El diablo tiene muchas formas y muchas maneras de presentarse. Algunos dicen que es de hermoso y otros que solo lo podría encontrar en tus pesadillas. Pero nadie dijo que puede ser una persona conocida, común, exitosa y sobre engañoso.

Al ser el diablo es persuasivo, oscuro, vanidoso pero sobre todo engañoso. Este ser es más conocido como Diego Mendel un prestigioso periodista que ha ganado fama por sus logros y su altruismo. Es simpático, sonrisa amplia, buenos modales, atlético, cabello liso y corto, ojos verdes y piel blanca; siempre con las palabras indicadas en el momento indicado, creando admiración sobre todo en las mujeres.

Son las tres de la mañana y Diego apenas está entrando a su casa. Su esposa y su hijo están durmiendo. Ella piensa que él viene tarde de trabajar o por lo menos, eso es lo que él le ha hecho creer, pero las marcas en el cuello de la camisa y el olor a perfume de mujer dice otra cosa, claro, ella nunca se da cuenta por qué él no es tan estúpido como para dejar que ella lave esa ropa. En puntilla se va a la lavandería y quitándose la ropa, la pone en la lavadora regresando lentamente a su cuarto y entrando al baño se da una ducha rápida antes de entrar a la cama.

Ella se despierta y lo ve a su lado, él empieza a acariciar su cabello y ella sonríe quedando completamente dormida de nuevo. Al siguiente día al despertar ella le lleva el café a la cama

- Trabajas mucho ¿lo sabías? - dice ella con una sonrisa

- Claro que lo sé, si no fuera así no tendríamos la vida que tenemos

- Pero me gustaría que te quedaras más tiempo conmigo

- Hago tiempo para ti, sabes que te amo y al nene también, pero si quiero hacer un buen trabajo y que vivamos bien al mismo tiempo, tiene que haber sacrificios – tomando un sorbo largo de café gira la mirada esperando la reacción de su esposa

- Tienes razón – dice ella agachando la cabeza, los besa suavemente y sale de la habitación. Para él se ha vuelto más que una mala costumbre, un tipo de arte, el mentir de manera tan natural y sobre todo sin sentir ningún remordimiento. Así es como se ha ganado la vida todos estos años entre sobornos y tratos fraudulentos; siendo para otros medios y empresas alguien de admirar, pero para sus enemigos alguien indeseable y poco fiar.

Su vida comenzó de una manera muy pobre en un paraje llamado Chichuatuj, entre los departamentos de Totonicapán y Quiche, en el sur occidente de Guatemala. Era una vida dura donde se veía obligado a trabajar en el campo y estudiar, pero eso no es lo más curioso. Descubrió a la edad de 14 año que entre más adornaba la realidad, las personas consumían más lo que vendía en el mercado central de Quetzaltenango. Siempre contaba la historia a los compradores que debía vender todo o su padre le pegaría o decía que su madre era alcohólica y que era la única manera de sustentar el hambre que él y sus ocho hermanos vivían. Al existir historias reales de niños que viven en esas condiciones, las personas se conmovían y compraban aunque fuera el mínimo.

Al llegar a educación secundaria, dejo de ir a vender a Quetzaltenango y se quedó en los lugares aledaños. Iba más seguido a la escuela local y al final de su educación secundaria decidió que estudiaría locución. Aun estando en la universidad, no olvido sus viejos hábitos y su primer trabajo lo consiguió por medio del carisma y la mentira que sigue siendo su especialidad. Fue escalando entre amistades falsas y sonrisas fingidas hasta llegar al puesto de director de un conocido medio local.

Su sueño más que todo era el poder de modificar la información como le fuera conveniente y los beneficios que obtendría por ello.