Sin un centavo y una chica vanidosa.

Estuve sentada durante 3 horas, cuando recordé a 2 amigas a las que les había prestado dinero.

Podría ir con ellas y pedir ese préstamo, si mis cuentas eras correctas eran alrededor de 700 000 mil pesos, de esa manera podría cubrir mis gastos en lo que encontraba un trabajo.

Llamé a la primera, pero no respondió.

Después de 10 intentos

Llame a Selina rezando por que contestará.

- Hola, Sheila dime a que se debe tu llamada- una voz melosa me respondió al otro lado.

-Selina, hace mucho que no te veo, ¿te gustaría salir conmigo?

¿Podríamos tener una pijamada? -

Dije con la voz más neutral que pude, ya que no quería que nadie sospechara que me echaron de casa.

- Claro shei y dime ¿Dónde estás?

Podríamos ir de compras y luego a un restaurante de tu familia- me dijo

No conteste a eso, pero le dije en lugar en donde me encontraba para que pudiera recogerme.

Ahora que lo pensaba jamás había llamado para pedir una salida, normalmente todos me pedían salir y lo que hacíamos era ir de compras y gastar el dinero de mi padre, entre más cosas compraba para mis amigos, más halagos recibía y eso me hacía sentir bien, sentía que gracias a mí ellos tenían vidas felices.

No tardó mucho en llegar, pero cuando me vio pude ver el asombro en su rostro.

- Rayos Shei que traes puesto, es horrible y la maleta que mal gusto amiga. -

Me dijo mientras me observaba de pies a cabeza.

-No seas tonta, es una nueva línea de ropa y la ocupo para promocionar las diferentes prendas, no tengo permitido usar solo los vestidos. - contesté, pero podía sentir mi cara caliente, traía un pantalón de mezclilla y una sudadera con un estampado de perrito.

- Una nueva marca, es fantástico amiga, deberías llevarme a esa tienda yo también quiero unos atuendos- me dijo mientras sonreía.

- ¿A dónde quieres ir?

-Vamos a la tienda Royal dicen que tienen unos vestidos hermosos- empezó a parlotear debí pensar en esto, era obvio que querría ir de compras, pero yo estaba sin un centavo.

- Podríamos ir a tu casa. - intenté persuadirla.

-Bueno, pero solo para arreglar nuestro maquillaje, hace mucho que no vamos a un antro, necesito un día de relajación y chicos lindos. - dijo mientras se subía a su auto.

Subí al lado del copiloto sin una palabra más, solo le pediría tomar un baño y el dinero que me debía.