Sin embargo, la conocía. Se trataba de una de las elegidas que solía ocupar la posición de francotiradora para Wille. Ahora que la escuchaba hablar, reconocía su voz, puesto que la había escuchado emerger de la unidad rosa durante su vida anterior, poco antes de que su alma abandonara su cuerpo. En los catorce años de guerra entre Neo Nerv y Wille, dicha unidad había luchado codo a codo con la pilotada por Shikinami en contra de los drones orgánicos pertenecientes a la organización liderada por Ikari.
—Suzunami, sigo tu canal de Itube y me gusta mucho tu contenido, sobre todo el relacionado a Evalion. Eres una jugadora prodigio —la elogió Makinami mientras acercaba una silla desocupada al pupitre de Kotone.
Makinami se acomodó los anteojos, se sentó y luego apoyó un codo sobre la mesa de Kotone, arreglándoselas para travesar el espacio personal de su amiga como si aquello fuese lo más natural del mundo.
—Yo también soy muy fan de los videojuegos —continuó. —¿Podríamos ser amigas, no te parece?
Esa chica hablaba y se movía como un felino. Kotone se tensó y su rostro se ruborizó abruptamente, pero ella no se movió ni un ápice de su sitio. Luego Kaworu la oyó tartamudear por primera vez.
—Cla-claro. Uhm... No es para ta-tanto. Aún no logro superar el puntaje de Gh0st_00 y si bien 0himesama_02 no tiene un puntaje tan alto como el nuestro, al no ser tan constante y haberse integrado hace poco, es la mejor duelista y yo no he conseguido derrotarla en un uno a uno. Además, ¡esa tal InfinityHer0 salió de la nada hace poco y logró un contacto con el espíritu de Evalion en tan solo uno par de meses! Algo que ningún jugador había conseguido hasta la fecha.
Kaworu se alertó al escuchar el nombre de InfinityHer0. Aquél era el apodo con el que había firmado la persona que le había dejado la nota. Tendría presente preguntarle a Kotone por aquél juego y aquél jugador en particular una vez que se encontraran a solas.
—Pero tu puntaje y el de Gh0st no difiere mucho y te ha faltado poco para derrotar a 0hime en el último duelo. Eso es porque tú eres buena en ambas cosas —ronroneó Makinami. —Creo que no tardarás en alcanzarlas, solo debes seguir perseverando. Y con respecto a esa tal Infinity, debe haberse tratado de un golpe de suerte —agregó, quitándole importancia.
Kotone bajó la vista y comenzó a juguetear con su falda.
—¿Tú también juegas Evalion? ¿Cu-cuál es tu usuario?
—De momento no estoy jugando. Pero no descarto volver a hacerlo. En cuanto lo haga, iré a saludarte personalmente, ¿de acuerdo?
Kotone asintió y Makinami se puso de pie a continuación.
—Bueno, ahora iré por mi almuerzo a la cafetería antes de que se reanuden las clases. La cocina definitivamente no es lo mío. Fue un placer hablar contigo. Nos vemos más tarde —agregó, guiñándole un ojo.
—No-nos vemos —contestó Kotone.
Una vez que Makinami salió del salón, Kotone se volvió hacia Kaworu.
—Kaoworu, ¿te importa si Makinami forma parte de nuestro grupo? No te cambiaré por ella, lo prometo —le suplicó.
Kaworu pestañeó, sorprendido. Luego esbozó una sonrisa confiada.
—Te gusta —afirmó.
Saltaba a la vista.
Kotone desvió la mirada y se ruborizó ligeramente.
—¿Tanto se me nota?
Kaworu asintió.
—Es una alumna... ejemplar. Si bien fue transferida a esta escuela hace relativamente poco, tiene calificaciones tan buenas como Shikinami. Sin embargo a Makinami no parece interesarle destacar. Adoro su humor y su forma despreocupada de hablar y comportarse. Ella llamó mi atención desde que llegó. ¡Nunca pensé que llegaría a ver mi contenido y... que además le gustase!
—Me alegro mucho por ti, Kotone. Puedes considerarla dentro del grupo —la tranquilizó Kaworu sin borrar la sonrisa de su rostro.
—¡Gracias! —exclamó ella tomando una de las mano del chico entre las suyas.
En ese momento, Kaworu divisó a Shinji entrando en el salón por el rabillo del ojo y no pudo evitar centrar su atención en él a partir de entonces. En cuanto ambos hicieron contacto con la mirada, Shinji desvió la suya rápidamente y esbozó una sonrisa tímida.
Kotone soltó la mano de Kaworu y este notó como ella volvía a su pupitre mientras seguía la dirección de su mirada. Shinji se acercó a Ayanami con dos sandwiches en la mano y le tendió uno. Esta negó con la cabeza y lo rechazó amablemente. Seguramente llevaba algo de carne. Ayanami llevaba el alma de el primer lilin dentro suyo, al igual que él llevaba el alma del primer adán. Sospechaba que los gritos de tormento que él podía escuchar en su mente al probar la carne lilin debían sentirse amplificados en la mente de ella. Los adam no solían tener mucho problema con el canibalismo, pero ciertos lilin sí, sobre todo aquellos que tenían la empatía más desarrollada. Shinji se dirigió hacia el costado opuesto del salón evidentemente deprimido. Allí se encontraban dos de los que Kaworu identificaba como sus amigos. Estos lo recibieron dándole codazos y desordenándole el cabello. El moreno le quitó el sandwich extra de la mano y no tardó en llevárselo a la boca.
Kaworu sonrió. Durante una de las últimas conversaciones que tuvo con Shinji, él le reveló que estaba preocupado (más bien, aterrado) por el paradero de sus amigos y Kaworu, al saber que en aquella realidad la mayoría había muerto, en parte, como consecuencia de sus propios actos, no había podido evitar sentir un profundo dolor, anticipando el que sentiría Shinji cuando se enterara de aquello. Ahora, verlo disfrutando así de la compañía de estos lo llenaba de felicidad.
—No tenemos remedio, ¿no es así? —murmuró Kotone mientras lo veía sonreír en dirección a Shinji.
—Amor es amor —respondió sin más Kaworu.
Comments (0)
See all