Al día siguiente me levanto y miro muy serio a mi hermano.
— Te pasaste ayer al hablarle así.
— ¿Crees que no lo sé? Me siento culpable por ello ahora.
— Tienes que pedirle perdón.
— Lo sé.
Narra Jesús
Después de vestirme salgo de mi habitación y la busco.
Finalmente salgo al patio y la veo sentada en el muro donde deja ver una bonitas vistas.
Me acerco donde está ella con la chaqueta puesta,la que me devolvió ayer.
Me la quito y me siento justo detrás de ella.
Pongo la chaqueta en sus hombros y apoyo mi mentón sobre su hombro.
— Perdóname. –Susurro–
Ella gira un poco la cabeza y suspira.
— ¿Por qué? Por no dejar que te ayudase o por gritarme.
— Por las dos cosas. –Susurro–
— Déjame bajar del muro.
Me siento de nuevo y veo como empieza a caminar para irse.
— Sabes,no sé por que hago esto –Ella para en seco todos sus movimientos– No sé por qué he venido,hace tiempo que no le pido perdón a alguien,hace tiempo que ninguna chica me hacía sonreír,tú lo has conseguido,por qué a veces me recuerdas a ella,¿quieres que te cuente por qué soy así?
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