Podía escuchar gritos desgarradores por todo el lugar, pero por más que volteaba a buscar el origen de estos, no había nada. Más bien, no podía ver nada más que una espesa niebla rodeándome. Cada vez se me dificultaba ver más hasta que logré escuchar un zumbido que iba incrementando poco a poco.

Justo antes de abrir mis ojos por completo pude sentir un fuerte dolor en mi pecho. Abrí los ojos poco a poco ya que la luz me lastimaba, todo a mí alrededor era de color blanco. Poco a poco mis ojos se fueron adaptando a la iluminación, por el olor y la ambientación inmediatamente supe que me encontraba en un hospital. Justo en ese momento comencé a sentir ese dolor en mi pecho, seguí con el tacto de mis manos mi cuerpo hasta su origen. Al hacer esto pude percibir como había vendas que cubrían enteramente mi cuerpo. Al llegar a la zona del origen de mi dolor sentí un calor extraño. En ese momento quise levantar un poco mi cuerpo, pero sentí un dolor que provenía ahora de todas partes de mi cuerpo. Tan sólo intentar mover un poco mi torso hizo que ya no quisiera seguir con esa idea. Lancé un quejido y justo en ese momento escuché la perta abrirse. Se aproximó hacía mí una asombrada Liz. Llego precipitándose casi sobre mí.

— ¡Has despertado! —Dijo con una amplia sonrisa mientras tomaba con cuidado una de mis manos. A pesar de haberla visto sonreír tras unos momentos su mirada se tornó seria. Observé que su mirada se dirigía hacia un lugar cercano sobre una pequeña mesa. Sobre esta estaba una piedra y escrito con un rojo cercano al color de la sangre la palabra “asesino”. Al ver este objeto el dolor que sentía en mi pecho se intensifico de una manera inexplicable, mientras a su vez lágrimas recorrían mi rostro.

—Liz, dime ¿qué es lo que ha sucedido? — Mire hacia ella cuyo rostro ahora mostraba una infinita preocupación que no podía explicar, mientras por mi cara rodaban cada vez más lágrimas.

—Tampoco logro entenderlo bien, Dan—en ese momento vuelve su mirada hacia otro lado para evitar verme— pero hay un video tuyo donde se ve que eres tú el que provocó las explosiones.

“¿Explosiones?” Pienso con un sobresalto que logra lastimarme ¡Qué es lo que sucedió mientras dormía!