POLINIZACION - EL RELATO DE SHIROI
VOLUMEN II
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Un par de años ha pasado desde de la última vez. El pequeño Rem crece rápidamente al igual que su inteligencia. La floristería se mantiene igual de hermosa y exitosa que antes y Takato fue quien tuvo que llenar el vacante que dejo el pequeño Norio con su partida.
– ¿A dónde vamos tan temprano? – Pregunta el pequeño Rem.
– A la floristería, amor – Responde Shiroi.
Ambos se encontraban caminando por la acera cerca de la tienda de flores del señor Shiroi. El pequeño Rem se encontraba a la izquierda, del lado de los edificios, dando rápidos y pequeños pasos. El niño era mucho más alto que antes, vestía un suéter azul y un pantalón negro, su largo cabello rubio parecía que había sido recientemente peinado pero aún continuaba ligeramente alborotado. En su espalda había una gran mochila en forma de animal, color amarillo con manchas negras, una gran nariz, un par de ojos y grandes orejas a los lados. La mano izquierda de Shiroi sujetaba con firmeza la pequeña mano de Rem, mientras intentaba caminar al mismo ritmo que su pequeño niño.
– ¿Me llevas a tu trabajo? – Continúa preguntando Rem.
– Así es – Responde Shiroi.
– Pero quiero ir a la escuela – Dice Rem.
– Lo siento amor, pero ayer tu maestra dijo que no tendrías escuela hoy ¿Lo has olvidado?
– Pero – Rem insistía.
– Lo sé, amor. Es porque quieres ver a tu amigo ¿cierto? Es muy lindo ver lo mucho que te agrada. ¿Qué te parece si la próxima vez lo invitas a casa?
– ¿Puedo?
– Claro que sí. asegúrate de preguntarle sus platillos favoritos para prepararles una rica cena. Oh, ya llegamos. ¡Buenos días!
La pareja finalmente llega a la floristería después de una larga caminata. Dentro, todo estaba bastante tranquilo, las bellas flores decoraban todo el lugar y los estantes se encontraban repletos de todo tipo de floreros y decorativos para los arreglos florales.
– Buenos días. Bienvenido – Dice rápidamente Takato, quien se encontraba en el mostrador principal de la tienda – Ah, señor Shiroi y también…
Los ojos de Rem se abren por completo y brillan de emoción, entonces suelta la mano de su madre y corre a toda velocidad en dirección a Takato.
– ¡Rem! – Exclama Shiroi al ver la reacción del niño – ¡Espera! ¡No corras así, podrías caerte!
– ¡Tío Takato! – Grita el niño, ignorando las advertencias de su madre y saltando hacia los brazos de su tío.
– Hey, cuidado – Dice Takato sujetándolo entre sus brazos para evitar que el niño cayera.
– ¡Rem! ¿Qué son esos modales? – Continuaba exclamando Shiroi ante el comportamiento de Rem.
– ¡Tío Takato! – Dice Rem en los brazos de Takato, mientras continuaba ignorando a Shiroi – ¿Dibujaras conmigo hoy? Hace poco me regalaron una increíble caja de colores.
– No, es que yo – Takato intenta decir algo.
– Vamos tío Takato – Rem insiste.
– Rem, amor. Ya basta, deja a tu tío trabajar, por favor – Dice Shiroi.
– Tío Takato, ahí. Vamos a esa mesa – Rem ignora una vez más a Shiroi.
– ¡Rem! – Dice finalmente Shiroi con una voz y expresión seria en su cara – ¿Por cuánto tiempo piensas ignorar a tu madre?
Shiroi emitía un aura oscura, mientras se paraba firme, con su fría mirada y sus brazos cruzados. Rem finalmente mira a Shiroi mientras continuaba en los brazos de Takato.
– No te he traído a mi trabajo para que distrajeras a los trabajadores – Continuaba diciendo fríamente Shiroi – No tenías escuela hoy, tu niñera se enfermó y no tuve tiempo de conseguir otra por esa razón estas aquí. Así que, si no quieres que mamá se enoje en serio, será mejor que tu…
– Mami – Interrumpe Rem – Das miedo.
– ¿Pero qué dices amor? – Responde Shiroi cambiando por completo su aura oscura y su fría expresión a una cálida y amorosa sonrisa – Solo intento explicarte que este no es un lugar para jugar y que debes quedarte quieto sin molestar a nadie.
– Muy bien – Dice Takato, bajando de sus brazos al pequeño Rem – Ve a dibujar en aquel lugar y has lo que el señor Shiroi dice.
– Pero … – Insiste Rem
– Sin peros, sé un buen niño.
El pequeño Rem no parecía muy contento, pero aun así se dirigió hasta la mesa que le fue señalada, se sentó en una de las cillas y rápidamente comenzó a sacar sus materiales de dibujo de su enorme mochila en forma de animal. EL señor Shiroi suspiro al ver que su travieso niño por fin se había calmado, entonces se dirigió hasta el mostrador principal.
