No, no es una realidad paralela. La cuarentena es un grano en el culo, nadie lo niega. Mencioné que estaba recibiendo cartas y paquetes de gente. Obviamente, éstos cuando llegan son cuidadosamente desinfectados, abiertos y despedazados antes que los reciba. También tengo voluntariado que nos hace las compras y eso. Mi chica no sale tampoco porque cuarentena, y está aprovechando para hacer su doctorado. Muchos de los regalos, los terminan recibiendo los voluntarios. Es que si es comida hecha, si sobrevivió a los polis, se las doy a quienes nos ayudan con las compras y el jardín para que no se eche a perder. Recibimos cosas como electrodomésticos, tvs, tablets y hasta una compu nueva. Quise hacerme un canal de Youtube pero soy muy inconstante. Y, a decir verdad, todavía sigo teniendo náuseas y me veo espantosa. Engordé un poco (no por el crío, sino por mi adicción al chocolate) y la piel la tengo horriblemente seca y escamosa.
Recibimos de regalo también un par de vouchers para tomar cursos de alemán y el diario llega todos los días, pero me concentro más mirando los simpsons y charlando con los polis que me cuidan. Es como una especie de vida-burbuja en la que todo se ve extraño.
Sobre la familia que tengo en Argentina, no me gustaría hablar. Es muy difícil hablar con mis padres y hermanos sin que la conversación se torne creepy y terminemos hablando de que van a tener un nieto o sobri que no se sabe si va a ser un humano-paloma, humano-espíritu o humano-alien. Y ellos me conocen, y saben que me inclino más por la última. Y no lo puedo evitar: accedí a beneficios como casa, sustento y “sueldo” sólo para tener un crío que ni sé de dónde repollos salió. Sólo trato de evadir esa realidad en la que estoy sumida.
Cuando más me entero de que estoy haciendo algo descabellado, es cuando tengo los vómitos, mareos y dolores. Sobre todo los dolores. A veces se siente como si estuviese mudando la piel. Sí, tengo una dieta muy precisa y tomo como cinco tés por día de todos los yuyos que se les ocurran para calmar los dolores. Ya no puedo tomar mis pastillas para el tratamiento del dolor, así que…
Hablo con amigos, mucho más que antes. La cantidad de personas que reaparecieron fue increíble. Sólo evito a mis ex, por el resto, hablo con todos. Tengo tiempo. No salgo por culpa de fanáticos religiosos que se cagan literalmente en la cuarentena. No salgo a escondidas por la cuarentena. Tengo muuucho tiempo.

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