Casi siempre después de que su mamá se va, Laura regresa a la cama para leer un libro o estar en la portátil hasta que dan las 12:00 o 01:00 p.m., es habitual que ella y su hermano coman tarde, su mamá solo está para el desayuno y a veces llega a cenar, ya que muchas veces por cuestiones de negocios, cena con futuros clientes que necesitan su apoyo con diferentes temas jurídicos.
Laura se levanta de la cama y ve el reloj que indica las 12:30 p.m., decidida camina hacia la entrada de su cuarto, pero algo la detiene, es un olor muy agradable. Camina lentamente por el pasillo llegando a la cocina y ve a su hermano concentrado cocinando, siente que interrumpe regresando lentamente a su cuarto. Al entrar escucha unas pisadas a su habitación y rápidamente se coloca sobre la cama
- ¿Estás ocupada? - dice su hermano desde afuera
- Para nada
- Ven un momento a la cocina
- Laura sale del cuarto y cuando entra al comedor se encuentra con una grata sorpresa - ¡Guau! – Dijo Laura asombrada y con los ojos tan abiertos. Su hermano había hecho el almuerzo y olía delicioso
- Es en agradecimiento a guardar nuestro secreto – dijo con una sonrisa grande – Aparte hoy entras de nuevo a clases
- No debías… no debías hacerlo, y es cierto – dijo Laura rascándose la cabeza – ya lo había olvidado
Ambos se sentaron a comer. Había carne migada, limonada, tortillas con queso y puré de papa. Era todo lo que a Laura le gusta y todo tenía un aroma delicioso – Gracias – dijo ella abrazando a su hermano.
Mientras comían observo a su hermano y recordó haber sentido curiosidad por lo que él estudia
- Te veo pensativa – dijo él
- Algo – respondió ella mientras tomaba limonada – Es que… nunca te pregunte sobre tu carrera – dijo con cierta pena
Abner solo sonrió y no era de extrañarse que ella hasta ahora, mostrará cierto interés, ya que al ser la más pequeña su madre siempre mostró más importancia a lo que ella hacía, decía o pensaba mientras él debía ser el hombre de la casa de cierta forma.
El silencio se apoderó de la cocina y el resto del almuerzo no fue incómodo, solo silencioso. Al terminar de comer, Laura se atrevió a hablar – ¿A qué hora entras al trabajo? – dijo mientras levantaba los platos – A las 6:00 p.m. — respondió su hermano – La verdad estoy muy nervioso, nunca me hubiese pasado por la mente, tener una trabajo nocturno
– Lo harás bien, y mientras duermas después de que mamá se vaya, no hay problema, ella no tiene por qué saberlo y yo me encargaré de ello cada noche, no te preocupes – respondió Laura muy segura – Además creo que si es lo que te gusta, debes seguir
Ahora comprendía mejor a su hermano, antes tenía una idea muy equivocada y viendo lo mucho que se esfuerza por hacer lo que le gusta, de cierta forma se siente mal de que no tenga todo el apoyo de su mamá.
Abner regresa a su cuarto a dormir – No se te olvide dejar puesto el despertador – le dice Laura, él asiente y cierra la puerta del cuarto, ella también se va a su cuarto y se sienta en un sillón morado de pana que tiene entre su cama y la pared. Suspira y toma su celular, son las 2:30 p.m. en unas horas da inicio un nuevo semestre.
Comments (0)
See all