-¿Volvió a asistir a una gran fiesta Frau Be?

Por suerte tiene sentido del humor. No me hace nada de gracia estar haciendo estos controles, pero van más de 8 semanas sin noticias de mi período.

-Puede ser por los sangrandos. Esperemos hasta la semana 13, si no hay noticias haremos unos estudios extra.

Pero ante la duda, me pincha para ver qué tal va todo. Sobre todo el hierro. Los sangrados después de la intervención fueron abundantes, pero por suerte los docs actuaron rápido. Tanto los de la operación como los enfermeros que me atendieron días después cuando me asusté porque no paraba de sangrar. Por lo menos acá entienden que te tienen que ayudar más allá del crucifijo a pesar que todavía hay quienes te ven como el anticristo.

Antes de volver me toca pasar por helado. Compro dos sabores a pesar del poco espacio que tengo en el freezer, cucuruchos y obleas para ponerle encima. Por suerte el verano hizo que venda muchas joyas de las que hice a lo largo del invierno y cuarentena y bueno, de la otra situación innombrable. Pero me la paso gastando en chocolates y cosas dulces.

En el bus de regreso me encuentro con una amiga, pero de repente me despierto en el piso del bus. Qué innecesario… ¿Y ahora qué?

Otra vez a la cama y lrcdll. Mi pareja me mira preocupada, mi amiga entra con un trapo húmedo para la frente. Estoy tan cansada de todo esto… es el circo interminable de sentirse mal y no recuperarse y no saber por qué. Pregunto qué pasó con el helado, pero piensan que estoy bromeando. Le cargo toda responsabilidad de mi descompensación al calor, cosa que sé que no es cierta.

Pudo haber sido el análisis de sangre. Los resultados en un par de días estarán listos y si hay algo se verá. Ahora sólo puedo pensar en un cucurucho de chocolate y frutilla. Al menos eso es lo que les digo, porque en lo que pienso es en un cono con grillos fritos y papas fritas, aunque un helado nunca está de más. Sé claramente que no había razón para desmayarme por más que me digan que puede ser un bajón de presión.