Me levanto de golpe del frío suelo, tratando de llevar oxígeno a mis pulmones que exigen a muerte aire. Inhala y exhala, inhala y exhala repito esas palabras más de 10 veces hasta sentir que mi corazón empieza a tomar el ritmo tranquilo y firme que debería de estar normalemente.
Otra pesadilla.
Los últimas días han estado llenas de ellas.
La habitación aún está oscura lo que significaba que aun no sale el sol. Pensando en las últimas noches en las cuales no regresé a dormir después de pesadillas doy una larga maldición que debería de ganarme una bofetada por las 4 horas y media de sueño que logré dormir. Hoy cuatro horas, ayer dos, el día anterior tres.
Si no tomaba una siesta y dejaba que mi cuerpo descansara no sabría cómo diablos iba ser mi cuerpo para tan siquiera poder tomar unos cuantos pasos. Paso mis manos atreves de mi cabello notando los nudos y el mal olor que pega a mi nariz. Dios no sabía ni recordaba cuándo era la última vez que había tomado un baño. Mucho menos visto agua limpia.
Miro a mi alrededor, encontrando a otras 9 personas dormidas con las cual comparto el pequeño cuarto. Después de varias noches en las cuales mis pesadillas tomaban acción , parecía que ya se habían acostumbrado a mis rápidas respiraciones y aveces gritos de ayuda que me despertaban. Pero era una lástima hoy sería nuestro ultimo día juntos, o mejor dicho vivos.
Hoy seria el día que nos venderían a nuestros nuevos maestros. Campos de trabajos, prostitución, muerte o cosas peores que nos harían hacer nuestros nuevos maestros, todo eso en menos de 5 horas.
"Debo de dormir" me dije a mí misma mientras volvía a recostarme en el estrecho espacio que tenía asignado para mí después de la larga y sangrienta pelea que tuve que dar contra mis compañeros de cuarto. Era mi lugar favorito porque en él, podía ver las largas noches llenas de estrellas a través de la ventana.
"Hoy seria un buen día para morir" mientras cerraba los ojos y mi mundo se hacia negro de nuevo.
Comments (0)
See all