1
Estaba en un bosque, eso era claro por los arboles; pero ¿Cómo era eso posible? Haría unos minutos atrás estaba al lado del cuerpo muerto de su hermana. Moviendo su cabeza a ambos lados de forma violenta, intentó no pensar en ello sino en cómo iba a matar a ese desgraciado de Ripter. Se levantó del suelo empinado en el que se encontraba y se movió con pasos de borracho mientras notaba que el bosque se encontraba en una colina. Moviéndose hacia abajo, su confusión se acrecentó ¿No estaba hace unos minutos atrás en el palacio real delante de su adversario? Lo último que recordaba era al Dios Cristal rugiendo de ira mientras su amada hermana moría en sus brazos viendo con un gran cariño a todos los que estaban a su lado, incluido a ese maldito de Ripter. Tras recordar aquel evento se dio cuenta de que su hermana había muerto.
Una gran pena corría por su corazón. Su amada hermana, quien no hacía mucho había logrado conseguir superar el reto de la semilla dulce, había muerto en sus brazos con aquella hermosa sonrisa tras despedirse de todos, tras despedirse de su amado Ripter.
Rompió a llorar de forma desconsolada, tapándose los ojos con sus garras para que nadie viera su vergüenza junto a su dolor, aun si se encontraba solo en aquel bosque empinado. Aquel lamento que nacía de su pesar, como también de su culpa, era enorme y muy sonoro. Aunque se sentía devastado por lo ocurrido, pudo de todos modos olfatear un nuevo aroma, pertenecía a una nueva especie que nunca antes había visto o percibido y se aproximaba a donde él estaba. Convencido de que debían ser lacayos del Destructor, Rius, decidió ir a encararlos pero antes de poder dar un solo paso más, Ripter apareció por sorpresa dispuesto a matarlo.
2
Los dos se vieron por un segundo, en su mirada se encontraba una ira asesina. No sabían dónde estaban; pero si sabían que sucedería a continuación:
- ¡La asesinaste!- rugió Ripter casi poseído por la ira que nacía de su corazón. Rius se observó sus garras descubriendo que estas estaban cubiertas de sangre: la sangre de su hermana
- ¡Y ahora te asesinare a ti, malnacido!- exclamó Rius dejándose llevar por la misma ira que sentía Ripter en su corazón
3
Ambos Lashyrt se enfrentaron, arrojándose al combate. Ambos guerreros Lashyrts se golpearon sin ningún tipo de piedad o consideración. Rius rugía de ira sintiendo como las lágrimas corrían por sus mejillas, al lado de las manchas de sangre de su hermana. Las garras de ambos golpeaban sus rostros.
Ripter también lloraba de ira e impotencia. Sus pocas fuerzas estaban concentradas en intentar eliminar al asesino de su amada princesa. La sangre de su padre era poca cosa en comparación con la sangre de su amada porque esta le era más dolorosa y personal, quizás más que la de su padre, debido a que ella le enseño a vivir dignamente.
Los dos se dieron un abrazo mortal y rodaron colina abajo tirando los Arboles a su alrededor sin siquiera importarles lo que estaba sucediendo en su entorno.
4
Llegaron a donde había un sitio plano con extrañas vallas. Los dos cayeron al suelo; pero se incorporaron de inmediato continuando con su combate a muerte. Ripter le dio un puñetazo en el estomago a Rius; pero él pudo soportarlo lo bastante bien como para poder contra atacar. La furia de sus ataques contradecía lo que una vez fue una hermandad inesperada. Sin embargo aquello era el pasado, ahora ambos eran enemigos mortales. Rius golpeó la mandíbula de Ripter y él le dio un derechazo a su estómago. Rius lo tomó del lomo e intentó arrojarlo hacia el abismo que tenía delante; pero Riper le dio un coletazo que le obligó a soltarlo
Ambos no repararon en los motociclistas que escapaban de su combate.
5
Los dos estaban concentrados en matarse sin importar cuánto les costase. La sangre corría por sus heridas; pero no cedían en ningún momento
- ¡Era tu hermana malnacido!- rugió Ripter después de darle un puñetazo a Rius en la boca- ¡Yo habré hecho cosas terribles; pero jamás algo como lo que tú hiciste!
- ¡No juegues al inocente Ripter!- le respondió en voz alta Rius sobándose su mandíbula- ¡Tú tienes tanta culpa de esto como yo! ¡Debería haberte arrancado la cabeza cuando los vi juntos por primera vez! ¡Quizás ella seguiría viva! ¡Quizás de haberte matado aquel día tras nuestra batalla nada de esto habría pasado en un primer momento!
- Tienes razón- murmuró Riptor deteniendo su ataque de forma abrupta, bajando sus brazos rompió a llorar añadiendo- tienes mucha razón
Aquello desconcertó a Rius; pero más le sorprendió ver que Ripter se puso de rodillas bajando su cabeza
- Hazlo- susurró entre lagrimas- ¡hazlo rápido, por favor!
Rius no sabía que decir; pero no tenía motivos para oponerse al pedido de su enemigo. Sacando su garra afilada de su mano, se preparó para asestar su golpe mortal. Sin embargo cuando lanzo el ataque alguien tomó su brazo con mucha fuerza deteniéndolo a solo unos miseros centímetros del cuello de Ripter, Rius se dio vuelta para encarar a quien evitó que tomara venganza de lo ocurrido y descubrió que era Grotus quien impidió la ejecución de Ripter
- ¡Basta ya ambos!- les ordenó con un tono de voz severo- esto no solucionara nada
- Pero…- protestó Rius; pero Grotus apretó su brazo con mas fuerza y le respondió con un tono de voz muy duro y frío:
- Mire a su alrededor príncipe, ya no estamos en nuestro reino
Ripter y Rius se sorprendieron al oír eso y vieron que Grotus tenía razón: a lo lejos se veía otra ciudad, una muy distinta a la que conocían en todo, estructuras, sonidos e inclusive las luces de ese reino eran distintas a las que ellos conocían y recordaban. Grotus, con un tono de voz que mostraba cuan dolorido estaba, dijo:
- Necesitamos estar todos juntos ahora… queramos o no
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