¿Cómo podríamos describir a Cora del Cid? Podríamos iniciar por su aspecto físico. Alta de aproximadamente 1 m 75 cm, cabello color café liso y largo, piel color canela, nariz pequeña, ojos grandes color verde y como se dice comúnmente 90 – 60 – 90.
Si preguntas a sus amigos y conocidos, te dirán que Cora es una chica amable, generosa, con mucha creatividad, tranquila y muy agradable. Cualquiera que la conoce de manera superficial diría que es perfecta, pero sus mejores amigos la molestan con el dicho “De las aguas mansas líbrame, señor”, porque a pesar de su actitud calmada, sus reacciones ante eventos de crisis o que requieren cierta agresividad puede ser impredecible.
Su vida laboral es bastante monótona, después de graduarse de locutora en la universidad, tenía su plaza de trabajo segura al ser su papá director y copropietario de Radio El Portavoz de Occidente, a pesar de ser una radio casi selecta de noticias, ella tenía un segmento de una hora solo de repostería llamado Cora Cake’s. Entre las señoras era un segmento bastante popular y a ella le gustaba el diálogo que se hacía durante el programa.
Sobre su vida personal se puede decir muy poco, desde que inicio la escuela a los 4 hasta que terminó la universidad a los 25 años no ha conocido que es tener privacidad. Como cuando estaba en 3.º Básico (9.º Grado) y un chico la invitó salir y cuando él la esperaba afuera de su casa, Cora salió junto con su mamá y el muchacho no comió porque tuvo que invitar a ambas a la comida; al día siguiente se llevó la desilusión de ser ignorada por él. O en su segundo año de universidad, cuando tenía una tarea en grupo y como sus compañeros solo se podían reunir por la tarde noche, su papá se quedó afuera de la casa de uno de sus compañeros hasta que finalizó el trabajo.
Así que cuando decidió que deseaba salir con Diego tomo las riendas y no dio a conocer sus intenciones hacia sus padres, hasta que fuera obvio ante los ojos de su familia.
Esta estrategia había sido una de sus mejores ideas, porque a los pocos meses la duda surgió por parte de sus padres:
—Cora, ven, tu papá y yo te queremos hacer una pregunta
—¿Si mamá? – Pregunto Cora dirigiéndose a la sala familiar
—Siéntate – dijo su papá señalando uno de los sofás individuales – Verás, le decía a tu mamá que en los últimos meses te he visto muy cercana a Diego, y me preocupa un poco
—¿Qué tiene de malo? Ustedes mismos han dicho que debo ser un poco más sociable
—No es eso, solo que… cómo decirlo – dijo su madre con cierta duda o preocupación
—Lo que tu mamá intenta decir es que le preocupa un poco su forma de ser
—Les preocupa lo que piense la gente, no yo o él – dijo Cora con un tono molesto
—No lo tomes a mal, solo nos preocupa – Dijo su papá
—No deseo ser irrespetuosa, pero ya tengo 25 años y en teoría soy un adulto y si deseo ser amiga de Diego y él ha demostrado ser un caballero, yo no tengo por qué dar explicaciones si el único lugar donde lo veo, es en la estación de radio
Por primera vez Cora mostraba un signo de independencia, por primera vez mostraba una opinión propia, por primera vez se escuchaba a sí misma y no daría vuelta atrás con la dedición que había tomado. Estaría con Diego, estuviesen sus padres de acuerdo o no.
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