Los generales estaban complacidos con los resultados escritos en el informe del doctor Lisandro. Aun así, al leerlos, tenían sus dudas sobre el verdadero resultado de los experimentos realizados a los animales de prueba. Aquellas dudas nacían en base al Bobtail clasificado como: A 32. Según el informe hecho, durante la investigación, dicho perro tuvo complicaciones; pero, de algún modo, lograron mantener su forma original intacta. Lamentablemente sus células cerebrales tuvieron un retroceso severo y el intelecto del can quedo totalmente alterado, por no decir destruido. No todo era malo porque, por un lado, aun era inteligente; pero, por el otro, sus neuronas quedaron muy trastornadas, al punto de que cuando intenta pensar más allá de sus límites, estas, se bloquean y alteran el sistema nervioso provocándole un gran dolor impidiéndole pensar.
El segundo sujeto de pruebas fue el Chihuahua clasificado como: R 29. Este tuvo respuestas positivas al experimento y sus neuronas pudieron evolucionar sin alterar el resto de su organismo. Sin embargo, durante dichos experimentos, el sujeto de pruebas R 29 mostró un comportamiento agresivo con el personal médico. Sus agresiones llegaron al punto de suspender momentáneamente las pruebas con él.
Solo quedaba una prueba más para saber si el W.O.L.F podía funcionar y lograr, de esa forma, tener el espía perfecto para infiltrarlo en las bases soviéticas. El sujeto de pruebas que utilizarían seria la recién llegada cachorra clasificada como: W 19 y los mismos generales verían con sus propios ojos el experimento.
Pero antes ellos debían negociar por su posible adquisición.
El general Tyler sacó su chequera y puso un precio de seis cifras. Glen lo tomó en sus manos y se lo paso al doctor Lisandro para que pudiera verlo, Lisandro sonrió e hizo un gesto de negación con la cabeza devolviéndole el cheque a Glen, riendo con malicia, Anderson dijo:
- Caballeros, que empiece la negociación
El general Tyler volvió a escribir el cheque con un número mayor al que había puesto anteriormente, se lo dio de nuevo a Glen y él repitió el mismo movimiento que ya había hecho anteriormente, desechando la cifra de cuarenta y dos mil millones de dolares
- ¡Señor Anderson, por favor! ¡Son más de mil millones! No podemos gastar más que eso en un experimento suyo- le suplicó el general Tyler
- General Tyler, me ofende. Usted debe pensar que nuestra empresa vive en la miseria absoluta. Lo que me acaba de ofrecer lo gastamos semanalmente en transporte de armas y otros productos- le contestó de forma orgullosa Glen
- ¿Entonces qué es lo que quiere de nosotros a cambio de su formula? – le preguntó el general Bacon sintiendo un terror muy grande nacer en su interior al temer la respuesta de aquel misterioso sujeto
- Algo que solo ustedes podrán darme y nadie mas. Por supuesto que me refiero al acceso total y completo a su nueva arma que, ustedes, han estado construyendo a mis espaldas
Los generales tragaron saliva al unisonó, no había forma de que Glen Anderson supiera de su nueva arma: una especie de robot que, en teoría, serviría para suplantar a los infantes de marina en el campo de batalla. Dicha arma estaba aun en progreso y no había sido finalizada; pero su estatus era de secreto de estado. Nadie, fuera del pentágono, sabía de su existencia y ¡ahora Glen Anderson sabía que la estaban construyendo!
- ¡¿Como supo eso?!- gritó el general Tyler levantándose de un salto de la silla
- Tengo mis contactos en el pentágono general- le respondió de forma calmada y orgullosa Glen
- Entiende que el proyecto PRL es un secreto de estado ¿verdad?- le preguntó el general Wallace sintiéndose demasiado nervioso, al punto de llegar al pánico
- ¿Entiendes que si yo pude saber de su “secretito mejor guardado” entonces lo Soviéticos también podrían hacerlo general?- le respondió calmadamente, casi riéndose, Glen. Parecía que disfrutaba de esa conversación
- ¡Usted debe tener también algunas fugas!- exclamó. Nervioso. el general Bacon
- Dudo mucho que eso suceda porque, hasta la fecha, no he oído de que los Rusos Comunistas quieran repetir los experimentos que hemos hecho y créame cuando le digo que tenemos hombres infiltrados en el Kremlin. Por lo tanto ¿Qué me dicen chicos? ¿Su arma llamada PRL por la droga W.O.L.F o desean que suspenda la investigación hasta que hagamos precios más razonables en el futuro? Quizás uno donde nos dominen los Comunistas- la respuesta de Anderson sonó tan segura y falta de toda duda que incomodó a los generales al punto de exclamar
- ¡Basta!- exclamó, con firmeza, el general Tyler golpeando la mesa, tras respirar de forma agitada viendo como aquel sujeto se mantenía impasible, le contestó- usted gana señor Anderson, tendrá el PRL a cambio de su W.O.L.F
- ¡Pues de acuerdo! Llenaremos las formulas de traspaso para que todo sea legal y bonito; pero eso será después de que veamos si nuestra formula funciona completamente
- ¿Qué quiere decir con eso?- preguntó el general Tyler sorprendido
- Que no deseo estafarlos señores. Esta empresa no prosperó a base de mentiras ¿comprende? Además de que, siempre, es un placer hacer negocios con ustedes de forma legitima
- Está bien, entonces veamos si funciona- afirmó Wallace sintiéndose muy emocionado por el resultado final del ansiado espía perfecto
- ¡Así se habla general!- exclamó con gusto Anderson – por cierto ¿proyecto PRL? Casi suena como si dijera: PERRULO
- Suena como un nombre estúpido señor Anderson- señaló el doctor Lisandro riéndose por dicho titulo
- Y que lo digas- asintió Anderson con una risa maléfica, levantándose de su asiento dispuesto a presenciar los resultados de su nuevo juguetito.
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