CAPITULO 1: DESTIERRO
1
La práctica avanzaba más rápido de lo que en realidad pensaba que lo haría, ambas prácticas en realidad. Por un lado Senshi practicaba a casi toda hora su dominio de los Shinjutsus; pero, por el otro lado, Evelyn también lo hacía, solo que era a escondidas.
Senshi había logrado mejorar sus habilidades al combatir al lado de Akai, pronto sobrepasaría los límites del cuarto Shinjutsu. Su eterno rival, por otro lado, había logrado mejorar a la par de Senshi. Despertando el segundo Shinjutsu, Akai, podía dar batalla a enemigos a los cuales anteriormente no había podido vencer, obviamente ninguno de ellos estaba muerto como si lo estaban los que habían derrotado a Evelyn en el pasado, Battomausu también estaba mejorando en sus poderes logrando alcanzar cambios momentáneos evolutivos de su cuerpo conocidos como Sinjo y cada uno era más poderoso que el anterior. La única que estaba siendo dejada de lado era Evelyn cuya reputación bajaba conforme pasaban los días obligándola a entrenar en secreto. Una nueva degradación había llegado conforme Senshi avanzaba en su búsqueda de perfección en los Shinjutsus. Si antes, al menos, podía pelear y ser vencida por oponentes más fuertes que ella; ahora, sobretodo después de su derrota ante Burakkuseji, no dejaban que ella combatiera ni siquiera con una muchacha que deseaba casarse con Senshi. Su “combate” solo duro cinco segundos antes de que Akai interviniera en el mismo, ahora era la cara bonita que solo estaba allí para… ¿Para qué si no podía ni curar a nadie debido a que el segundo Shinjutsu era el de la curación? Solo estorbaba en el grupo y servía como alivio cómico para ellos cuando Battomausu quería hacer sus estupideces degeneradas, como levantar su falda en un momento crítico desviando la atención del adversario permitiendo a Senshi el poder actuar. No servía para nada ni tampoco le permitían servir para algo y su amado no se fijaba mas en ella, juraba que en cualquier momento se declararía ante Akai debido a la fuerte conexión espiritual que ambos sentían. La palabra humillación se quedaba corta, incluso los sujetos que la derrotaron en el pasado le trataban con un mínimo de respeto de lo que estaba siendo tratada en ese grupo de idiotas, al punto de que Burakkuseji se tomó las molestias de explicarle el porqué de su fracaso mientras que ellos solo se limitaban a decir: “Eso se debe a que eres una aprendiz de maga” o peor “Eso se debe a que eres una chica” algo dicho por su último rival y ella, en lugar de defender su postura, se quedo parada viendo como Senshi defendía su honor, otra vez, llevándose los reflectores consigo. Aquellas humillaciones solo la llevaron a querer practicar en secreto, si lo hacía de forma pública entonces sus amigos se molestarían diciendo que no había necesidad o solo se burlarían de sus fracasos mientras los señores perfectos lo podían controlar todo a la primera aunque eso fuese falso debido a sus anteriores fracasos en el control de sus poderes.
Durante la práctica pudo despertar por accidente el primer Shinjutsu, no era mucho; pero un logro significativo si se tenía en cuenta toda las derrotas que sufrió antes.
Recordaba su alegría al ver que pudo superarse a sí misma, tras lograr aquello, se dispuso a buscar como despertar el segundo Shinjutsu en secreto, le tardó tiempo; pero pudo lograrlo y aun se encontraba tratando de despertar el tercero cuando aquello sucedió.
2
Solo tenía un viejo tocador de discos de vinilo y muchos álbumes de música que iban desde la década de los setenta hasta finales de los ochenta. Tomando el álbum de Phil Collins que se titulaba “Hello, i must be going” sacó el disco de su envoltorio y lo puso en el tocador, la maquina comenzó a moverse mientras la púa encargada de reproducir de algún modo la música se posiciono sobre el disco dando inicio al concierto. Le gustaba mucho escuchar música mientras hacia su trabajo, lo relajaba de algún modo y también tapaba los gritos de sus corderos para el sacrificio. Aquel oscuro cuarto maloliente lleno de fotografías de sus anteriores victimas, cuyos ojos habían sido recortados para que no lo vieran mientras estaba en su intimidad, siempre vibraba un poco por las ondas de sonido de los parlantes de su viejo tocador de vinilos. Colocándose en pose de cruz, inició el baile ritual mientras era observado por los ojos arrancados de varios animales vagabundos que tuvieron la mala fortuna de pasar cerca de su hogar en los montes. Aquellos ojos se encontraban posicionados de un modo extraño, uno debajo del otro y algunos posicionados a los costados, como si fuese un mapa o un mensaje críptico que solo él podía entender, la canción “I Don’t Care Anymore” comenzó a ser tocada opacando los gritos de su próximo cordero. Sonriendo, aquel asesino, tomó su cuchillo ritual y se cortó de forma vertical su brazo derecho, lo suficientemente hondo como para provocar un tajo significativo en su cuerpo y lo más superficial posible para no dañar sus tendones. Tras hacer su primera ofrenda de sangre a sus dioses, bajó al sótano dispuesto a sacrificar al cordero humano que había capturado hace una semana atrás, la primera de sus siete víctimas rituales de aquel año de cosecha espiritual.
