Así me siento, con el brazo izquierdo de menos. Mi pareja no para de reírse de lo maricona que soy. Creo que tiene razón, fue literalmente un rasponcito. Pero ¡Dueleeee! Como si se me fuese a derretir el brazo en ácido.
-No te conté… cuando estaba saliendo del consultorio había muchas personas en la plaza. Tuve que esquivar varias personas hasta llegar a la parada del cole. Seguro estaba un poco pálida porque me miraban muy serio.
-Hace un rato se escuchó la policía así que capaz agarraste una manifestación.
-Pensé que eran los de Fridays for Future pero no tenían carteles. Les iba a pregun…
El teléfono me corta. Me llamaron del consultorio para preguntar si podía adelantar el turno para hoy a la tarde o mañana. Pensé que era una cargada… había vuelto sólo hace media hora. En fin, a la tarde iría otra vez y acompañada por las dudas de que me quieran cortar el otro brazo.
Cuando estamos llegando, vemos que la gente seguía ahí, pero esta vez se abrieron paso para dejarnos pasar. Vemos a la enfermera viejita de la otra vez que nos frena y nos dice:
-Perder mi empleo pero salvare a el hijo de dios.
Lo dijo en español. Me dio un rosario y alguien le alcanzó otro para mi chica. Yo estaba dura, así que mi chica me llevó del brazo hasta el edificio. La cosa se estaba poniendo fea. ¿No era que existía el secreto profesional? ¿Cómo carajos tuvo tanta información?
Lo peor estaba por venir: nos aislaron en un consultorio con la excusa del covid a pesar que estábamos con los cubrebocas y empapadas de desinfectante. Cuando vino la doc pidió hablar a solas conmigo, cosa que rehusé.
-Frau Be, el aborto ha sido cancelado.
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