Salí con mi hermano de el mall, José estaba llorando, mejor dicho, ambos llorábamos, habíamos perdido a nuestra hermana y a nuestra madre, no sabíamos que tendríamos que hacer, José agarra la manga de mi camiseta toda ensangrentada y con una voz quebrada me pregunta

-¿Y ahora qué?-

no supe que responder ante tal pregunta, solo me dispuse a caminar, para nuestra mala suerte se iba haciendo de noche. Mientras regresábamos a nuestra casa, nos topamos con un minimarket, le digo a José

-Vamos a agarrar suministros-

-Esta bien- responde

Con cautela nos dispusimos a entrar en el minimarket, yo con mi machete y José con un bate, al parecer era nuestro día de suerte porqué al entrar estaba todo vacío, le digo a mi hermanos que agarrara una mochila y que metiera comida enlatada que yo también haría lo mismo, agarramos las mochilas y nos dispusimos a abastecernos de suministros, mi hermano agarraba comida enlatada y yo agarraba linterna, baterías, un botiquín y algunos medicamentos, mientras hacíamos eso no nos percatamos que una horda de errantes se dirigían hacia nuestro barrio.

-Maldición- digo en voz baja -ahora no podremos ir a la casa-

En eso recuerdo que teníamos un departamento en la playa, la playa nos parecía una buena opción ya que era una playa pequeña y no había tanta gente, así que le digo a mi hermano

-José, vamos al departamento de la playa, puede ser un buen refugio mientras tanto-

José asintió con la cabeza

Ahora nuestro problema eran los errantes y buscar un transporte para ir al departamento