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Aun tenía las memorias de la muerte de su padre a garras de Grotus. Debieron pasar muchos años, mas de los que él mismo pudo contar, y aun tenía fresco en su memoria el momento en que ese cruel Worrero asesinó a su padre con una de esas llamadas lanzas. Era una cría con siete primaveras y seis inviernos en su haber cuando ocurrió, muchos años habían pasado desde aquello; pero aun lo recordaba como si hubiese sido ayer.

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Su padre, un gran guerrero como su hijo, estuvo al servicio de Prown durante casi toda su vida. Él le enseñó todo lo necesario para pelear en combate, fue gracias a los despiadados entrenamientos de su padre que Ripter pudo aprender el estado de campeón casi de inmediato. su padre le inspiraba respeto y un poco de admiración; pero nada cercano al amor o al cariño familiar. Sin embargo esa distancia emocional no impedía que lo molestara el ver aquella vez como ese Worrero le dio pelea durante la última batalla contra Prown el día que fue destituido y su reinado llegó a su final. Todo ocurrió en las salas del castillo.

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Ambos se encontraban batallando a muerte

- ¡Padre déjame ayudarte!- le pidió con un grito Ripter viendo a su padre continuar la batalla

- ¡vete de aquí hijo!- gritó su padre aterrado al ver que estaba perdiendo la batalla ante los ataques de Grotus- ¡no creo que pueda ganarle!

- ¡¿De qué mierda hablas?!- le preguntó indignado Ripter- ¡tú eres uno de los mejores Guerreros que he visto en mi vida! ¡nunca te has dado por vencido y a pesar de tus fracasos, para mí, tú sigues siendo un digno General del Rey Prown!

- Hijo- susurró su padre sintiendo una gran emoción al oírlo alabarlo a pesar del modo en que Riptor se comportó con él. Deteniendo el combate Riptor se puso en pose de guardia dispuesto a concentrar toda su energía a pesar de estar muy herido y debilitado, Grotus se acercó a él y tras ver su determinación junto a su cariño paternal que hasta ese momento ambos desconocían que pudiera existir, emocionado ante tal evento, solo se limitó a gritar;

- ¡Ya basta!- con un solo ademan de su pata que sostenía una lanza que el mismo Worrero había inventado, añadió- esto no tiene por que terminar así, ¡no debe terminar así! Puedes huir con tu hijo Riptor, para nunca más volver

- Hijo yo…- le suplicó su padre al ver esa posibilidad, pero Ripter negó con la cabeza diciéndole

- No hay lugar para los débiles y cobardes padre- furioso añadió- tú me enseñaste eso en nuestros entrenamientos ¿O acaso solo eran palabras de un vil mentiroso y cobarde hipócrita? ¡Mátalo o muere! Pero no quiero que huyas en frente de mí

Su padre asintió y se levantó dispuesto a dar pelea. El combate duro muy poco debido a que Grotus usó su lanza, apuñalándolo en el pecho. Riptor cayó al suelo y murió a los pocos segundos mientras escupía sangre.

Ripter se acerco a él, con una expresión de ira en el rostro, agachándose, tomó, con sus dedos, la sangre de su padre y se la colocó en el rostro como símbolo de saludo y respetó. Su padre, aun moribundo, intentó hablar; pero no podía articular ninguna palabra, sus segundos estaban contados y su propio hijo tomó la lanza que tenia incrustada en su pecho y la atravesó en su corazón. Grotus miraba horrorizado la escena. Ripter alzó su cabeza confrontándolo con la mirada y le gritó

- ¡Por la sangre de mi padre y la sangre de mi rey que pagaras esta afrenta Grotus! Nos volveremos a ver sucio rebelde ¡Y ese día será el ultimo que veras maldito Worrero!, ¡lo juro!- tras dar su juramento de venganza, se largó de allí dejando solo a Grotus junto con el cadáver de su digno enemigo. Acercándose a su rival, se agacho y con sus dedos le cerró los ojos.

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Ahora, varios años después, ambos estaban frente a frente otra vez, ambos mirándose lentamente mientras estudiaban sus movimientos con la mayor de las cautelas posibles.

El primero en moverse fue Ripter, quien uso un poder mágico llamado Llama Infernal. Grotus pudo esquivarlo a tiempo moviéndose a un costado, las llamas pasaron muy cerca de su piel, parándose delante de Riper, con sus piernas extendidas cruzo sus brazos formando una X. sin añadir nada más ni lanzar una advertencia siquiera, Grotus, uso su técnica especial llamada la Cruz del Sur. Una X azul salió de los brazos golpeando en el pecho a Ripter.

- ¡Lárgate Ripter!- exclamó Grotus con un tono de voz amenazante, con un tono de voz calmo, añadió en voz baja- no tiene por que acabar de este modo

- Si tiene que terminar de esta forma, tonto Worrero- le contestó Ripter de forma decidida- pienso vengar la muerte de mi padre provocada por tus sucias garras

- ¡Tú fuiste el que mato a tu padre cuando le negaste la posibilidad de irse!- le recordó Grotus sintiéndose indignado ante tal acusación- aun recuerdo lo sucedido, no deseo más sangre en mis garras ni en mi conciencia, ¡lárgate!

- La muerte de mi padre era algo inevitable en aquel momento- afirmó Ripter con un tono que rayaba entre el orgullo, la ira y la resignación- pero la vergüenza no, tú lo mataste por medio de tu cobarde arma; pero no solo deseabas matarlo sino también verlo humillado. No importa cual fuese el camino Worrero, tú suerte ya estaba sellada. Solo tenía que esperar a que creciera para que pudiese hacerme cargo de ella

- Deseas pelear hasta morir ¿verdad?- dedujo con pesar Grotus- entonces que así sea; pero espero que sepas que no tendré piedad alguna para contigo

- ¡Pues yo tampoco!- rugió Ripter abriendo sus garras y colocándose en una pose de pelea con sus fauces abiertas dispuesto a cumplir con su promesa.

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La pelea parecia inminente, cuando, por sorpresa, aparecieron, desde los arboles, los jóvenes príncipes Rius y Flitters decididos a detener aquella matanza sin sentido. No debió pasar ni un segundo desde la llegada de los príncipes que, desde una calle iluminada por las llamas de las casas, apareció, mientras silbaba un tema musical, la Unicrono Eva. Los cuatro se vieron a la vez y Ripter, con una sonrisa maliciosa, exclamó

- Muy bien señoritas ¡a bailar!

- ¡Hurra el equipo se formó!- exclamó Eva riendo siendo vista por los demás de un modo demasiado extraño ¡por que no pueden oírme!, ¡carajo!