Claramente mis planes no habían salido tan bien como lo había pensado, debí tener una idea más centrada pero ya que. Lo tengo que recibir el sábado ¡que alegría! (Notese mi sarcasmo). Pero, no debo perder la calma, él va a venir, haremos el trabajo, se va y no le hablaré más nunca ¡¡PERFECTO!! Lo único que quiero en este momento es llegar a mi casa y no pensar en nada, solo dormir y dormir hasta que mi estómago gruña del hambre y deba levantarme, pero solo a comer, después de eso tirarme otra vez a la cama como una morsa.
Recibí un mensaje de mi hermano el cual decía que iba llegando así que me quede afuera esperando a que él llegara. Pude ver como Emily se montaba en el carro de un señor igual a ella, supongo que es su papá y se despedía de mi con la mano, un gesto que imité por mi buena educación. Escuche como 2 pitos sonaban anunciando la llegada de mi hermano, me monté en el carro saludando a Austin con un beso en la mejilla.
-Hola ¿cómo estas? -Le pregunté.
-Bien ¿cómo te fue en tu primer día? -Debí suponer que me preguntaría eso ¿qué debía responder? ¿Decirle que me fue bien? No, Austin no se conformará solamente con un bien o ¿contarle la historia quitándole la parte fea?
-Bien -Austin levando una ceja y antes de que empezara continúe hablando-, las clases eran fáciles, conocí una nueva compañera y me encontré con un chico que vi en las tiendas el otro día -Di un leve suspiro y recosté mi cabeza en el asiento, espero que eso haya satisfecho a mi hermano
-Que bueno...¿ningún problema? ¿Nadie te molesto? -Ya se a dónde se dirigía esto.
Lo miré fijamente -No necesite decir que Austin Bell es mi hermano para que no me hicieran nada, no tuve ningún problema. Igualmente si lo tuviera soy lo suficientemente grande para defenderme, además, dijeron mi apellido en la clase y nadie dijo nada. Querido hermanito, creo que ya te olvidaron -Dije soltando una risita, su cara se volvió sería y desilusionada.
-Querida hermanita, una cosa te voy a decir: nadie pero ni la rata más vieja olvida a un Bell -Lo dijo con una tranquilidad impresionante, a veces creo que lo que dice son más que simples palabras, que hay una historia detrás de todo aquello pero luego recuerdo que es Austin, el típico chico popular que hacia locuras en clases, así que descartaba todo lo demás.
-Seguro Sr. Bell, ¿desea que le haga un masaje o lo complazca en algo? -Dije en tono burlón, cosa que hizo estallar en carcajadas a mi hermano. Continuamos el recorrido a casa entre risas y chistes por parte de ambos, estar con Austin me hacia olvidar de todo lo demás. Al llegar a casa subí a mi habitación, me di un baño y me acosté a dormir como lo había planeado.
~~
Mi respiración estaba agitada, mi pecho subía y bajaba muy rápido, tenía gotas de sudor en mi cara. Había tenido una pesadilla y siempre por lo mismo, desde que murió mi papá he estado soñando con él, ya no se ni cuantas veces me ha pasado, he perdido la cuenta, siempre se me presenta en mis sueños con el mismo objetivo; que vuelve y todo lo malo que nos ha pasado se esfuma porque él ha vuelto, pero siempre es solo un sueño.
Cuando tenía 14 decidí preguntarle a la mamá de una amiga que supuestamente sabía sobre eso. Para ese entonces ya había tenido 3 pesadillas sobre mi papá iguales, ella me dijo que era algo normal, que solo lo extrañaba y no había podido tener esa conexión con él antes de que se marchara. Entonces trate de olvidarme de él, trate de dejar aquellos sentimientos de dolor y tristeza a parte, pero otra vez están volviendo y yo no se cuanto más pueda aguantar. Veo mi reloj y ya son las 7 pm, había dormido demasiado y el olor a pasta entraba por mi habitación, momento perfecto para bajar y comer.
