Si me hubieran dejado abortar no estaría pasando por estapesadilla. Si Angelika no hubiera liberado la información de mi ficha médica noestaría donde estoy, escapando en el medio de la nada y estaría simplementesufriendo con lo difícil que es recordar los artículos en alemán o lo injustodel sistema capitalista o que el fuckin’ covid no se muere más. A veces meenfrasco en el “Si hubiera… ” hasta que un pinchazo post-parto me recuerda queestoy a medio suturar, sin mis pastillas para el dolor crónico o un mísero ibu yen medio de chimeneas y campo en el culo de Polonia.
¿Que quién es Angelika? La enfermera, la que liberó la infode mi caso, la que me dijo que quería salvar al hijo de dios. Se sorprenderíande saber el buen estado físico y mental en el que está la viejarda esta. Debodecir que se le complicó cuando se enteró que había “más hijos de dios” dandovueltas por ahí, pero tiene buen corazón y se las apañó para ayudarnos.
El sacerdote de la capilla que está en las afueras delpueblo donde nos estamos escondiendo, ya sabía y ocultaba a la madre de Kazajistán,y como se enteró de rebote como viejo amigo de la vieja, ofreció el escondite.El bebé, que nació el primer domingo de abril y la madre del bebé.Originalmente había una madre más, creo entender que era de Sudán, pero pareceque se embarcó sola a su suerte cuando los contactos de la vieja lograron darcon ella. ¿El bebé? no es mío, el mío lo perdí en el parto.
Todo este desastre empezó poco después de año nuevo. Comencéa tener náuseas incontrolables y terminé internada con un cuadro de deshidratacióny otras palabrerías que nunca entendí. Si hay algo que odio de los médicos esque te vengan con términos increíbles y no te lo expliquen ¿Los hace sentirsuperiores o qué? ¡Explíquense para los mortales carajo! -Pinchazo- Espero queno se me infecte la herida… vuelvo al tema: Cuando finalmente logro volver acasa, pero con una enfermera cuidándome, me encuentro con el correo de siemprepero además con un libro de mandalas hechos con frutas y utensilios de cocina pintado.Pintado, gente. Sorpresa, me lo enviaba la poli robocop, con una nota: Paradecorar e iluminar. Lo dejé de lado, con una sensación rara, como si quisieradecirme algo.
La enfermera que me asignaron se llamaba Berenice y era dePuerto Rico. Un amor. Cuando me vio la cara se me acercó aa
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