3
La práctica había terminado al arrojar toda esa potente energía a la enorme roca que se encontraba a la mitad de aquel bosque de juncos. Sonriendo, Senshi, pudo ver que estaba a nada de poder despertar el quinto Shinjutsu. Solo necesitaba un combate más, una batalla más donde poder desplegar todo su potencial. Necesitaba pelear contra un poderoso enemigo y podría ser el guerrero más poderoso del mundo.
Evelyn se encontraba cansada de ver ambos amigos, al menos eso creía, practicar constantemente. No negaba que las fuerzas de Senshi aumentaban; pero tenía dudas de si podría despertar el quinto Shinjutsu solo con entrenamiento, posiblemente otro combate se diera pronto y eso la preocupaba. Una cosa era pelear por la justicia y otra muy distinta era pelear por el mero gusto de pelear, sin importar las consecuencias de sus actos. Últimamente Senshi peleaba por el mero placer de pelear, buscaba monstruos poderosos y los vencía bajo la escusa de que era por un bien común cuando la gran mayoría de aquellas criaturas apenas si estaban cerca de aldeas o ciudades. Largando un segundo bostezo, Evelyn, se levantó diciendo
- Que aburrido el ver toda esa práctica, debo ir a buscar algunas bayas para que no muramos de hambre
- Si como digas- le respondió Senshi sintiéndose absorto en sus pensamientos debido al incremento de sus poderes
- Ohhh, que tierno ¿puedo acompañarte?- le preguntó Battomausu teniendo una expresión casi de éxtasis, con su boca intentando darle un beso y su mirada cristalina
- ¡Nyaaa! ¡Aléjate depravado!- exclamó Evelyn dándole otra bofetada que dejaba la mejilla de Battomausu marcada, sin por ello cambiar la expresión de su rostro.
Retirándose del lugar, se alejó lo suficiente no solo para poder buscar dichas bayas sino también para poder practicar un poco más su propio poder. La verdad era qué lejos de sentirse aburrida al ver a Senshi practicar, lo que sentía era el deseo de superarse a sí misma como él lo hacía. Cuando encontró un lugar cercano, dejó el báculo del quinto shinjutsu en el suelo y con los brazos apuntando, con sus manos abiertas, a una pequeña roca, concentró su propio poder. Tras unos minutos de concentración largó un pequeño grito y la energía fue lanzada a la roca destruyéndola en pedazos. Al hacer eso el cristal del báculo brilló un poco. Sintiéndose satisfecha ante el resultado de su pequeña concentración de poder, pensó en proceder al siguiente paso de su entrenamiento cuando oyó el sonido de una criatura a sus espaldas. Dándose vuelta se encontró con un enorme Goblin que la observaba de forma detenida, Evelyn se puso en posición de guardia cuando notó algo que la dejó sorprendida: aquella criatura de piel verde, ojos amarillos con pupilas rasgadas y cabello oscuro largo, se encontraba aplaudiendo con autentica alegría por la demostración de poder de Evelyn.
- ¡Eso fue fantástico!- le contestó con una voz dulce y amable, algo que no solía darse en la especie de los Goblins- ¿Cómo lo hiciste?
- ¿Eso?- preguntó Evelyn sorprendida, largando una pequeña risa amistosa le contestó- pues lo conseguí con meses de arduo entrenamiento y esfuerzo
- ¡Se ve genial! ¿Podrías enseñarme?- le preguntó el Goblin sonriendo
- Pues… no lo sé, veras, el Shinjutsu es un arte muy difícil de dominar y…- el rostro del Goblin se ensombreció y una tristeza muy grande se dibujo en sus labios
- Si te entiendo, es porque soy un Goblin. Todos al verme huyen, gritan e intentan atacarme a pesar de que no les haya hecho nada- derramando unas lagrimas le contó- sin embargo no soy como los demás de mi especie, no me contentó con las atrocidades que ellos hacen ni tampoco soporto su forma ruin de ser, por eso es que ellos me exiliaron de mi propia cueva. Por no ser un ser ruin y malvado como los demás
- ¿Te exiliaron?- le preguntó Evelyn sorprendida por lo que oía, debido a que era la segunda vez que veía a un incomprendido ser exiliado de su tierra y la primera que veía a alguien de aspecto tan imponente romper a llorar
- Sí, me exiliaron por no ser un monstruo como los demás. Intento sobrevivir a diario evitando que aventureros, o cualquier otro tipo de humano, me case como si fuese un animal; pero al verte practicar esa técnica, no pude evitar…
- ¿Deseas que te enseñe?- le preguntó Evelyn con un tono amoroso, una expresión de ternura se había dibujado en su rostro
- Me encantaría- le contestó el Goblin sonriendo
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