Me acerco hacia él y no tarda en mirarme con fastidio.

— ¿Dónde hay que dejar la ropa sucia?

— Búscate la vida chica nueva.

Suspiro ante respuesta y pongo los ojos en blanco.

Sigo caminando hacia delante y giro hacia la derecha.

"Izquierda,no derecha" habla Jesús desde el pasillo.

Doy media vuelta,le observo y sonrío ladeando mi cabeza.

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Después de apenas un minuto,llego a un cuarto donde hay una señora mayor.

— Cuando esté limpia siempre pasamos por las habitaciones a daros la ropa. –Me informa–

— Vale,muchas gracias. –Sonrío–

Le doy la ropa y ella me detiene antes de irme.

— Cariño,¿sabes quien es Jesús Oviedo?

— Si. –La observo–

— Pues por favor dale esto –Me tiende una cadena– Se lo dejó en el bolsillo del pantalón.

— Esta bien. –Asiento– Se la daré.

Agarro la cadena con cuidado y me voy de allí. 

Busco a Jesús,por todas partes pero no logro encontrarle.

Narra Jesús 

— Jesús tranquilo,además tienes que olvidar eso ya. 

Le miro a los ojos y niego repetidas veces.

— No. 

Oigo como tocan la puerta y enseguida abro,veo que se trata de Katina y me mira.

— Toma –Extiende su brazo– La señora de la ropa sucia me dijo que te lo habías dejado en el bolsillo del pantalón. 

Ella deja soltar la cadena y suspiro aliviado.

La miro y ella sonríe amable.

— Gracias Katina.

— No es nada.

Siento como mi hermano me da un codazo y le miro mientras me hace una mueca.Suspiro al entenderle y extiendo las brazos para darle un abrazo.

Ella me mira sorprendida y se acerca a mi para corresponderme.