Después de salir del salón me dirigí a la siguiente clase, solo quería que este día acabara y fuera un mal sueño, no se que me pasa, generalmente cosas así tan simples no me molestan y las dejo pasar... pero su mirada, su sonrisa burlona, eso me hacía enfurecer; no lo soportaba y eso que es solo el primer día en el que comparto clases con él, no me quiero imaginarme los demás, sería como una guerra consecutiva, muy pocas veces me he dejado vencer y esas veces han sido en las que he estado indefensa pero ya no. Si lo que busca es llamar mi atención entonces esta muy equivocado, no me dejo convencer muy fácilmente, si esta buscando a alguien a quién molestar, ya puede ir buscando a otra persona y si es solo porque soy la nueva pues que se vaya olvidando de eso. Si no me preocupo por un simple trabajo de historia entonces menos por quien me tocó de compañero, solo debo hacerlo rápido y salir de eso. No perderé mi tiempo pensando en cosas o personas estúpidas.
Tomás Maxwell
No creo en esas cosas del destino, pero chocarme con ella en la heladería, encontrármela en la universidad y ahora nos toca un trabajo juntos, creo que eso es más que coincidencia, no se sí decir que es suerte porque aunque sea muy bella tiene una actitud muy caliente, tal vez sea su manera de ser o soy yo el que la pone así. Ver su cara cuando está molesta me encanta, nunca pensé que diría eso, primera chica que no me coquetea a primera vista ¿será que estoy perdiendo mi encanto? Espero que no, no es que sea un gillipollas que se la pasa de una en otra pero me gusta tener de vez en cuando algunas admiradoras. Después de que Lucy se fue me dirigí a mi clase, creo que esta bien por hoy, por lo visto no creo que me quiera ver en las próximas horas.
-Hey Tomás -Escuché como me gritaban. Voltee a ver y Ryan venía corriendo gritando mi nombre.
-¿Qué paso Ray? -Le pregunté cuando ya estaba a mi lado.
-Estaba pensando que tal vez podríamos escaparnos de la uni y fumarnos algunos porros ¿Qué te parece? -Dijo con una sonrisa traviesa. Este tipo nunca se cansa, ya lo veré en unos años en en rehabilitación, es un adicto. Yo no me creo un santo o alguien para estar dando consejos, tampoco he sido tan bueno, yo también lo he probado pero Ryan ya lleva tiempo en esto y si pasa un tiempo sin tomarlo se vuelve loco.
-Estas demente, si quieres ve tú, yo paso -Continué mi camino-. ¿Qué vas a hacer con tus clases? Te recuerdo que si no pasas bien este semestre lo puedes perder.
-De verdad que eres como un grano en el culo, además ya me encontraré a alguien para que haga las cosas por mi y tú deberías de hacer lo mismo. Venga, no seas agua fiestas y fúmate uno conmigo -Este ya no tiene cerebro de tanto fumar.
-Ya te dije que no, ve y dile a otra persona que te acompañe para que no te pierdas -Sentí como se enfurecía detrás mío así que me voltee a encararlo
-¡¿Sabes que Tomás?! MUÉRETE -Gritó molesto- ¿Qué te está pasando? ¿A qué le temes? ¿O el gran Maxwell le da miedo fumarse uno? -Y estalló en carcajadas. Eso no me afectaba en lo mínimo, ha sido una forma de atacar muy baja y estúpida.
-No Ryan, te equivocas, yo no tengo ningún problema en fumarme uno, solo no quiero quedar como tú, solo mírate -Dije señalándolo con desprecio-, ya casi se te notan los huesos, tu cara es más pálida que el propio Dracula, no creo que el primero que muera aquí sea yo, así que si me disculpas tengo que entrar a clases, nos vemos luego -Terminé palmeando levemente tu hombro.
No me importa lo que haga Ryan con su vida, siempre a sido un completo idiota, pero tampoco quiero que su vida se vaya a la borda si puedo ayudarlo al menos con unas palabras entonces lo haré, no tengo problema con ello.
La clase pasó, en total recibí 3 números de teléfonos nuevos que tendrán el placer de conocer el pote de basura, no me interesa salir con alguien que sea tan regalada, escojo bien a mis conquistas. Después de dejar mis cosas en el casillero estaba dispuesto a irme pero me quede en shock cuando veo que se me está acercando, pensé que no me quería ver por mucho tiempo, ahora veo que estaba equivocado. Venía con su sonrisa de oreja a oreja y sus cuadernos en el pecho. No había visto una sonrisa tan dulce como la de ella pero a la misma vez con picardía.
-¿Así que no te resististe y viniste por mi, eh? -Dije en tono burlón pero ella no lo percibió igual ya que su sonrisa desapareció. PERFECTO TOMÁS PERFECTO -Me reproché.
-No, solo te vengo a decir que yo haré la primera parte del trabajo y tu la segunda -ah...¿era eso? Pues no te me vas a escapar tan rapido bonita.
-No lo creo -Su cara era de confusión-. Mi computadora esta dañada y soy un poco malo en historia ¿no quieres que salgamos mal en el trabajo o si?
-Por favor -Bufó-, es totalmente fácil, solo copias y pegas. Además, si es por que no tienes computadora, no importa, lo hacemos a mano no tengo problemas con eso - ¿Tan mal le caigo que busca mil maneras para salir de mi? Pues la voy a hacer cambiar de opinión.
-Lo siento, pero no te imaginas lo malo que soy en esta materia, además, con esta profesora debes sobresalir -Su cara estaba más roja de lo normal, creo que su plan no salió muy bien que digamos-. ¿Qué te parece si vienes a mi casa y lo hacemos a mano? -Se quedó pensando por un momento.
-No lo se... ¿Puedes venir a mi casa el sábado? Prefiero hacerlo a computadora -Sentí como si le costara decir esas palabras. Perfecto, mejor de lo que esperaba, así conocería más de ella.
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