Los ojos rojos de Sam podían engañar a su pequeño; pero no a ella. Su Zafiro le indicaba que se encontraba deprimido y con un dolor emocional demasiado grande en base a algo en específico. El desayuno había terminado; pero Sam no poseía un empleo al cual asistir ese día y todo parecía indicar que apenas si debía tener dinero para comprar un periódico. Aquello era algo bueno, para Zefarin, y al ver a Sam junto con su pequeño viendo la televisión, supo de inmediato lo que debía hacer. Solo debía ser lo suficientemente discreta para que sus intenciones no se notasen demasiado delante de ambos muchachos.
Se encontraban viendo el episodio de la semana anterior de las aventuras de Ángel, en dicho episodio Selene tenía que ir al rescate de Gongoro, un perro antropomórfico que, por lo general, les daba demasiados problemas al equipo de aquella heroína que Billy amaba en secreto. Con una sonrisa demasiado tierna, Zefarin, dijo:
- ¡Cielos! Ese Perro es más un problema que una ayuda
- ¿Gongoro?- preguntó Billy con un tono de inquietud- ese personaje se lo inventaron los escritores de este programa, en la saga original dicho personaje ni siquiera existe
- ¿Y porque lo crearon?- preguntó Zefarin con una curiosidad muy grande y autentica
- No lo sé, quizás para fastidiar a los verdaderos fans de Selene- supuso Billy, sin embargo, Sam, si tenía la respuesta a dicha pregunta
- En realidad, creo que buscan competir contra los dibujos de Hanna Barbera. Es sabido que en este tipo de programas televisivos, los protagonistas, siempre tienen una mascota divertida o alivio cómico con el cual los chicos puedan conectar o simpatizar. Si funciono con “Scooby Doo”, con los “Gemelos Fantásticos” junto a su Mono mascota o esos otros dos muchachos con un perro parlante que portaba un antifaz verde, entonces Gongoro podría ser una posibilidad de éxito para la serie
- Pues lograron lo opuesto- gruñó Billy molesto de tener que ver dicha caricatura de la mujer que amaba en secreto- personalmente prefiero ver la serie japonesa de Selene antes la versión Americana
- ¿Hay dos versiones de un mismo personaje?- preguntó Zefarin sorprendida, tenía que indagar lo suficiente para poder dar su punto de vista de forma sutil e incluso amorosa
- Si, Héctor Standford fue muy permisivo a la hora de conceder derechos de autor con su obra. Siempre y cuando fuesen respetuosos con Selene entonces se podían hacer varias adaptaciones- le explicó Sam sonriendo
- Algunas buenas y otra malas- afirmó Billy- sin embargo en la actualidad solo hay dos versiones: esta que posee al pesado de Gongoro y la Japonesa que es fiel casi al cien por ciento, posee mucho relleno; pero es algo aceptable en comparación con lo hecho en casa
- ¡Vaya!- rió Zefarin con inocencia- que interesante
No añadió nada mas debido a que deseaba continuar viendo la serie con sus dos amigos; pero cuando termino el programa tuvo la oportunidad que estaba esperando y le preguntó a Sam:
- Lindo programa… Sam, me estuve preguntando… si no es mucha molestia ¿podría…?
- Dime- le pidió Sam sonriente
- Podría pedirte que me ayudes a practicar con mi canto- le dijo Zefarin con una sonrisa amorosa. Agrandando sus ojos azul violáceo, añadió- me sería muy importante el poder hacerlo
- ¡¿Qué tú quieres qué?!- exclamó Sam sorprendido
- Qué me ayudes a practicar con mi canto- le pidió Zefarin manteniendo ese tono positivo- tengo entendido que solías ser un buen compositor, últimamente siento que desafino un poco al cantar mientras cocino el desayuno, por lo que pensaba que tú…
- ¡Wow! Me estas pidiendo un gran favor amiga- se defendió Sam demasiado nervioso ante tal pedido- es decir, no he tocado ningún instrumento o compuesto algo desde hace mucho tiempo atrás
- En vista de que no tienes nada más que hacer, supuse que podrías ayudarme- lo alentó Zefarin con su tono esperanzador que solía tomar en casos de apoyo como ese- me serias una gran ayuda en este momento
- Bueno yo…- intentaba defenderse Sam; pero Billy le dijo
- Vamos papá, yo también quiero oírte tocar algo ¡Por favor di que si!
- Tú tienes que ir al colegio pequeñito- le dijo Zefarin con un tono casi maternal, casi
- Zefarin, hoy es sábado- le contestó Billy intentando no reírse ante dicha ocurrencia- hoy no hay clases
- Oh, mi culpa- rió Zefarin rascándose la parte trasera de su cabeza o mejor dicho de su costado superior
- Zefarin… ¿Es demasiado importante el que te ayude a practicar?- le preguntó Sam casi usando un tono de suplica. Ella, mirándolo con un brillo travieso en sus ojos, le respondió
- Sam… mi vida podría depender de ello
- Está bien, si insistes, lo haré- suspiró Sam dispuesto a practicar con su guitarra después de varios años de no haberlo hecho
- ¡Hurraaaa!- gritó Billy levantando sus brazos en señal de alegría y con los puños cerrados, señalando una gran victoria personal
El Zafiro de su estomago largo un pequeño brillo que señalaba un cambio demasiado importante en el entorno de aquella casa, un atisbo de felicidad estaba empezando a nacer y en respuesta, Zefarin susurró
- Yumi, Yumi, Yo
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