Llegamos a una de las tantas habitaciones,según ella las habitaciones del lado derecho son de los chicos,y las del lado izquierdo las chicas.

— Tendrás una compañera de habitación,ahora puedes dejar tus cosas aquí e ir a clases.

— Esta bien.

— Bueno Katina,bienvenida.

— Gracias.

Ella me da las llaves de la habitación y entro.No hay nadie,es una habitación con una litera,un armario algo grande y una ventana que permite entrar mucha claridad.

Dejo mi maleta en una esquina,y salgo de la habitación,tengo curiosidad por saber con quien me ha tocado convivir aquí.

Camino tranquilamente por los pasillos y de repente siento que choco con alguien.

— Perdón no veía por donde iba. –Me disculpo–

— No pasa nada.

— Eres nueva,¿verdad?

— Si,iba a clases pero la verdad no sé donde ir exactamente.

— Me llamo Paola. –Me da dos besos–

— Katina,encantada. –Sonrío–

— ¿En que habitación estás?

— En las trescientos siete.

— Gracias a Dios. –Río– Alguien que he conocido y encima muy amable.

— Vamos a la habitación,voy a dejar esto.–Me enseña su carpeta–

— Vale.

Después de dejar su carpeta en nuestra habitación seguimos caminando por los pasillos.Todos me miran y me sonríen,yo hago lo mismo.

— Más de uno querrá hablar contigo. –Ríe– Eres muy guapa. 

— Gracias,tu también,pero ahora mismo eso no es algo que me llame la atención.

Llegamos a unos tablones y ella observa su clase por lo que me ha dicho.

Yo sonrió satisfecha y asiento,veamos que me espera en este internado.