamó él una vez que llegaron a casa y Miila le volvió a contar lo que había sucedido en el bosque.
—¡Sí! — Gritó Miila haciendo ademanes como si fuera un oso — ¡Aksa es bastante fuerte, hermano! ¡Ella me salvó! ¡Es genial! —
— ¿Fue así? — Se dirigió Eagle a la niña que permanecía callada, sentada sobre una roca, observaba bajando la mirada en ciertos momentos.
—No era un monstruo, era un jabalí — Apenas se le escuchó decir.
—Ósea que, tú sola mataste a un jabalí con un cuchillo… — Dijo el muchacho pensando en voz alta —Y bueno, Aksa ¿Tienes familia? ¿Dónde están tus padres y por qué Miila te encontró sola en el bosque? —
Aksa apretó los labios mirando hacia otra dirección —No, no tengo… No sé, no sé nada — Respondió de manera tajante.
— ¡Te lo dije, hermano! ¡Ella es como nosotros!— Interrumpió Miila apoyándose en las rodillas de Eagle, él la hizo a un lado debido a que estaba muy cerca de la cacerola donde estaba preparando la cena.
—Bueno, supongo entonces estabas en el reino por que abrieron las puertas, te colaste en el desfile de los caballeros ¿Verdad? — Se le quedó viendo — ¿Perdiste tu cuchillo? —
La niña se quedó callada y asintió con la cabeza.
Eagle terminó de preparar la cena, quitó la cacerola del fuego y la hizo a un lado para que no se quemara. Sin decir nada, entró a la casa y sacó dos espadas, lanzándole una a Aksa, quien la tomó en el aire pero perdió el equilibrio por el peso.
—Vamos a comprobar si eres tan fuerte como dice mi hermana — Dijo poniendo una postura de pelea — ¡No te contengas! — Le gritó.
Aksa se puso en guardia, intentando poner todas sus fuerzas para levantar el arma, con un semblante decidido trató de atacarlo, pero la espada era muy pesada y la hizo caer hacia atrás.
— ¡Hermano! — Intervino Miila al ver la escena — ¡Hermano! ¡No es justo! — Empezó a gritarle.
Aksa se puso de pie e intentó de nuevo alzar la espada, se le notaba un poco frustrada y con algo de coraje consigo misma.
—De acuerdo, de acuerdo — Se relajó Eagle parándose de forma normal y llevando la mano a la sien —Necesitas un cuchillo entonces, te haré uno, siempre y cuando me prometas que te vas a comportar y no lastimarás a nadie del pueblo, pero sobre todo, cuida a Miila, ella tiene mucha fe en tí ¿De acuerdo? —
La niña apoyó la punta de la espada en el suelo para relajar sus brazos y asintió con la cabeza.
Luego de guardar de nuevo las espadas, los 3 comieron, Eagle se acercó a la puerta para salir nuevamente de la casa —Miila, no salgas por favor, podría entrar otro espía al reino y no quiero que nada te pase — Hizo una pausa y volteó a ver a Aksa.
—Sigues aquí sólo porque mi hermana te quiere, pero no dudaré en matarte si algo le pasa por causa tuya —
Miila se interpuso nuevamente entre ellos a pesar de la distancia —Aksa es muy fuerte, hermano, ella no es malvada —
Eagle se fue, cerrando la puerta con fuerza.
—Mi hermano también es bueno, pero no lo salvaste, por eso no sabe que eres buena tú también —
Las dos se quedaron calladas un momento, Miila se subió a la cama y se sentó junto a Aksa tomando la bufanda para ponérsela de vuelta, la desenrolló y se quedó viendo el extremo que fue mordido por el jabalí la otra noche.
— Esta tela era de mi mamá — Le dijo tomando la bufanda con las dos manos, que aunque estuviera enredada en su cuello, la longitud era suficiente para tocar el suelo —No la pudo terminar porque gente muy mala destruyó nuestra casa y… — Hizo una pausa.
—No tienes que decirlo — Respondió Aksa —Por eso te gusta ponértela —
Miila se envolvió en su bufanda y se quedó tranquila —Papá trato de salvarla, pero tampoco pudo vencer a esas personas que destruyeron todo.
—La gente mala también le hizo daño a mi mamá, eso dijo mi padre antes de dejarme en el bosque — Murmuró Aksa, como compartiendo algo que solo quería que Miila escuchara.
—¿La extrañas mucho? — Le preguntó la niña tomando de nuevo el extremo de su bufanda, una vez que Aksa le respondió que si, puso la mano sobre la de ella, colocando la tela en medio.
—Yo también la extraño mucho, pero, ya no estoy sola porque tengo una amiga—
-¿Somos amigas?- Preguntó Aksa como dudando el significado de la palabra.
-¡Si, Le dijiste a mi hermano que ibas a cuidarme y los amigos se cuidan, Aksa!- Exclamó con una enorme sonrisa.
-Entonces somos amigas- Le contestó ella.
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