-¿Cómo está la bella durmiente? -Me preguntó Austin, el cual estaba sirviendo la pasta.
-Con mucha hambre -Le respondí sentándome en el taburete.
-Sabía que la única forma para que despertaras era haciendo pasta y funcionó -Me dio una sonrisa de suficiencia.
-Bueno, ya estoy aquí, así que dame mis pastas que estoy muriendo de hambre -Dije en tono autoritario lo cual hizo que Austin se empezará a reír y negara divertido.
-Ya voy, ya voy- Agarró los dos platos y se sentó a cenar junto a mi, en menos de 10 minutos ya habíamos acabado con nuestra porción de pasta.
-¿Quieres que te sirva un poco mas? -Austin me preguntó.
-No creo que pueda, si paso un bocado más todo lo que digerí antes se me devolverá -Dije sobándome la barriga, había quedado llena al punto de explotar.
-Estoy igual, que te parece si vemos una película o al menos que tengas que hacer algún trabajo -Comenzó a recojer los platos y los llevó al fregadero. Austin me hizo recordar que tengo que hacer el trabajo con Tomás, así que saldré de eso ahora mismo.
-No, para esta semana no tengo, pero la profesora de historia mando uno para la otra y nos colocó en equipos. Quería saber si... -Austin no me dejo terminar la oración.
-¿Para que vengan? Claro, solo dime que día y listo -¡Wuao! eso resultó más fácil de lo que creía.
-El sábado -Me miro pensativo.
-Ese día tengo que salir ¿pero cuántos son?
-Solo uno -Su cara cambió, ya no estaba pensativo, ahora él sabía cual era la respuesta al igual que yo.
-¿Uno? -Repitió.
-Sí uno, es un compañero de clases -Le dije.
-No creo que el sábado se pueda, creo que es mejor otro día -Y eso sonaba como un «hasta aquí llego la conversación».
-Oh no Austin -Me paré y me coloqué en frente de él-. Ya dijiste que si, no me vengas que porque es un hombre, puedo quedarme 3 horas sola con él sin que me suceda nada o no confías en mi? -Traté estar molesta, pero es que me encanta cuando mi hermano es así conmigo, otros no pensarían lo mismo y lo matarían con solo mirarlo pero se ve tan tierno haciendo eso.
-Si confió en ti, pero no en él -Dijo señalando al vacío como si hubiera otra persona allí.
-Pero ni siquiera lo conoces -Le reproché.
-Hermanita, es hombre, yo soy hombre -Dijo señalandose-. Tenemos mentes igual y se lo que hacemos cuando estamos solos con una chica, sin ofenderte, solo no quiero que venga y se estén solos aquí. ¿Seguro que no puedes otro día?
-No, no puedo o bueno, si no quieres que venga entonces tendré que ir a la casa de él -Finalice encogiendome de hombros y volteando para irme.
Escuché como gruñia.
-¿A que hora el sábado? -Dejo arrastrando las palabras, una sonrisa se formó en mis labios, esta vez gane yo.
-A las 3. ¿Aun quieres ver la película? -Sabía que estaba molesto por no haber conseguido lo que él quería, pero no podía hacer nada.
-No lo se -Respondió, parecía un niño pequeño, tenía los brazos cruzado en su pecho y miraba al piso.
-Oh vamos Austin, pareces un niño pequeño resentido ¿enserio no la quieres ver? Tenía ilusiones de pasar un tiempo con mi hermano pero bueno... -Suspire-, tendré que subir a mi habitación.
-Tú no te iras a ningún lado -Dijo señalándome-. Vendrás a ver esa película conmigo y... Solo la voy a ver porque es nueva y todo el mundo esta hablando sobre ella -Traté de no reírme pero era imposible, a veces me cuestionaba si él era mi hermano mayor. Me le acerqué y lo abracé, caminamos a la sala y nos pusimos a ver la pelicula.
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