1
Cayó sobre las colinas y se dio un duro golpe en la espalda con el tronco de un árbol mientras rodaba por el suelo. Tras dejar de dar vueltas deteniendo su caída con otro tronco, se levantó gruñendo de dolor.
- Los otros llegaron al futuro bien, sin embargo tú tenias que hacer que me diera un terrible golpe en la espalda- murmuró, enojada, Eva- no te hagas el idiota conmigo Narrador, aunque luego expliques lo sucedido con Flitters, cuando llegue el momento, personalmente sí creo que te pasaste de la raya con eso. Quiero decir ¿y si realmente hay niños leyendo esto?
Oye Eva, yo me tragué sin anestesia la muerte de la mama de “Pie Pequeño” cuando era un niño de unos siete u ocho años de edad y la muerte de “Mufasa” cuando tenía seis, no creo que por esto vayan a tener ningún problema.
- Si como digas, ¿Dónde estoy?- preguntó, confundida, Eva
Pronto lo averiguaras.
2
Eva se levantó del suelo, sobándose la cabeza, y escucho un ruido extraño, algo parecido a una música.
- Se oye bien- sonrió Eva en voz baja- y es algo nuevo, creo que iré a investigar de que se trata.
Dirigiéndose, de forma sigilosa, al lugar de donde provenía la música, se encontró, al llegar, a una criatura extraña de color negro con bandas rojas a sus costados. Era de gran tamaño y le recordaba a los Tricornos que habitaban en sus tierras natales. Sintiendo mucha más curiosidad que antes, se acercó a la criatura observando, en las cercanías, a dos seres totalmente nuevos para ella vistiendo unas ropas demasiado extrañas, parecían ser ancianos pero no estaba segura del todo.
3
De setenta y nueve años el señor Dominic Tyler escuchaba la canción con la que conoció a su mujer en la dorada década de los cincuenta, aquel tema era: Fly me to the moon interpretada por Frank “la voz” Sinatra. Vestido con una camisa blanca y un sombrero de color café. Llevando un elegante pantalón negro que, junto a su bigote negro, le daba una sensación de ser un poco menos viejo de lo que en realidad era. Su señora, quien tenía casi su misma edad, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla.
- Dominic eres un diablillo- le dijo sonriente dándole unas galletitas horneadas por ella- has puesto nuestra canción
- Es para festejar nuestro aniversario de la primera cita cariño- le recordó Dominic devolviéndole aquella sonrisa al ver a su anciana esposa. A pesar de tener un cabello canoso y una expresión llena de arrugas, su maquillaje junto a su blusa amarilla y su falda marrón le daban un aspecto un poco más juvenil- recuerdo cuando la oímos la primera vez. Creo que bailábamos hasta después de haber terminado de escuchar esa canción
- Todavía eres un muchacho muy tierno al recordar eso, yo casi lo he olvidado- le respondió su esposa Jane Tyler sentándose a su lado
Antes de poder continuar con sus recuerdos de épocas pasadas, ambos escucharon un sonido parecido a un rugido y se asustaron
- ¡¿Que fue eso?!- preguntó Jane asustada
- Debió ser un puma del monte, aun hay algunos en estas zonas querida- le respondió Dominic sintiéndose igual de nervioso que su esposa
En un principio, ambos, no sabían si continuar allí afuera o ir adentro; pero cuando escucharon unas voces extrañas y para nada humanas hablar junto con el ruido de arboles siendo derribados fue que los dos dijeron
- ¡Tenemos que entrar!
- Es como esas películas de nuestra juventud querido- le recordó, un poco preocupada, Jane metiendo las sillas plegables junto a la radio y la mesa portátil adentro lo más rápido que podía- ¿recuerdas esa película llamada “la criatura de otro planeta”?
- No; pero de hacerlo no me sentiría mejor ahora- le respondió Dominic dirigiéndose a donde estaba el interior de la casa rodante preparándose para entrar
Estaban delante de la puerta de entrada dispuestos a partir cuando apareció, de la nada, un monstruo gigantesco que hablaba en otro idioma. Los dos, al verlo, gritaron como locos y trataron de entrar; pero la criatura se les adelantó y entró al vehículo robándoselo
- ¿Acabamos de ser robados por un Extraterrestre?- pregunto sorprendido y anonadado Dominic viendo como su coche partía dejándolos solos en medio del oscuro monte
- Eso parece- le respondió su mujer
4
Cuando Eva escucho ese rugido seguido de esas fuertes declaraciones se dijo a si misma
- Creo que tendré que establecer un contacto del tercer tipo
Acercándose a las criaturas desconocidas, intentó, casi con desesperación en su tono de voz, comunicarse con ellos
- ¡Tienen que ayudarnos porque estamos perdidos y me parece que este no es nuestro tiempo! ¡¿esa cosa es manejable?! ¡Por qué debo tener algo en que transportarme de inmediato!- exclamaba Eva, casi a gritos, los ancianos dieron alaridos de horror al verla e intentaron meterse en la criatura, consciente de que era una perdida de tiempo, Eva, exclamó- ¡Bueno al demonio!
Eva los empujó y subió al monstruo para ver que este no era peligroso y tampoco una criatura orgánica como tal, algo llamó su atención, era el volante del coche. Se dirigió a donde estaba aquel instrumento redondo y se sentó en el asiento del conductor, aquel sistema le llamaba la atención debido a que era similar a algo que había hecho en el pasado, con mucha curiosidad tocó las llaves de metal que estaban debajo del volante y añadió:
- A menos que me equivoque estas llaves son el encendido- sin perder tiempo las giró usando su boca y la criatura cobró vida- espero que sea como un invento que hice una vez, con acelerador junto con los frenos y… ¡palancas de cambios!
Era similar en casi todo a aquel añorado invento que tuvo con un amigo suyo al que quería como un… sin tener tiempo siquiera para los viejos recuerdos, Eva se puso en marcha.
5
Mientras conducía aquel enorme vehículo, Eva, cambiaba la estación de radio sintiéndose muy sorprendida y muy contenta por lo que estaba contemplando.
- Nunca creí que la música tendría tal aceptación. Conque era una pérdida de tiempo ¿Verdad Grotus?- preguntó Eva con ironía al ver que ella tuvo razón todo el tiempo: la música era el futuro; pero ¿el futuro de quien?
Antes de poder contestarse esa pregunta, Eva, los vio mientras su cabeza pensaba e imaginaba, en paralelo, un posible medio de supervivencia en este nuevo mundo.
- Hola muchachos- los saludó con alegría bajándose del coche- miren lo que encontré
- ¿Qué es esa cosa?- le preguntó asombrado Rius
- No lo sé pero yo le daré un nombre y es: el Acorazado Oscuro, ¿les gusta?
- Creo que si- le respondió Ripter sorprendido ante lo que tenía enfrente
- Pienso que deberíamos plantearnos en donde estamos y que haremos a continuación. Porque esta no es nuestra tierra; pero algo me dice que deberemos sobrevivir en ella- dedujo Grotus sintiendo una preocupación más que entendible, Rius asintió ante su dicho y miró hacia el horizonte, donde estaba aquella enorme ciudad
Grotus, Ripter y Eva también miraron aquella ciudad que se cernía en el horizonte y Eva, con una expresión confusa, simplemente se preguntó que había de interesante en ver aquella ciudad moderna.
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