Una de las condiciones para aceptar el arreglo del circo de médicos fue que mi doc sea parte de ese increíble e interminable desfile de docs que se quedan observándome como bicho raro. Tuve algunos cambios: cada vez que sudo huelo terriblemente apestoso y cada vez más mancha la ropa de un amarillo verdoso nauseabundo.

Y creo que me espían. Tengo alrededor de 3 meses y me llamaron esta mañana exactamente cuando me terminé de lavar los dientes después de haber vomitado el desayuno. La consecuencia: volver a estar en el hospital. Me tocaba sacarme sangre la semana que viene pero decidieron adelantar. Porque no hay nada mejor que te saquen sangre después de haber perdido tu desayuno de la peor manera.

Como a veces la gente en el hospital me reconocía, hubo un par de veces que me llevaron en helicóptero. Es sorprendente la cantidad de veces que lo usan por día. La cosa es que el piloto me vio y se quedó helado. ¡De la nada! Hasta había hablado con él y me había dicho que si volvía a ir me dejaba pilotar. Como sea, cuando reaccionó salió medio que corriendo.

Lo que pasó después lo recuerdo todo muy confuso. Recuerdo que me iban a sacar sangre pero me desmayé por ver sangre en el piso. Juro que escuché que había tenido un aborto espontáneo. Me acuerdo porque la palabra es larguísima y estuve mucho tiempo tratando de recordarla: spontan Schwangerschaftsabbruch.

Cuando desperté era de mañana y estaba mi novia al lado de la cama, estaba de la noche anterior pero no la habían dejado entrar. Entró mi doc, que recién llegaba a trabajar, leyó el informe y me dijo que había sido sólo un susto, que me podía ir a casa.

Esa noche no dormí para nada. Sentía como si me hubiesen hecho un transplante de todos los órganos del cuerpo. Tenía calambres como si estuviese menstruando, así que me levantaba a cada rato a chequear que todo estuviera en su lugar.

Miraba seguido por la ventana: estaba el guardia este anticuado que se parecía a mi ex, parecía estar riendo mirando algo en su celular. Sólo para molestarlo, iba a hacer ruido en la ventana para ver qué tan atento estaba, pero había llegado su relevo, la poli que no hablaba mucho. Se veía aún desde lejos que él se la quería levantar, pero ella le da la espalda y vuelve a su auto. Ni bien se va el auto de él, aparecen dos hombres trajeados que se meten a su auto, pero ella nada!