– Takato – Dice Shiroi – Tú… ¿Lo has olvidado de nuevo? Es momento de que entiendas que a partir de aquel momento, tú ya no puedes salir sin tenerlo puesto y bien asegurado. Por favor, yo no sé qué haría si me enterara de que algo malo te paso. Prométeme que no lo volverás a olvidar y ve ahora mismo a ponértelo.
– Si… – Responde Takato – Lo prometo, hermano.
Entonces Takato se adentra en el cuarto de descanso. Shiroi suspira nuevamente y se pierde en sus pensamientos por un momento. EL señor Shiroi, cada día temía más por su hermano menor, el simplemente no sabría qué hacer si aquellas cosas le llegaran a pasar a Takato también.
– Odio ser tan sobreprotector – Murmura Shiroi – Pero no sé qué más podría hacer para evitar que vivas de la misma forma en la que yo viví.
– ¡Mami! – Dice el pequeño Rem sentado en una mesa cerca del mostrador principal – ¡Mira! Esta es la increíble caja de colores que me regalaron.
Shiroi gira su mirada hacia el pequeño niño que se encontraba en aquella mesa con sus brazos extendidos mostrando su gran caja de colores al frente. Los ojos de Rem parecían brillar mientras sostenía aquella colorida caja y Shiroi inevitablemente sonríe.
– **Aunque…** –Piensa Shiroi sonriendo dulcemente – ** De no ser por todos aquellos acontecimientos, nunca lo hubiera conocido a él… Y no tendría a este hermoso ángel a mi lado**
– ¿Verdad que son geniales mami? – Dice Rem – Ven a probarlos con migo.
– Claro que si amor – Dice Shiroi acercándose a la mesa donde se encuentra Rem – De seguro tus dibujos quedaran aún más hermosos de lo que ya son con estos bonitos colores.
– Si – Responde Rem, mientras Shiroi extiende su mano para tomar la caja de colores que el niño le está mostrando – Sobre todo porque voy a dibujar a Lune.
– Oh, tu amigo ¿cierto?
– ¡Sí! – Dice Rem entusiasmado – Él es el más hermoso de todos.
– Wow, en ese caso date prisa y dibújalo para mí, quiero ver que tan hermoso es el mejor amigo de mi ángel.
El señor Shiroi abre la caja de colores como abrir un libro, dentro habían perfectamente ordenados una gran cantidad de colores sin usar de extremo a extremo. En el centro de la caja, había una pequeña hoja de papel doblada por la mitad.
– ¿Esto es tuyo amor? – Dice Shiroi entregándole la pequeña hoja de papel a Rem – ¿Es alguna nota que escribiste o algo así?
– No – Responde Rem – Esta es la primera vez que abro la caja de colores.
– Tal vez sea algo que escribieron para ti – Dice Shiroi – Como las notas que te doy con tus regalos de cumpleaños.
Rem abre la nota, y una leve esencia emana del papel. Shiroi abre por completo los ojos y su cuerpo reacciona al instante. Una esencia dulce de color azul brillante que resultaba ser peligrosamente familiar para el señor Shiroi.
– Esto… – Dice Rem, con la nota en las manos – Esto no fue escrito para mí.
El aroma era leve, pero lo suficientemente fuerte como para que Shiroi pudiera reconocerla. Una pequeña mariposa color azul claro se encontraba reposando sobre la nota, entonces esta rápidamente comenzó su vuelo y se dirigió rápidamente hacia Shiroi, hasta posarse sobre su hombro derecho.
– Esto es para ti mami – Dice Rem, extendiendo sus brazos y mostrando la nota frente a Shiroi.
Aquella nota se encontraba envuelta en la dulce esencia con olor a bellas mariposas azules. *Esto no puede ser* Pensaba Shiroi mientras intentaba controlar aquellos síntomas que hacía mucho que no sentía. Sus respiración se encontraba agita y su temperatura aumentaba cada vez más. *Es imposible* Continuaba pensando Shiroi mientras su cuerpo se debilitaba, era cada vez más difícil para él mantenerse consiente y de pie.
– ¿Mami? – Dice Rem al notar el extraño comportamiento de su madre.
Shiroi intentaba ver lo que decía la nota, pero su mirada se encontraba nublada. Sus lágrimas comienzan a salir y su corazón latía con mucha fuerza. Era un sentimiento que resultaba ser insoportable, algo que Shiroi no había sentido en muchos años. Luego de un arduo intento por mantenerse consiente, Shiroi lee la nota.
“Permítame agradecerla a este buen niño por cuidar siempre de mi hijo y darle mis felicitaciones a usted por ser tan buena madre. Att: El padre de Lune”
Entonces Shiroi cae inconsciente sobre la mesa,diciendo una ultima palabra "Rem" mientras quedan las voces de preocupación en el fondo del pequeño Rem asustado por el colapso de su madre y el joven Takato quien recién llegaba del cuarto de descanso.
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